CreaLab, una consultora especializada en medio ambiente instalaría la factoría en Monteros.
La posibilidad de que Tucumán tenga una planta de tratamiento para la vinaza está siempre latente. Y, en las actuales condiciones de pandemia de coronavirus, un emprendimiento de esta naturaleza puede contribuir al cuidado del medio ambiente y de la salud de la población. En esa orientación, CreaLab, una consultora especializada en medio ambiente, y que desarrolló una solución ambiental sustentable, integral y definitiva para la vinaza (efluente de la producción de bioetanol de caña) considera la viabilidad de la instalación de un establecimiento en Monteros que, en principio, se abastecería de lo producido por siete ingenios de la zona. La iniciativa se denomina Proyecto Nueva Tucumán, avalado por compañías líder a nivel mundial, según explicó Mónica Cabariti, directora de CreaLab.
La ejecutiva explicó que el proceso para la planta de tratamiento utiliza tecnologías ampliamente conocidas y permite transformar la vinaza en energía eléctrica renovable y sulfato de potasio (fertilizante de alto valor agregado que la Argentina importa). “En la búsqueda de una solución ambiental definitiva, identificamos esta oportunidad de negocio, en el que el sulfato de potasio puede llegar a pagar la inversión. La Argentina importa unas 10.000 toneladas de ese producto y la planta de tratamiento sugerida puede llegar a generar unas 70.000 toneladas”, resaltó la ejecutiva.
Cabarati, en este sentido, considera que la industria madre tucumana puede diversificar su actividad, teniendo una perspectiva de comercialización que vaya más allá del azúcar y del alcohol. Asimismo, este emprendimiento posibilitaría reducir los costos para la generación de biocombustibles. Hace algunos años se calculó que la planta de tratamiento podría generar unos 75 millones de dólares anuales.
El Proyecto propone que un porcentaje de las ganancias se destinen a un programa para 3.000 pequeños cañeros y los municipios afectados. “De esta manera el residuo que hoy contamina se transforma en fuente de ingresos para la Provincia y también para la Nación por la sustitución de importación de sulfato de potasio”, agregó la directora de CreaLab.
Según su criterio, el Proyecto Nueva Tucumán es la única solución ambiental integral y definitiva que además permite generar ingresos, pagar la inversión y distribuir parte de los beneficios, fortaleciendo la cadena de valor. “Durante los años 2012 y 2013 hicimos inversión importante para tener la viabilidad técnica solicitada por industriales y autoridades.
A pesar de los reconocimientos obtenidos de parte de los funcionarios, hubo intereses y complicaciones que no nos permitieron avanzar”, recordó. Cabariti sostiene que, como ayer, hoy falta la decisión política de avanzar con un emprendimiento que cuenta con compañías multinacionales y nacionales interesadas en el negocio, que puede convertirse en un polo de producción de biocombustibles, asegurando la sustentabilidad de la producción de caña, además de generar energía eléctrica renovable y sulfato de potasio para exportación.
“De otra manera, seguirá latente el riesgo de contaminación de la cuenca Salí-Dulce en Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba. Los problemas ambientales no están disociados de las cuestiones que tienen que ver con la salud de la población y de la generación de empleos. Creo que esta planta de tratamiento puede ser una solución para estas problemáticas en un momento especial para el mundo, con la pandemia, que requiere un escenario de menor contaminación posible que implique problemas respiratorios para los ciudadanos”, concluyó.
Fuente: La Gaceta.-