La zanahoria es la principal fuente de pro-vitamina A en la dieta de los argentinos. Es una de las hortalizas de raíz comestible más producidas a nivel mundial debido a que su siembra se realiza casi todo el año. Alcanza una producción de más 36 millones de toneladas por año.
Nunca nadie vio a un conejo con lentes y muchos aluden a que se debe al consumo de zanahorias. Más allá del imaginario de la frase, es cierto que poseen propiedades que ayudan a mantener un buen estado de la vista debido a la vitamina A que contiene.
Puede ser utilizada de diferentes modos para su consumo: algunos la hierven, otros la rayan e incluso están quienes la utilizan para hacer budines. Lo importante es su ingesta ya que beneficia al organismo humano.
La zanahoria es una de las hortalizas de raíz comestible más producidas a nivel mundial debido a que su siembra se realiza prácticamente durante todo el año y alcanza una producción de más 36 millones de toneladas anualmente.
En nuestro país el cultivo de zanahoria se efectúa en diferentes regiones y permite el abastecimiento de la demanda a lo largo del año en los distintos mercados mayoristas nacionales.
Las plagas que atentan contra esta hortaliza son muchas. Entre ellas se destacan los nematodos, la mosca de la zanahoria, los pulgones, los gusanos grises y de alambre.
Para evitar este tipo de ataques es necesario que los productores cumplan con las recomendaciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Entre ellas, la que más se destaca es la inscripción en el Registro Nacional Sanitario Productores Agropecuarios (Renspa). Este sirve para fortalecer el control sanitario preservando la sanidad animal y vegetal y la calidad, higiene e inocuidad de los productos agropecuarios, insumos y alimentos.
En cuanto a la aplicación de las buenas prácticas, los productores deben tener en cuenta para la protección del cultivo el uso de técnicas de manejo integrado de plagas (MIP) y estrategia de rotación de principios activos para evitar resistencias de las mismas. También, deben utilizar únicamente productos registrados en el país para su uso en zanahoria (Resolución Senasa 934/10; ver Anexo Plaguicidas) y en caso de exportación productos no prohibidos en el país de destino.
Asimismo, los establecimientos donde se procese y envase la zanahoria deben estar habilitados por el Senasa, a fin de garantizar un producto en condiciones de calidad e inocuidad aptas para su consumo.
Según el sistema de consulta de comercio exterior de bienes durante el 2018, el principal destino de exportación fue el país vecino de Chile.
El resguardo de la salud sanitaria del país es un trabajo que implica de la responsabilidad de todos para continuar favoreciendo a la economía argentina a lo largo y ancho de su territorio.
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