El 5 de julio de 1975 los sindicatos unidos en la Confederación General del Trabajo declararon la primera huelga general contra un gobierno peronista, en repudio al descalabro económico generado en el país por el Rodrigazo.
El Rodrigazo es el nombre con que se conoció a las medidas de "shock" adoptadas por el ministro de Economía, Celestino Rodrigo, del gobierno de Isabel Martínez de Perón.
El 4 de junio de 1975, el ministro Rodrigo dispuso un ajuste que duplicó los precios, produjo la disminución del poder de compra de los argentinos y el desabastecimiento de productos de primera necesidad
La finalidad fue eliminar la distorsión de los precios con una fuerte devaluación del 160 por ciento para el cambio comercial y el 100 por cien para el cambio financiero. A esta medida se sumaron otras como la subida de un 100 por cien de los servicios públicos y de transporte y un 180 por ciento de los combustibles.
Los ajustes dispararon la inflación, que llegó a un 777 por ciento anual y provocaron una disminución enorme del poder de compra de los trabajadores. Además, se produjo un desabastecimiento de gran cantidad de productos básicos, al igual que de combustibles y otras necesidades de transporte.
Ante las protestas, el gobierno cedió, homologó convenios laborales que aumentaron los salarios el 180 por ciento y Rodrigo renunció.
Murió en 1987 defendiendo su plan pero lamentando que su nombre se asociara a uno de los peores ajustes que recuerden los argentinos.