La seca que se transitó durante la campaña 2021/2022, “fue muy intensa”, afirmó el asesor técnico de la Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos de Aranguren (Coopar), Rogelio Riccardo, quien explicó que “se debió a un episodio a nivel global que se denomina La Niña”.
La característica “son una disminución de las lluvias durante diciembre, enero y febrero, acompañada de altas temperaturas y poca humedad relativa, siendo este episodio el segundo año consecutivo, lo que acentuó más la falta de humedad”.
Las altas temperaturas, “durante varios días seguidos (durante el día e, incluso, con noches superiores a 30º) causó un gran daño en los cultivos de verano, que son los que definen rendimiento en este período”.
El más perjudicado “sin dudas fue el maíz de primera, con mermas en su rendimiento del orden del 50 al 70 por ciento, (entre 1500 y 3000 Kg promedio de rendimiento)”, indicó y agregó: “Los otros cultivos perjudicado fueron el Sorgo Granífero, con retraso y desuniformidad en su panojado, además de favorecer un intenso ataque de pulgón amarillo de la caña de azúcar”.
Otro cultivo damnificado “fue la soja de primera, que tuvo menos desarrollo vegetativo y comenzó el período de floración en condiciones de sequía, lo cual se nota en las plantas sectores con menor carga de chauchas” y a las sojas de segunda “afectó en algunos lotes su implantación, con sectores con pocas plantas, y con merma en el desarrollo vegetativo, pero con buenas condiciones en la parte reproductiva”. Además, se dañó “la producción de forrajes, tanto para tambos, cría e invernada”.
En ese marco, contó que los asociados más afectados “fueron los de la zona de Aranguren, parte de la zona de Don Cristobal, Nogoyá, y parte de la zona de Victoria, en general toda la zona fue perjudicada, con mermas de rendimientos comparados con un año normal, pero algunas zonas que les calló algún chaparrón , que marcaron la diferencia”.
“Todo esto impactó en forma muy negativa en la economía del asociado, teniendo en cuenta que es el segundo consecutivo de este evento y el tercer año con problemas en rendimiento de sojas”, precisó el ingeniero agrónomo.
Al respecto, el encargado del área comercial de Coopar, Andrés Rosado, consideró que cada productor es un mundo, es un empresario: “Si bien nosotros a diciembre estábamos muy contentos, porque se había dado la conjunción de un buen volumen de trigo con buenos precios que había generado en la empresa agropecuaria un superávit, una buena situación económica y financiera, hoy por hoy, esa misma situación se revirtió; el grueso de la producción anual de nuestros campos se dio en el verano, el grueso de los insumos también se dio en el verano y la sequía fue lo que más afectó, con lo cual muchos productores seguramente tengan que re-financiar parte de los insumos que sacaron esta campaña, porque muchos cultivos no van a poder llegar a cubrirse”.
En ese sentido, precisó que la ‘Emergencia agropecuaria’, es buena pero insuficiente: “Frente a una situación mala, cualquier cosa que te ayude es buena. Ahora, esta ayuda ¿llega a apalear el daño que se te hizo? No”.
La medida gubernamental “es una ayuda buena que no llega a apalear el daño que se produjo a los cultivos, porque, en realidad, lo que hace una situación de emergencia agropecuaria es, en una primera etapa, prorrogar los vencimientos de pagados del Impuesto Inmobiliario Rural (IIR), lo cual tiene un efecto financiero bueno, porque no te significa pagar hoy, pero económicamente no varía en nada, porque mañana lo vas a tener que pagar; es decir, el año que viene se te va a trasladar y vas a tener que pagarlo el año que viene. Financieramente te da una ayuda, pero económicamente no”.
En cuanto al financiamiento, consideró que “si es para cubrir costos de siembra y plantación de cultivos, ayuda; si es financiamiento para mejorar la parte de maquinaria y demás, no creo que el productor esté pensando en mejorar su parte de maquinarias, por lo menos este año, con créditos subsidiados”.
Acompañamiento de los productores desde Coopar
Ante este complejo escenario, “el productor sabe que ante cualquier problema Coopar no es una entidad bancaria ni una empresa multinacional que no es táctico en cuanto a sus vencimientos, siempre hemos ayudado a todos los productores que han tenido problemas, nos hemos sentado con ellos, hemos visto y analizado la situación, situación por situación, caso por caso y hemos tratado de colaborar para que nuestros asociados puedan atravesar el impacto de esta situación, de esta sequía”.
También, Rosado subrayó que “todo el equipo técnico que tiene ésta cooperativa está un poco abocado a dos cosas: primero a garantizar a los productores insumos para que puedan seguir trabajando, porque la única forma de salir de una situación crítica como es esta es producir; entonces una de nuestras preocupaciones era contar con todos los insumos para que el producto pueda sembrar y no tenga que entra en una nueva campaña con recursos limitados. En eso el productor se puede quedar tranquilo, que toda la cooperativa está trabajando en pos de eso. Lo segundo es que, bueno, no es la primera sequía, no es la primera situación adversa que estamos teniendo y que hemos superado cosas iguales o peores, siempre trabajando juntos. La clave de esto es lo que le da sentido al cooperativismo, frente a las debilidades nuestras, la fortaleza como sector”.
Al respecto, destacó que Coopar acompaña a sus asociados brindándole asesoramiento agronómico, financiamiento de agroinsumos (fertilizantes, agroquímicos, gasoil, y servicios), como distintas alternativas de comercializar su producción, y demás insumos para sus familias”.
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