Durante diciembre el mercado ganadero se caracterizó por cierta volatilidad en las cotizaciones, donde la hacienda gorda con destino a consumo interno y la invernada continuaron su recorrido alcista, mientras que las categorías con destino a exportación registraron leves caídas en sus valores, se informó a AIM desde la cooperativa La Ganadera.

El gordo liviano de consumo interno tuvo incrementos con respecto a noviembre que fueron desde 3,37 por ciento al 3,52 por ciento impulsado por la reducción de la oferta que se viene profundizando mes a mes, y una demanda que a pesar de haber sido selectiva en sus conjuntos, tuvo las necesidades propias del mayor consumo por las fiestas de fin de año.

La incertidumbre ante los anuncios oficiales con respecto al nuevo esquema de cupos para el comercio exterior de carne vacuna a partir del 31 de diciembre, cuando vencen los actuales montados por el gobierno; ha generado inestabilidad en los valores de las categorías con dicho destino, que culminaron el último mes del año con un retroceso en los precios del -0,46 por ciento en la vaca gorda, -1,76 por ciento para la vaca de conserva o invernada y del -1,64 por ciento en los toros con respecto al mes anterior.

La invernada por su parte mantuvo la tendencia alcista registrada en la última parte del año, con subas del 9,15 por ciento para las hembras y un 3,99 por ciento para los machos; motivadas principalmente por la necesidad de reposición de los feed lots y el contexto inflacionario que lleva a los productores a liquidar los pesos para calzarse en esta categoría a pesar que los números del engorde no son rentables.

Proyectando el 2022, las condiciones climáticas adversas que se venían atravesando podrían generar la necesidad en los productores de reducir sus stocks por la falta de recursos forrajeros en los primeros meses del año; sumado a que las relaciones de compra-venta tornan muy ajustados los números para el engorde a corral bajo un planteo tradicional, que produjo un vaciamiento de los feed lots culminando el 2021 con una baja tasa de ocupación; que hace entrever que se acentuará la restricción de la oferta del gordo en todas sus categorías para la primera parte del 2022.

En ese marco, desde la cooperativa consideraron que se deberá “recurrir en recrías más largas a pasto como una etapa ineludible en los procesos de engorde. Por otro lado, las proyecciones de stock de terneros y terneras para la próxima zafra no son alentadoras y probablemente terminen confirmando un nuevo retroceso para esta categoría, lo que nos permite concluir en que avizoramos un mercado con valores sostenidos al menos para el primer semestre del próximo año”.