La escuela Don Bosco, ubicada en la calle Chiclana entre Álvarez y Rivadavia, en Quilmes, sufrió la explosión de un caloventor. Las clases fueron suspendidas en forma indefinida por los graves problemas de infraestructura que siguen sin solución.
"En todo este tiempo no se acercaron a la escuela ni las autoridades del Consejo ni de la inspección, dejando desamparados a directivos, docentes y auxiliares", aseguraron un grupo de madres.
El motivo de la explosión fue la sobrecarga de una instalación eléctrica que está colapsada y se corta todo el tiempo. Como si todo esto fuera poco, la escuela no tiene gas hace años, ya que fue cortado prometiendo la construcción de un nuevo edificio. Éste quedó sin terminar, y los problemas de la escuela se agravan sin solución.
Sin gas de red, se cocina con garrafa y se usan caloventores precarios que revientan la instalación eléctrica. Sin luz, no hay agua. Los papás y mamás de la escuela aseguran que "no se puede ni estudiar ni trabajar así. Las autoridades deben resolver el problema, y garantizar la integridad física de alumnos y docentes. Lo que ocurrió en Moreno muestra que hay que prevenir, y que el Estado es responsable de ello".
Claudia, una de las madres del colegio, afirmó que además de la falta de luz tuvieron "épocas de paredes electrificadas y una vez se incendió. Estos chicos, además de las clases, también de pierden el comedor", señaló.