Por Javier Romano, especial para AIM. El acuerdo entre el Mercosur y la UE es una alianza que se ha buscado desde hace más de 20 años (desde 1995). Así como se señaló el acierto de las autoridades nacionales y los medios de comunicación, es importante también remarcar que este acuerdo comercial se ve inserto en el denominado Acuerdo de Asociación entre ambas organizaciones regionales, que se compone de un pilar político y de cooperación, sobre el que las partes ya alcanzaron un acuerdo general en junio de 2018 en Montevideo, y de un pilar comercial (el acuerdo actual).
Asimismo, también debe señalarse que el Mercosur aún no ha publicado el acuerdo, y la única fuente directa del acuerdo es la de la Comisión Europea, donde se aclara que el documento resultante no es legal, sino que es un resumen de las transcripciones de las negociaciones entre las partes. Por lo cual, el Acuerdo como tal aún no es legal hasta tanto lo firmen y homologuen las partes.
¿Qué se acordó?
Las partes acordaron liberalizar el comercio de bienes y servicios entre ellas. El Mercosur liberalizará totalmente el 91 por ciento de las importaciones provenientes de la UE. El proceso llevará 10 años para la mayoría de los bienes, y 15 años para aquellos bienes considerados como provenientes de industrias “sensibles” (es decir, muy protegidas por los Estados). La UE, por su parte, liberalizará completamente el 92 por ciento de las importaciones provenientes del Mercosur, en un período de 10 años.
En términos de líneas arancelarias, Mercosur liberalizará completamente el 91 por ciento de su lista, y la UE lo hará en el 95.
Bienes Industriales
La UE eliminará sus aranceles en un 100 por ciento a productos provenientes del Mercosur, en un período de 10 años. El Mercosur, por su parte, eliminará aranceles a un 90 por ciento de los bienes industriales provenientes de la UE, específicamente en: automóviles, autopartes (90 por ciento de los aranceles, 60 en 10 años, y el 30 restante en 15 años), maquinarias (93 por ciento de los aranceles, en 10 años), industria química y farmacéutica. La mayoría serán eliminados en un período de 10 años, excepto por los vehículos de pasajeros, que se liberalizará en 15 años, con un período de gracia de siete años, y una cuota transicional de 50.000 unidades.
Bienes agrícolas
El Mercosur eliminará aranceles a los productos agrícolas provenientes de la UE en un 93 por ciento, gradualmente. La UE, por su parte, eliminará el 82 por ciento de sus aranceles a los bienes agrícolas, y el porcentaje restante de productos (17 por ciento, ya que no será una liberalización del 100 por ciento) tendrá una liberalización parcial que incluirá cuotas, por ejemplo en los siguientes mercados: carne vacuna, carne de aves de corral, carne de cerdo, azúcar, etanol, arroz, miel y maíz dulce.
Asimismo, se establecen cuotas recíprocas para los siguientes productos, en un período de 10 años: quesos, leche en polvo y fórmula infantil (leche para niños).
El Mercosur eliminará aranceles también a: vinos (con un anexo que menciona el reconocimiento de prácticas, certificaciones y etiquetado de la producción de vinos), bebidas espirituosas, aceite de oliva, frutas frescas (manzanas, peras, nectarinas –duraznos-, ciruelas y kiwis) a la entrada en vigor del acuerdo.
Además, el Mercosur eliminará los impuestos a la exportación de productos de soja, comúnmente utilizado en la UE como alimento para el ganado.
Licencias
Se incorpora legislación de la OMC para las licencias de importación y exportación. En este sentido, las partes se comprometen a informar los procedimientos de licencias de importación y exportación y contribuir a la transparencia, para eliminar burocracia y facilitar el comercio.
Subsidios
Se prohíbe la aplicación de subsidios a la exportación de bienes y servicios para ambas partes, para asegurar competencia leal.
Aranceles
Las partes se comprometen a no subir aranceles, incluidos aquellos productos que no forman parte del acuerdo.
¿Cómo resolver controversias de subsidios o dumping?
Este apartado pretende resolver problemas como los subsidios o el dumping. Así, se propuso una solución que consta de dos partes: la primera es acudir a los instrumentos de defensa comercial de la OMC (medidas antidumping, anti-subvenciones y salvaguardas globales); y la segunda parte corresponde a medidas de salvaguarda bilaterales.
Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
Se establecen criterios que la UE ya tiene de manera interna, para el comercio entre Mercosur y UE, en materia de seguridad alimenticia, salud animal y vegetal
Cooperación y Diálogo
Se establece la cooperación bilateral e internacional en las siguientes áreas: bienestar animal, biotecnología, seguridad alimentaria, salud animal y vegetal, y la lucha contra la Resistencia Antimicrobial.
Barreras Técnicas contra el Comercio
Se eliminarán barreras innecesarias que vayan contra el comercio entre las partes, y se crean las condiciones para mayor convergencia en regulaciones técnicas y estándares a futuro, para bajar los costos de adaptación.
