El diputado del PRO, Jorge Satto, celebró las obras de saneamiento en la costa del Uruguay, pero cruzó al gobernador, Gustavo Bordet, ya que aseguró que los proyectos se planificaron en la gestión de Mauricio Macri.
El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, anunció el avance de un plan de obras claves para el río Uruguay que consisten en la construcción de cinco plantas de tratamiento de efluentes cloacales en Concordia, San José, Colón, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú. Las obras que beneficiarán a más de 100.000 familias entrerrianas de la costa del Uruguay y mejorará la calidad del río, implicará una inversión de U$S 80 millones que financiará el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se ejecutará en cinco años.
En ese marco, el legislador oriundo de Concepción del Uruguay celebró el anuncio, pero solicitó al gobernador “que sea sincero y agradecido pues decir medias verdades es lo mismo que decir mentiras”.
“Hay obras gigantes y necesarias que requieren de la colaboración y el esfuerzo de todos los gobernantes más allá de a quien le toque proyectarla o anunciarla, a quien le toque iniciarla y a quien inaugurarla. Sabe el gobernador perfectamente que este ambicioso plan de saneamiento del río Uruguay se ideó en la gestión de Mauricio Macri acordando además con los hermanos uruguayos la realización de iguales obras en sus municipios ribereños (Salto y Paysandú) entre otras localidades costeras”, dijo el diputado.
Al respecto, recordó que la gestión ante el BID para el financiamiento de las obras “comenzó en el 2016 comandadas por el entonces ministro del Interior Rogelio Frigerio y paralelamente se encomendaron a los municipios realizar los proyectos de las obras”. En ese sentido, aseguró que el crédito “fue aprobado el 2 de julio de 2019 (Operación 4822/OC-RG), información disponible en la web. Los contratos que ahora aprobó el Presidente Alberto Fernández no pudieron aprobarse antes por la demora en la terminación de los proyectos por parte de los municipios, lo que felizmente ahora ha ocurrido”.
“Pensar y ejecutar las obras importantes y esenciales para la salud de los argentinos y el desarrollo del país más allá de cualquier circunstancia política debe ser un mandato innegociable para la clase política de estos tiempos. Las obras no son de los dirigentes sino de la gente”, remarcó Satto.