Las persecuciones política, mediática y judicial a Jones Huala “no es un caso aislado de otros en nuestro país y en toda la Abya-Yala”, afirmó AIM el Integrante de la Mesa de Articulación Territorial Indígena en Argentina (Matria) y referente de la comunidad Charrúa Etriek de Villaguay, Héctor Santomil.
La Policía de Río Negro detuvo hoy al líder mapuche Jones Huala. El hecho se debe leer en un contexto político y social que busca criminalizar a los pueblos originarios, dijo Santomil, indicó que “con ‘la cabeza’ de algunos líderes (como Huala) enarbolan la demonización de los pueblos originarios. Esa es la jugada. Nunca se puso en relieve investigaciones donde grupos de tareas llevan a cabo desmanes u otras acciones delictivas para luego inculpar en los indígenas, quienes luchan por el territorio”.
Al respecto, Santomil aclaró que “aunque Jones Huala no representa a todas los pueblos en lucha por el territorio y muchos no consideran ciertas forma de llevar a cabo acciones de reclamos de derechos territoriales, quienes sabemos cómo se juega las cartas en la sombra del poder no nos desentendemos de las situaciones que viven quienes son perseguidos políticamente”.
En ese sentido, el dirigente entrerriano recordó que Huala “ya había tenido libertad condicional y urgente fue revocada por la justicia chilena. En Argentina no tiene ninguna causa por lo que, seguramente, pueda ser liberado. Pero la cuestión de fondo es que lo que se quiere instalar mediáticamente es la imagen del capturado líder Mapuche y es para que nuevamente se ponga en tapete la demonización y criminalización de los indígenas, que en este país no descansa, porque es un problema para los que tienen intereses de las tierras para sus negociados extractivitas, forestales, mineros etc… ya sea en la Patagonia, en el norte argentino o en cualquier lugar de nuestro país”.
“Lo que quieren –ciertos sectores del poder y de derecha- es que se avance contra los derechos de los pueblos originarios, de los guardianes de los territorios ancestrales que sufren la explotación, la destrucción ambiental y la expulsión de los hermanos a las ciudades, para que pasen hambre y miseria y se sepulten las identidades de nuestros pueblos...”, advirtió.
Además, recordó que las muertes de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado “tienen su responsabilidad y siguen impunes, es decir, sus asesinatos tienen nombres y apellidos como Patricia Bulrich (con cargos de poder en el Estado) y poder -entre otros- quienes jamás se pusieron en cuestión desde los medios hegemónicos, menos desde ‘la justicia’ y desde los gobiernos afines a estos poderes”.