Las variables climatológicas en la zona de influencia de la Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos de Aranguren (Coopar), además de las políticas económicas que aplica el Gobierno Nacional, harían que “el balance de los cultivos de inviernos sea negativo, en función de cómo se viene desempeñando el año, aunque ese dato se tendrá preciso cuando se cosechen todos los cultivos de invierno”, afirmó el asesor de la organización, Gustavo Bearzi.
El clima de la campaña de cultivo de invierno “resultó esquivo en la presente campaña, en la zona de influencia de la cooperativa y si bien existen zonas que recibieron mayor oferta hídrica que otras (como Don Cristóbal) que se refleja en el estado de cultivos, se puede decir que el balance será negativo y, en mayor medida, ese efecto se verá para la zona de Victoria y, en particular, en algunos distritos del departamento”.
Al respecto, el ingeniero aclaró que si bien no habrá datos certeros de los rindes hasta la cosecha (en noviembre/diciembre), se infiere que el impacto que podría tener en el bolsillo del productor “será muy negativo, teniendo en cuenta la reducción de rendimientos que habrá por el estado de los cultivos y las faltas de perspectivas de lluvias”.
Es que, en algunos casos, “se podría dar una reducción de rindes de hasta un 50 por ciento (esperemos que eso no crezca) respecto del rendimiento que se proyectó al momento de realizar la siembra”, detalló.
Además, del contexto climatológico, se suman las variables político-económicas, ya que “la gran suba de precios de los insumos que se dieron en esta campaña, ampliará el saldo negativo en el bolsillo del productor”, dijo.
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