Miles de personas marcharon hoy en el Día de la Memoria en Paraná, Concordia, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y Colón, confirmó AIM. En la capital hubo fuertes críticas al negacionismo, la represión y el ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. También, se cuestionó la gestión provincial por “el vaciamiento de organismos de derechos humanos” y se exigió al Senado que rechace el pliego del candidato a vocal del Consejo General de Educación (CGE), Santiago Laumann, quien forma parte de un espacio político que reivindica el terrorismo de Estado y el genocidio.
La principal movilización en Entre Ríos fue en Paraná. La concentración se realizó por la tarde en el monumento a la Memoria. La columna la encabezaron los movimientos de derechos humanos y detrás de ellos se alinearon organizaciones gremiales, instituciones civiles y partidos políticos. De la jornada, participó la intendenta de Paraná, Rosario Romero, y dirigentes políticos y sindicales de todo el arco político local. El trayecto fue lento y constante con cánticos recordando a las víctimas del último golpe cívico-militar-clerical y contra el gobierno nacional de Javier Milei. La marcha concluyó frente al monolito que recuerda a los desaparecidos en Entre Ríos, donde se realizó un acto y se leyó un documento en el que se reivindicó la lucha por la memoria, verdad y justicia, a 48 años del 24 de marzo de 1976.
“Esta marcha nos encuentra ante una bisagra de la historia. Aquel Nunca Más que tanto nos costó conquistar comenzó a estar en peligro con el atentado a la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y está hoy amenazado por un gobierno nacional que ejecuta el ajuste más perverso y cínico, que no solo reedita el proyecto de la dictadura genocida, sino que va más allá, en una embestida que pretende retrotraernos a los tiempos más injustos de nuestra historia, previos al Estado de derecho. Solo les falta sacar los tanques a las calles para terminar de sembrar el terror; algo que comenzará a ser un hecho con la ilegal habilitación a las Fuerzas Armadas para actuar en asuntos de seguridad interior”, se denunció en el documento.
En ese sentido, se aseguró: “No nos vamos a quedar mirando cómo recrean la Doctrina de la Seguridad Nacional, y sitúan en la representación del enemigo interno a todes quienes luchan: organizaciones sociales y políticas, feministas, sexualidades disidentes, ambientalistas, pueblos originarios, sindicalistas, dirigentes partidarios, empleados públicos, jubilados y cualquiera que se oponga al gobierno del presidente Javier Milei y sus aliados y patrones. O todavía más: todos aquellos que no son, ante los ojos de las corporaciones, ‘argentinos de bien’”.
“Hace un año, en este mismo lugar, advertimos sobre el crecimiento de una ultraderecha dispuesta a todo con tal de lograr sus objetivos. Lamentablemente, no nos equivocamos: tras el fracaso de las políticas económicas del gobierno anterior, el electorado optó por una expresión política que se vanagloriaba ir contra ‘la casta’. Sin embargo, todo fue parte de la gran estafa electoral que enmascaraba la propuesta de las viejas recetas neoliberales, ahora adornadas con el barniz de ideas vetustas, sectarias y dogmáticas, que solo traen más hambre y miseria para el pueblo”, precisaron.
Ante ese escenario se denunció que gobierna un presidente y una vicepresidenta “que se burlan de los desaparecidos y desaparecidas, que vapulean la lucha de los y las sobrevivientes y familiares, y que van más allá del negacionismo de la dictadura y sus crímenes y directamente reivindican el terrorismo de Estado. Ante esto, reiteramos una vez más: no hubo guerra, no hubo excesos. Son 30.000 y fue genocidio”.
En ese marco, se pidió a la vicepresidenta, Victoria Villaruel, “que frecuenta a condenados por delitos de lesa humanidad, que le diga a sus amigos genocidas que abran los archivos, que confiesen lo que saben y que, de una vez por todas, se termine con el ocultamiento y con esta espera eterna por conocer el destino de cada uno de nuestros compatriotas víctimas del poder desaparecedor”.
Críticas al gobierno provincial
Por otro lado, se señaló que “es inadmisible el desmantelamiento de los organismos gubernamentales de la provincia dedicados a llevar adelante las políticas públicas de Verdad, Memoria y Justicia, como el Registro Único de la Verdad, y la desaparición del Programa de Acompañamiento a Víctimas del Terrorismo de Estado. Hace unos días quisieron despedir al 50 por ciento del personal del Registro Único de la Verdad. Vaciaron el área, reduciéndola a una mera oficina, sin presupuesto, sin edificio propio y sin vehículo, el cual fue asignado a tareas de inteligencia”, por lo que pidieron al gobernador Rogelio Frigerio: “Basta de vaciamiento. Basta de trabajar para el olvido”.
Además, se exigió a los legisladores provinciales “el rechazo al pliego del candidato a vocal del Consejo General de Educación, Santiago Laumann, porque forma parte de un espacio político que promueve el negacionismo y reivindica el terrorismo de Estado y el genocidio”.
En el interior de la provincia
En las principales ciudades de Entre Ríos también hubo masivas movilizaciones. En Concordia la marcha fue desde el mural "Secuestro" hasta plaza Urquiza, donde se leyó un documento en el que se denunció el negacionismo de quienes gobiernan: “Un presidente y una vicepresidenta que se burlan de los desaparecidos y las desaparecidas, que atacan la lucha de sobrevivientes y familiares de víctimas, reivindicando el terrorismo de Estado. Ante esta infamia, pronunciamos: no hubo errores, no hubo excesos, son 30.000; fue un genocidio y existió el Plan Cóndor en nuestro continente. Aparición con vida y devuelvan o digan dónde están los nietos”.
En Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y Colón, las protestas contaron con la presencia de referentes sindicales y reconocidos militantes sociales provinciales, quienes decidieron movilizarse en sus localidades como el secretario general de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), Marcelo Pagani, en Colón.
Precisamente en Colón, la marcha partió de la plaza principal, se detuvo en la costanera para arrojar flores a los desaparecidos por los vuelos de la muerte y finalizó con un festival en la plaza de la Memoria, donde se leyó el documento.