El 29 de abril se celebra el Día internacional de la danza, instituido en 1982 por el comité de danza del Instituto Internacional de Teatro de la Unesco. Cada año, la Unesco solicita a una personalidad reconocida de este arte, que redacte un mensaje que después es difundido mundialmente, registró AIM. El mensaje del Día Internacional de la danza 2019 está a cargo de la bailarina, coreógrafa y docente egipcia Karima Mansour.[{adj:25698 alignright}]
Cada año desde 1982 se celebra el Día Internacional de la Danza el 29 de abril, como una forma de atraer la atención sobre el arte de la danza. También se busca reunir a todos aquellos que han elegido la danza como medio de expresión para que, traspasando las barreras culturales, políticas y étnicas, celebren la danza y su diversidad.
La medida se tomó a instancias del maestro ruso Piepor Gusev, de San Petersburgo, quien quiso rendir homenaje al gran innovador del ballet clásico, el coreógrafo innovador del ballet clásico, el coreógrafo francés Jean Georges Noverre, nacido el 29 de abril de 1727.
Cada año, la Unesco solicita a una personalidad reconocida de este arte, que redacte un mensaje que después es difundido mundialmente.
Ese día las compañías y escuelas de danza, organizaciones y particulares, llevan a cabo actividades dirigidas a una audiencia fuera de su ámbito habitual. Es un día de fiesta que celebran todos los países del mundo con espectáculos especialmente dedicados a la danza a través de: clases abiertas, ensayos al aire libre, conferencias, exposiciones, publicaciones en diarios y revistas, bailes populares, programas en radio y TV, espectáculos callejeros, entre otros.
Sobre la danza
La danza o el baile es un arte donde se utiliza el movimiento del cuerpo usualmente con música, como una forma de expresión, de interacción social, con fines de entretenimiento, artístico o religioso. Es el movimiento en el espacio que se realiza con una parte o todo el cuerpo del ejecutante, con cierto compás o ritmo como expresión de sentimientos individuales, o de símbolos de la cultura y la sociedad. En este sentido, la danza también es una forma de comunicación, ya que se usa el lenguaje no verbal entre los seres humanos, donde el bailarín o bailarina expresa sentimientos y emociones a través de sus movimientos y gestos. Se realiza mayormente con música, ya sea una canción, pieza musical o sonidos.
Dentro de la danza existe la coreografía, que es el arte de crear danzas. La persona que crea coreografía, se le conoce como coreógrafo. La danza se puede bailar con un número variado de bailarines, que va desde solitario, en pareja o grupos, pero el número por lo general dependerá de la danza que se va a ejecutar y también de su objetivo, y en algunos casos más estructurados, de la idea del coreógrafo.
La danza en otras aplicaciones
En el deporte también se incorpora la danza, como en la gimnasia, el patinaje artístico sobre hielo o sobre ruedas, la natación sincronizada y la gimnasia rítmica, como asimismo el kata, de las artes marciales, que puede asociarse como un tipo de baile. Por otro lado también se utiliza como figura literaria metafórica, por ejemplo, al describir el movimiento de objetos inanimados: las hojas bailaban con el viento. Asimismo la danza también desempeña un papel comunicativo dentro de los patrones de comportamiento de los animales, como la danza de las abejas, o algunas especies de aves como el Fusil magnífica, en que el macho baila para atraer a la hembra al apareamiento (a esto se le conoce como cortejo).
Historia
La historia de la danza estudia la evolución de la danza a través del tiempo. Desde la prehistoria el ser humano ha tenido la necesidad de comunicarse corporalmente, con movimientos que expresaban sentimientos y estados de ánimo. Estos primeros movimientos rítmicos sirvieron igualmente para ritualizar acontecimientos importantes (nacimientos, defunciones, bodas). En principio, la danza tenía un componente ritual, celebrada en ceremonias de fecundidad, caza o guerra, o de diversa índole religiosa, donde la propia respiración y los latidos del corazón sirvieron para otorgar una primera cadencia a la danza.
La danza y la música
Muchas formas tempranas de la música y la danza se han creado y realizado en conjunto. Este desarrollo ha continuado vinculado a través del tiempo con las formas de danza/música, tales como: vals, tango, disco, salsa, electrónica y hip-hop. Algunos géneros musicales tienen una forma de danza en paralelo, como la música barroca y danza barroca, mientras que otros, como la música clásica y ballet clásico, se han desarrollado por separado.
Aunque la danza es acompañada a menudo por la música, también pueden ser presentada de forma independiente o proporcionar su propio acompañamiento (claqué). El género de música utilizada en la danza no necesariamente llevará el mismo estilo. También la danza puede llevarse a cabo sin la música, el bailarín se moverá con su propio ritmo o con el sugerido por el coreógrafo.
Géneros de danza
La danza ha ido evolucionando en muchos estilos, desde la danza académica o ballet, hasta el breakdance y el krumping. Las definiciones que constituyen a la danza dependen de factores sociales, culturales, estéticos, artísticos y morales, así como también del rango de movimiento funcional (como la danza folclórica) hasta las técnicas virtuosas (como el ballet). Cada danza, no importa el estilo, tiene algo en común, ya que en la mayor parte de los casos implica tener flexibilidad y movimiento del cuerpo, así como condición física.
