Este martes en sesión de Diputados, la ley ómnibus volvió a comisión. Qué implica la medida dispuesta por el bloque oficialista al suspender la sesión de la Cámara de Diputados.
Cuando el presidente del bloque La Libertad Avanza, Oscar Zago, anunció la decisión de mandar “el asunto a comisión”, pensaba que lo votado hasta ahora tenía vigencia, según admitió luego en declaraciones al periodismo. Pero en realidad, todo vuelve a empezar. Veamos qué dice el reglamento sobre el tema.
Artículo 155. Consideración de un proyecto vuelto a comisión
“Un proyecto que, después de sancionado en general, o en general y parcialmente en particular, vuelve a comisión, al considerarlo nuevamente la Cámara, se le someterá al trámite ordinario como si no hubiese recibido sanción alguna”.
De tal manera, deberá volver a reunirse el plenario para analizarlo y emitir un nuevo dictamen para su vuelta al recinto. El voto en positivo en general ya no tiene validez, obviamente.
Así se resolvió al cabo de tres horas de debate en particular, que en realidad fueron poco más de dos. Luego de que el oficialismo viera caer casi por completo la reforma del Estado, comprendida en el artículo 5, luego de un cuarto intermedio el oficialismo decidió una medida drástica.
Se acababa de votar el artículo 5 referido a las facultades del Poder Ejecutivo respecto a la reforma administrativa y del inciso A al F, solo fue aprobado el B. Así las cosas, se pidió un cuarto intermedio de 15 minutos, para hablar con los jefes de bloques. Terminaron siendo 50 minutos.
A la vuelta, pidió la palabra el presidente del bloque oficialista, Oscar Zago, para pedir una moción para que “el asunto vuelva a comisión”. El “asunto” es nada menos que el proyecto completo. Todo a fojas cero.
Mientras el jefe del bloque oficialista aseguró que buscarán “lo más pronto posible” retomar el debate en comisiones, había diputados del sector dialoguista que al salir del recinto estipulaban que “todo pase a marzo”. Cabe recordar que la prórroga de extraordinarias abarca hasta el 15 de febrero, con un feriado largo de por medio.
A la reunión de los jefes de bloques con Martín Menem fueron los jefes de bloques “dialoguistas”. A esa reunión a puertas cerradas no se les permitió ingresar al titular del bloque UP, Germán Martínez, ni a Myriam Bregman. Allí las autoridades del oficialismo anticiparon la decisión que terminarían anunciando casi una hora después.
“Hay compromisos de los diputados de gobernadores que no se cumplieron, como empezamos a ver eso, decidimos el pase a comisión”, anunciaría luego Oscar Zago, que explicó que el oficialismo buscará “empezar de nuevo lo más pronto posible” y “rearmar la estrategia de consensuar”.
En síntesis, vieron que no les daban los números y “no había compromiso”, un compromiso que antes había por parte de los dialoguistas.
En las privatizaciones, el tema que debían debatir a continuación no había acuerdo por el procedimiento y la lista de empresas a privatizar.
La intervención de los medios públicos no se puede ignorar como contexto en el marco de este debate. El tema cayó mal.
Por la mañana en el Gobierno creyeron haber resuelto una parte de los problemas, por lo menos lo del impuesto PAIS. El ministro de Economía, Luis Caputo, tuvo un gesto al llamar al gobernador cordobés Martín Llaryora, prometiéndole que resolverían los pedidos de las provincias en el marco del Pacto Fiscal que convocarían próximamente. Si bien el cordobés insistía con el tema, se desinfló la posibilidad de votar unidos a UP para forzar la coparticipación del impuesto PAIS.
Así y todo, la realidad es que cuando se inició la sesión no había nada resuelto en la materia.
Ahora el Gobierno está enojado con los gobernadores. Quedó claro con el previsible tuit del presidente Javier Milei, que desde Medio Oriente mandó un mensaje poco conciliador: “La casta se puso en contra del cambio que los argentinos votamos en las urnas. Sabemos que no va a ser fácil cambiar un sistema donde los políticos se hicieron ricos a costa de los argentinos que se levantan todos los días a trabajar”, señaló.
Según el presidente del bloque oficialista de la Cámara, por la mañana “se había acordado todo en un Zoom”. Cabe consignar que los diputados dialoguistas mantuvieron antes de la sesión una reunión por Zoom con los gobernadores.
No alcanzó para garantizar que el Gobierno no saliera averiado de la sesión. Una sesión que había arrancado medianamente bien para el oficialismo, pero que más temprano que tarde se le complicó. Recordemos que el revés fuerte lo tuvo el oficialismo en el artículo 5.
Pero la realidad es que sucedió lo que los dialoguistas decían que ocurriría. Durante el fin de semana no habían tenido señales desde el Gobierno, y el lunes las fuentes consultadas coincidían en aclarar que irían al recinto sin acuerdos sobre los temas más ríspidos.
A modo de crítica, un diputado dialoguista advertía antes de iniciarse la sesión que “empezaron a negociar con los gobernadores recién hace dos horas”. El reproche se caía de maduro: “Tuvieron tres días para hacerlo y recién ahora tratan de acordar algo”, explicaba una fuente.