Alcides Faría, de Ecología en Acción (Ecoa) y Jorge Daneri, de la Asociación Argentina de Abogadas/dos Ambientalistas y del Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial (Caje), advirtieron que se está ejecutando el derrocamiento (destrucción) de pasos rocosos (diques naturales de rocas por debajo del río) en el cauce principal del río Paraguay. “Lo sorprendente en todo este proceso es el increíble silencio de las provincias que se van a ver muy afectadas por estos hechos, como Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes”, dijo a AIM Jorge Daneri.
“Hemos solicitado la intervención de la Cancillería Argentina por escrito hace ya más de un mes y medio para que se convoque a los países del Acuerdo Marco Ambiental del Mercosur, particularmente el denominado subgrupo seis del Mercosur y no hemos tenido ninguna respuesta”, señaló Jorge Daneri a esta Agencia.
“Más allá de los cambios de Ministra a Ministro, todo indica que no ha movido absolutamente nada en un tema realmente gravísimo, un río Paraguay extremadamente seco, con quizás la bajante más grande de su historia conocida”, indicó y consideró que: “Se están destruyendo pasos rocosos que nunca se habían tocado para que puedan seguir subiendo barcazas en el marco de la Hidrovía Paraná – Paraguay y esto, como decimos en la nota que hemos realizado con Alcides Faría de la Organización Eco de Campo Grande, Brasil, es una muy mala noticia porque produce un impacto como proceso de mayor desertificación del Gran Pantanal brasilero – paraguayo – boliviano, una modificación en el régimen hidrológico muy pero muy grande”.
Remarcó Daneri que “lo sorprendente en todo este proceso es el increíble silencio de las provincias que se van a ver muy afectadas por estos hechos, como Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, porque va a traer un impacto directo; y esto demuestra la gran incapacidad de diálogo y la gran limitante en el ejercicio de la diplomacia dentro del Cono Sur, que es alarmante en semejante crisis hídrica y ambiental en toda la Cuenca del Plata”.
En el artículo, Daneri y Faría, remarcan que “la destrucción de estos diques naturales, aproximadamente trece, cambiará para siempre el régimen hidrológico natural del mismo, produciendo impactos irreversibles directos en el sistema de humedales del Paraguay con procesos acumulativos negativos en el gran panantal y aguas abajo, modificando radicalmente velocidades, turbulencias, procesos de sedimentación, ritmos de las inundaciones o profundización de las sequías, ni más ni menos, en un contexto climático antrópico casi desolador y donde cada día los ecosistemas y sus gentes, disponen de menos y menos agua”.
“En la mayor crisis hídrica y ambiental de Sudamérica, se pretende seguir navegando con barcos cada vez de mayor dimensiones, hasta el corazón mismo del Pantanal hermano”.
Durante la década del neoliberalismo de fines del pasado siglo, dicen los especialistas, “se intentó desarrollar este proyecto de demolición de los pasos rocosos usando explosivos. Organizaciones sociales y ecologistas de la Cuenca lograron detener este ecocidio”.
Indican también que “resulta relevante que la Cancillería Argentina como de Brasil y Bolivia, convoquen al gobierno de Paraguay a una reunión urgente de Cancilleres en el marco del Acuerdo Marco Ambiental del Mercosur, con la finalidad de poder acceder a los estudios de impacto ambiental, si los mismos existen, saber de sus autores y de la necesaria evaluación previa por parte de los Estados miembros, en razón de las consecuencias ambientales y sociales que esta decisión puede causar en la cuenca del Paraguay-Paraná”.
Del análisis de los estudios técnicos ambientales realizados a mediados de los 90, se advierte y llama la atención “que los consultores actuantes en los estudios oficiales parecen haber considerado el mejoramiento de la navegación como una cuestión que atañe, a si únicamente el dragado de bancos arenosos y el derrocamiento bajarían el nivel del agua en un solo canal, a la vez. Incluso la más amplia investigación realizada por Tgcc parte de este punto de vista. Los análisis sobre otros efectos hidrológicos del proyecto, la hidráulica y la sedimentación, (volumen 5) son meras opiniones y no análisis rigurosos”.
En el artículo se sostiene que “la reducción de la superficie inundada del terreno aluvional antes mencionado, serán relevantes y de impactos acumulativos diversos en los ecosistemas asociados” y que “la realidad geomorfológica e hidrológica del Pantanal, no está representada en el modelo utilizado y no es válido para el Pantanal (Dunne). Los pronósticos de que los cambios en el nivel del río Paraguay como consecuencias de las alteraciones del canal y los cambios en el uso de la tierra en la cuenca, serán pequeños, no son válidos. Debido a su dudosa precisión, estos pronósticos sobre el nivel del agua no se pueden usar para calcular de forma segura los cambios en el área inundada. Por lo demás las complejas interacciones temporales y espaciales entre el nivel del río Paraguay y el nivel de los grandes y pequeños afluentes, la contribución de la precipitación local y el escurrimiento se combinan y hacen que el uso de modelos sea casi prácticamente imposible sin la ayuda de una documentación acumulada, que no existe. Sobre la base de un análisis inadecuado sobre la variación de las áreas inundadas, la mayoría de las evaluaciones de impactos sobre los procesos ecológicos y las especies asociadas a los humedales, también son incorrectos”.
“Los umbrales rocosos funcionan como presas naturales; si se eliminan, se eliminarán áreas extensas del Pantanal… El colapso de los umbrales como medio de profundización, el canal navegable causará un impacto irreversible en la hidrología del Alto Paraguay. Además, la eliminación de un paso rocoso puede provocar la aparición de otro, previamente sumergido. Esta es una posibilidad real en Alto Paraguay, donde ha estado la ocurrencia de afloramientos rocosos cada 40 km en y donde las pendientes que predominan en el cauce son tan suaves”, señalan los especialistas.
“La aceleración de la concentración de escorrentía causada por las mejoras en las condiciones de navegación intensificarán la mayoría de las inundaciones anuales, podría reducir el período de retorno de las sequías plurianuales, y podría posiblemente causar un cambio climático regional, en el sentido de intensificar la aridez. El Pantanal existe por sus características condiciones climáticas/geológicas/geomorfológicas para retener agua, sedimentos y nutrientes. El aumento de la magnitud de las inundaciones se traducirá en un aumento de las pérdidas de sedimentos y nutrientes”, indicaron.