Tras las elecciones generales del 27 de octubre, la población rechazó en las urnas, mayoritariamente, el modelo de gestión que la Alianza Cambiemos llevó adelante en los últimos cuatro años. Se abre ahora una etapa de signo partidario diferente, que tendrá su inicio formal a partir del próximo 10 de diciembre. El ámbito de la Salud Pública “fue desfinanciado y devastado. Las políticas sanitarias tuvieron decantaron en una mayor precarización laboral. Ninguna de las medidas avanzaron sobre los problemas estructurales que el área arrastra desde hace muchos años”, denunciaron a AIM desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop).
En un documento al que tuvo acceso AIM, la Cicop expresó: “Estamos ante un tiempo no sencillo de transitar. Más allá de las reuniones protocolares de equipos salientes y entrantes, incertidumbres y nombres, la vida cotidiana continúa afectada por una economía que ha descargado el ajuste, siguiendo las recetas del FMI, sobre trabajadores, jubilades y sectores más vulnerables de la población. En esta última semana, han subido nuevamente, entre otros rubros, los precios de alimentos de primera necesidad y los combustibles, dando por tierra con las escasas medidas de alivio que intentó poner en marcha, para descomprimir el clima social y con intenciones electoralistas, el presidente Macri”.
En ese sentido, “el balance de la gestión saliente es altamente desfavorable. La inflación anual proyectada para el año en curso se acerca ya al 56 por ciento, la más elevada en 30 años. A esto se le suman los altos índices de desempleo, el aumento escandaloso de la pobreza y la indigencia, además del crecimiento de la desigualdad. Los grandes ganadores fueron las empresas multinacionales y el sector financiero, en desmedro de la calidad de vida de la mayor parte de la población”.
Por otro lado, “los números de una economía comprometida, con altísimos niveles de endeudamiento, no augura hacia adelante un panorama alentador. Son muchas las cosas a recomponer y todas ellas requieren no sólo de voluntad y decisión política, sino también la disposición de los recursos necesarios para llevarlas adelante. Será necesario establecer prioridades que deberán constituirse en señales del rumbo que el nuevo Gobierno esté dispuesto a emprender”.
El ámbito de la Salud Pública, “donde llevamos adelante nuestras tareas profesionales, también fue desfinanciado y devastado. Las políticas sanitarias tuvieron, como caballitos de batalla, la extensión del Same a los municipios, el plan de refacción de algunas guardias hospitalarias y los convenios del programa del Área Metropolitana de Buenos Aires, intentando mejorar el primer nivel de atención en contados lugares con parches y mayor precarización laboral. Ninguna de estas medidas avanzó sobre los problemas estructurales que el área arrastra desde hace muchos años y en ningún caso se tuvo en cuenta, para su implementación, la voz de los trabajadores y de las organizaciones que los representan”.
“Después de años de padecer una distribución desfavorable bajo el gobierno anterior, el que culmina el 10 de diciembre profundizó aún más la debacle, asignándole a la Salud Pública bonaerense, para el año 2019, la partida más baja de su historia, el 5,5 por ciento del reparto total”, advirtieron a este Medio.
Responsabilidades y desafíos
La Cicop sostuvo públicamente, expresándolo además claramente en sus circulares, que “la gobernadora María Eugenia Vidal es responsable del funcionamiento deplorable del sistema sanitario provincial – y del conjunto de las políticas que aún se están llevando a cabo – hasta el último día de su gestión”.
La negativa a reabrir la discusión de salarios y condiciones de trabajo, así como el incumplimiento flagrante de los acuerdos extrasalariales alcanzados en sucesivas paritarias luego de meses de lucha, “dan cuenta de un destrato injustificable hacia los profesionales de la Salud. Esta decisión no sólo continúa perjudicándonos enormemente, sino que pone en riesgo, a diario, la atención sanitaria que le corresponde por derecho a la población bonaerense que transita por hospitales y centros de salud”.
Sin dudas, este cuadro de situación constituye un desafío de proporciones para quien asuma el gobierno a partir del 10 de diciembre. La provincia de Buenos Aires está endeudada y tiene seriamente comprometidos sus recursos hacia adelante. Esta coyuntura obligará a establecer prioridades en la distribución de fondos y entre ellas debe estar la Salud, si lo que se pretende es iniciar un camino que revierta el panorama actual.
Por su parte, la organización también tiene el desafío de llevar adelante sus reclamos ante las autoridades entrantes “con la seriedad y firmeza de siempre”. La Salud Pública universal y gratuita “que levantamos como bandera debe ser abordada de un modo integral, con mayores presupuestos, salarios jerarquizados y condiciones de trabajo dignas. Esa será nuestra tarea como gremio, la misma que hemos asumido una y otra vez a lo largo de más de 30 años ante los diferentes gobiernos y sus gestiones. Esperamos contar con las respuestas adecuadas”, reafirmaron.