Servicios
Se establecen condiciones de igualdad para empresas europeas y del Mercosur, reglas para prevenir prácticas anti-competitivas en los siguientes rubros: servicios postales y de Courier, telecomunicaciones, servicios financieros, e-commerce y servicios marítimos.
Contrataciones Públicas
El acuerdo facilita las condiciones para que empresas europeas puedan presentarse a licitaciones nacionales y puedan, finalmente, ser contratadas (en Argentina, las adjudicaciones pueden ser para el Poder Ejecutivo Nacional, agencias y universidades nacionales. La intención es que las empresas europeas puedan presentarse a licitaciones provinciales y municipales en un período de dos años luego de firmado el acuerdo). De la misma manera, empresas pertenecientes al Mercosur podrán presentarse a licitaciones de países de la UE.
Argentina y Brasil, de manera separada a los otros integrantes del Mercosur, ofrecerán la posibilidad de que empresas europeas puedan ser adjudicatarias de concesiones (por ejemplo, viales).
Esta parte del acuerdo significa que no habrá discriminación de empresas europeas en las licitaciones, se transparentan los procesos de contrataciones, y también significa que las empresas europeas podrán elevar demandas si sienten que son tratadas de manera injusta en los procesos de contrataciones.
Subsidios
Se establecen intercambios de información y sistemas de control sobre subsidios.
Desarrollo de Comercio Sustentable
Las partes se comprometen a que el crecimiento del comercio no sea a expensas del medioambiente o de las condiciones laborales.
En lo que respecta al medioambiente, se comprometen a cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Así, se luchará contra la deforestación y se promoverá la Responsabilidad Social Corporativa.
Pequeñas y Medianas Empresas
El acuerdo reconoce que existen empresas que poseen menos recursos que una grande para afrontar los desafíos de participar en el comercio internacional. Por ello, se facilitará el acceso electrónico a bases de datos de costos tarifarios, aranceles y otros impuestos, reglas de origen y requerimientos de importación-exportación.
Solución de Controversias
Se establece un mecanismo de resolución de controversias entre las partes, como así también entre partes individuales (Estados Parte), en lo que concierne a la interpretación y la aplicación del acuerdo.
El proceso consta de etapas, donde la primera será la de “consultas”, para resolución amigable de posibles controversias. Si las consultas no logran dar frutos, la parte reclamante puede solicitar el establecimiento de un panel de arbitraje compuesto por tres árbitros con experiencia y conocimiento en derecho y comercio internacional. El reporte que determine el panel es final –no sujeto a apelaciones- y vinculante para las partes. Si la parte que ha incumplido el acuerdo no respeta el reporte del panel, la otra parte puede establecer contra-medidas.
Aparte del procedimiento del panel, las partes acordaron establecer un procedimiento de mediación detallado, que ayudará a resolver las controversias de manera amistosa, con la ayuda de un mediador. Esto requiere del consenso de las dos partes involucradas en una posible disputa, y puede ir en paralelo al procedimiento del panel de arbitraje.
¿Es bueno para el país este acuerdo?
Todo acuerdo comercial, en principio, es bueno, porque si hay acuerdo, significa que ambas partes obtienen réditos económicos, lo que redundará en beneficios para la población.
La clave para entender un acuerdo comercial es saber que el comercio tiene una lógica diferente a la lógica del poder. La lógica del poder es un juego de suma cero. Así, por ejemplo, en una guerra, uno gana y otro pierde. El comercio (la economía toda), por el contrario, se maneja bajo la lógica de la cooperación. Es decir, en el comercio todos pueden ganar. Lo que una parte produce con eficiencia, lo exporta a la contraparte; y viceversa.
Ahora bien, si Argentina pretende sacar el mayor rédito posible de este acuerdo, el país deberá encarar un proceso de reformas estructurales que aseguren que los bienes y servicios producidos internamente sean competitivos a nivel internacional. Para ello, se debe mejorar la infraestructura nacional en el rubro energético y del transporte, para abaratar los costos logísticos y asegurar energía para las empresas que se radiquen en el país, y así puedan producir sin inconvenientes. Asimismo, se deberá realizar una reforma tributaria, para reducir la carga impositiva actual (163 impuestos entre nación, provincias y municipios) y así facilitar la instalación de empresas; y una reforma laboral, que facilite la contratación de nuevo personal y los mecanismos para la desvinculación del mismo.
Algunas personas han mencionado, en artículos publicados en medios de comunicación escrito, que este acuerdo no puede ser aplicado en Argentina ya que las leyes laborales actuales, la carga impositiva y los altos costos logísticos lo impiden. A esto se debe responder con la parábola del huevo y la gallina. Si bien sería deseable que estas reformas ya se hayan hecho para un acuerdo como el alcanzado, la actualidad dicta que este acuerdo puede ser el gran impulsor de esas reformas, ante la necesidad inminente de tornarse competitivo a nivel global. Es decir, este acuerdo obligará al país a realizar las reformas ya que, en caso de no hacerlas, el acuerdo no generará los beneficios que podría otorgar para la sociedad argentina.
*Javier Romano es consultor político, fundador de Seguimiento Legislativo