Los resultados de la lista Multicolor en la elección de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) Histórica “fueron muy positivos”, afirmó a AIM Sofía Cáceres Sforza, quien fue candidata a Secretaria Técnica de Perfeccionamiento y Actualización Docente, quien indicó: “Nos alienta a fortalecer esta herramienta para dar discusiones por salarios dignos, mejores condiciones laborales y por una universidad popular donde haya autonomía de la producción de conocimiento crítico tanto en las investigaciones como en la extensión transformadora”.

La Multicolor en la Conadu Historia “hizo una gran elección, porque (en términos generales) se logró un 40 por ciento de los votos, es decir, se aumentó el acompañamiento de la docencia universitaria y preuniversitaria pero, lamentablemente, el Estatuto establece que la elección de su Mesa Ejecutivo es de forma indirecta por medio de Congresales, por lo que se distorsiona el mandato de las bases”. Al respecto precisó que “más allá de que se obtuvo el 40 por ciento de los votos se logró un porcentaje menor en cuanto congresales y, consecuentemente, en la Mesa Ejecutiva”.

Además, Sforza advirtió que el proceso electoral se realizó “cuando en las universidades recién se estaba volviendo a la presencialidad -después de dos años de pandemia-, por lo que la campaña se realizó con mucho esfuerzo militante, dando las discusiones que desde la Multicolor se sostienen que son fundamentales para la Federación”.

Más allá de las adversidades, “el esfuerzo de recorrer el país se vio reflejado en la muy buena elección que se hizo en un marco adverso para desarrollar cualquier campaña, ya que, normalmente, en la elección de un sindicato se hace campaña y se trabaja, discute y debate en los lugares de trabajo y cuando esas instancias no se pueden dar se dificulta mucho más”, apuntó la politóloga.

Sin embargo, ante este resultado “se plantea el desafío de seguir construyendo la Multicolor, como una herramienta de defensa de los salarios de la docencia (universitaria y preuniversitaria), de las condiciones de trabajo y, también, por supuesto, de qué modelo queremos que nosotros planteamos uno que responda a las mayorías sociales y populares, ante los intereses que hay ante la mercantilización del conocimiento, la autonomía de la producción de conocimiento crítico (investigaciones y extensión transformadora) y no al servicio de unos pocos”.