El ex ministro y pre candidato a intendente de Paraná por el oficialismo, Roberto Schunk, debió soportar reclamos de obreros de la cooperativa Coceramic en una asamblea vecinal, el lunes pasado, y sólo atinó a retirarse. Medio centenar de desocupados de esa cooperativa pidieron una audiencia con el gobernador Gustavo Bordet desde antes del Día Internacional de los Trabajadores, hace un mes, y aseguraron que el mandatario aún no les dio fecha a pesar de que divulgaron situaciones de indigencia extrema y amenazas de muerte. Por Daniel Tirso Fiorotto.
Obreros que participaron este lunes de la asamblea vecinal en el barrio Paracao comentaron que el desocupado Juan Salzman interpeló al contador y profesor universitario Roberto Schunk por la situación de Coceramic, y le recordó que él, junto al entonces gobernador Sergio Urribarri, les presentaron a los obreros al empresario Juan Carlos Acevedo Díaz, con la promesa de inversiones, pero el resultado fue el vaciamiento de la cooperativa.
Schunk se defendió, al sostener que su función se limitó a presentarles un posible inversor, pero Salzman le señaló que ellos como funcionarios se comprometieron a monitorear una permuta, y el resultado de las negociaciones fue la desocupación de los obreros y el desguace de la cooperativa.
Entonces Schunk lo acusó: “ustedes saben lo que hicieron”, dijo, sin dar más explicaciones. A lo que Salzman respondió que Acevedo Díaz también está al frente de la ex cooperativa Cotapa (en la que Schunk tuvo altas responsabilidades), y allí el empresario cuenta entre sus empleados a dos personas que trabajaban con Schunk en el Estado.
Para entender este cruce hay que aclarar que entre los obreros de Coceramic existe la certeza de que, cuando hablan con el empresario venido de Buenos Aires, lo hacen con un testaferro, y sospechan de quién y lo dicen entre ellos pero no lo repetimos acá por falta de pruebas.
Como el diálogo tomó temperatura el lunes, Schunk optó por marcharse de la asamblea.
Entonces los obreros explicaron al resto de los presentes que en su momento los cooperativistas arreglaron una permuta con la promesa del gobierno y el empresario de abrir otra empresa con máquinas que comprarían en el norte, pero la firma no cumplió nada de eso. Con el tiempo, los obreros advirtieron que en vez de permuta lo que figuraba en los papeles era una venta, y hoy se sienten estafados por empresarios, políticos, profesionales.
Esa semana, un abogado está indagando en los papeles que figuran en organismos del Estado para desbrozar el problema y comprender en qué punto se enredaron las negociaciones y cuál es el motivo por el cual los obreros se sienten en medio de un fraude. Los mismos cooperativistas admiten que todo se les presenta muy confuso, porque se encuentran con determinaciones que ellos no tomaron. De ahí que necesiten esclarecimiento de las distintas partes que intervinieron, dado que el embrollo también les genera sospechas sobre un par de dirigentes de la propia cooperativa Coceramic, que no están ente los demandantes. Pero el esclarecimiento que podrían brindarles los funcionarios y jueces que intervinieron, no les llega, y se preguntan por qué no hay actuaciones de oficio en el Estado considerando que algunos dirigentes pudieron adoptar decisiones en la Cooperativa usurpando funciones.
Es decir: los obreros se quedaron sin nada, cuando en verdad la empresa tiene cuatro hectáreas en el centro de Paraná y 500 hectáreas en los bañados, y contaba con diversas máquinas que fueron vendidas por el empresario.
Ya sin Schunk en la reunión del lunes, la conocida vecinalista Alicia Glauser y otros presentes felicitaron a los obreros por enfrentar al ex ministro. “Está muy bien, a las cosas hay que decirlas de frente”, les dijo.
Los obreros realizaron ollas populares en estos días frente a Coceramic, en la Bajada de los Vascos, y comentaron que esperan una audiencia con el gobernador. Algunas amenazas que recibieron fueron hechas públicas, y otras dirigidas a familiares de los obreros fueron comentadas en las reuniones, pero los cooperativistas no se presentaron ante la policía porque entienden, eso dijeron, que podrían empeorar la situación.
Explicaron que pudieron dialogar con el secretario de la Producción, Álvaro Gabás, pero el funcionario les dijo que el gobierno provincial ve en Coceramic un problema entre particulares, sin responsabilidad del Estado, cuando en verdad fueron funcionarios gubernamentales los que presentaron al inversor que terminó con alta incidencia tanto en Cotapa como en Coceramic, con resultado desastroso para los obreros.