Clásicos
Principalmente llevan movimientos y elementos armoniosos, suaves y coordinados:
Ballet
Danza Medieval, Barroca, Renacentista
Danza contemporánea
Ballet contemporáneo
Folclóricos
Las danzas folclóricas son danzas que por lo general pertenecen a la cultura y etnia de una región, país o comunidad y pertenecen a la cultura popular.
Modernos
La danza moderna es una expresión corporal artística que nace de la interpretación y visión del bailarín o coreógrafo. Sus movimientos son una expresión libre y fluida de estados, emociones, metáforas o ideas abstractas.
La danza moderna rompe con las reglas y criterios del ballet clásico. No sigue pasos ni movimientos estructurados de antemano. A diferencia del ballet clásico —cuyos movimientos son aéreos y elevados— la danza moderna se arraiga más en la tierra.
Mensaje del Día Internacional de la Danza 2019
La bailarina, coreógrafa y docente egipcia Karima Mansour ha sido la responsable de escribir el manifiesto de este año.
Karima Mansour, bailarina, coreógrafa, docente y fundadora de El Cairo Contemporary
Dance Center (CCDC), ha sido la encargada de escribir el Mensaje del Día Internacional de la Danza 2019, que reza así:
“En el principio hubo el movimiento… y desde el inicio de los tiempos, la danza ha sido un medio poderoso de expresión y celebración. Desde su aparición en los murales de los faraones egipcios hasta el presente, ha inspirado a los creadores de danza. La danza se usó para evocar a los muchos dioses y diosas de la danza, que simbolizaban significados y conceptos como el equilibrio, que se vincula con la justicia, la musicalidad, el tono, la conciencia individual y cósmica, etcétera.
Una vez leí que: “Se creía que, en tiempos de los faraones, la danza servía para elevar el espíritu del bailarín y de la audiencia de espectadores o de los participantes. La música y la danza alentaban los impulsos más elevados de la condición humana al mismo tiempo que consolaban a la gente de las decepciones y de las pérdidas de sus vidas”.
Todos nosotros hablamos el lenguaje del movimiento. El movimiento es un lenguaje universal que nos pertenece a todos siempre que estemos dispuestos a aguzar nuestros sentidos y a escuchar. Es preciso escuchar, escuchar sin interferencias, escuchar sin juzgar, escuchar en silencio y permitiendo que el movimiento recorra el cuerpo en cada momento, porque tanto nuestro interior como todo lo que nos rodea está en movimiento, en movimiento constante. Entonces es cuando el cuerpo no miente, porque está escuchando su verdad y la está expresando.
Al escuchar el latido de nuestro corazón, podemos bailar la danza de la vida, que requiere movimiento, agilidad y adaptabilidad, una coreografía en constante variación.
En esta época en la que la conexión y la conectividad han adquirido nuevos significados y estamos en el punto más bajo de nuestra capacidad de conexión… La danza sigue siendo el acto al que más recurrimos para ayudarnos a restablecer esa conexión perdida. La danza nos devuelve a nuestras raíces, tanto en un sentido cultural, como en el sentido sensorial, personal e individual más inmediato, hasta alcanzar el núcleo y el corazón, al tiempo que nos capacita como animales sociales.
Porque solo cuando nos conectamos con nosotros mismos, cuando escuchamos nuestro ritmo interior, podemos conectar verdaderamente con otros y comunicarnos.
La danza es el lugar donde la cultura se comparte y las fronteras se derrumban en el espacio de la inclusión y la unidad, a través del lenguaje tácito de la universalidad.
El cuerpo es un instrumento de expresión, el vehículo de nuestra voz, nuestros pensamientos, sentimientos, historia, de nuestro ser y existencia, de nuestro anhelo de expresar y conectar, que se manifiesta por medio del movimiento.
La danza es un espacio que nos permite conectar con nuestra verdad; por eso, necesita un espacio tranquilo. La danza nos permite conectarnos y sentirnos plenos, y solo en ese sentimiento podemos encontrar la paz, y con la paz llega el silencio y gracias a él, podemos oír, escuchar, hablar y a través de la quietud, aprendemos a bailar nuestras verdades y es entonces cuando la danza se vuelve pertinente.
En el movimiento y en la danza, nos podemos mover de la vertical a la horizontal, de arriba a abajo, y viceversa. El movimiento y la danza pueden crear el caos, reorganizarlo o no. Ahí es donde somos capaces de crear nuestras propias realidades y los momentos fugaces y efímeros, uno tras otro. Momentos que nos pueden conmover y permanecer en nuestros recuerdos para inspirarnos y cambiarnos para toda la vida. Ése es el auténtico poder de la verdadera expresión y, por lo tanto, el poder de la danza.
La danza es sanadora. La danza es donde la humanidad puede encontrarse.
Invito a la gente a ir más allá de las fronteras, más allá de la crisis de identidad, más allá del nacionalismo y más allá de las definiciones. Liberémonos de esas limitaciones y encontremos el movimiento y el impulso en ese lenguaje universal. Invito a todos a bailar al ritmo de su corazón, de su verdad interna, porque son esos movimientos internos los que conducen a las revoluciones internas, donde el cambio real tiene lugar”.