En una carta abierta, la agrupación Activa de la Unión Cívica Radical (UCR) señaló que “ciertas figuras utilizaron las estructuras del Estado para su beneficio personal, con el objetivo de perpetuar sus intereses dentro del partido y acrecentar los mismos en el ámbito privado”.
La UCR, “antaño columna vertebral de la República, parece hoy atrapada por dirigentes que, lejos de representar los valores históricos del radicalismo, hicieron del partido un trampolín para negocios personales”, indicaron y precisaron: “Personajes que surgieron en momentos claves de la política nacional, no por sus méritos políticos, sino por la oportunidad que les ofreció un contexto favorable. Desde entonces, este tipo de liderazgos han inmovilizado a la UCR, subordinándola a una estructura de intereses familiares y privados, desde la que controlan las decisiones partidarias”.
“La falta de escrúpulos y la ausencia de una verdadera vocación política han empujado al partido a una decadencia alarmante. La UCR ha sido fagocitada por una alianza con sectores que poco o nada tienen que ver con el ideario radical, como el PRO, y más recientemente con la amenaza de quedar atrapada por las ideas libertarias de Milei. En lugar de plantarse como una alternativa de poder con principios y visión, el partido ha sido reducido a un instrumento electoral al servicio de unos pocos”, precisaron.
En ese marco, indicaron un ejemplo claro de esta sumisión es que legisladores nacionales no acompañaron a los diputados radicales que decidieron salir del bloque por haberse cansado de ver cómo el partido apoyaba desembozadamente los proyectos impulsados por La Libertad Avanza: “Este alineamiento con sectores que nada tienen que ver con el ideario radical no es casualidad. Todo indica que Benedetti estaría buscando ser candidato a senador, con el respaldo de Rogelio Frigerio y, más alarmante aún, con el apoyo del partido de Javier Milei, LLA. Esto se desprende de sus actitudes, como las declaraciones recientes en consonancia con el ex presidente Macri y en contra del Presidente de la UCR”.
“El resultado es claro: una UCR que ya no es visible como fuerza propia, que no se menciona por su nombre y que, en el mejor de los casos, es referida como un apéndice de Cambiemos o Juntos por el Cambio. Ante esta situación, es imprescindible reflexionar sobre el futuro del partido. Si no se actúa para rescatar su identidad, pronto podría enfrentar la desaparición como opción política de peso”, subrayaron.
Ante ese escenario, aseguraron que la UCR “no puede seguir siendo rehénes de mediocres y personalistas. Necesita romper con este círculo vicioso y recuperar su esencia, su historia, y, sobre todo, su lealtad al pueblo, algo que jamás se construye de la mano de traidores”.