Este año, el otoño en el hemisferio Sur comenzó ayer hoy, 20 de marzo, cuando se produjo el equinoccio, es decir, el sol permaneció sobre el horizonte exactamente 12 horas, la mitad del día.
Durante el solsticio hay un hemisferio que recibe más luz que otro por eso en unos sitios es invierno y en otros verano. Antiguamente se creía que en ese momento en el que los dos hemisferios tenían la misma luz, se conseguía el equilibrio en el mundo.
Hoy en día hay muchas teorías que creen que durante los equinoccios se puede alcanzar el equilibrio en la vida.
El otoño es adecuado para meditar y relajarse contemplando paisajes, es el momento para cosechar alimentos como berenjenas, tomates, pimientos, peras.
Las estaciones astronómicas se producen porque la Tierra se traslada alrededor del Sol en una órbita prácticamente circular con su eje de rotación inclinado respecto al plano de la órbita, lo que produce distintas iluminaciones de los hemisferios Norte y Sur durante el año.
El Sol sale exactamente por el punto cardinal Este y se pone exactamente por el punto cardinal Oeste, de manera que está sobre el horizonte el mismo tiempo que está debajo de él.
El otoño, estación que en los climas fríos implica claramente una merma en la vitalidad de la naturaleza que anuncia el invierno, ha dado lugar a grandes expresiones poéticas, como este soneto de Juan Ramón Jiménez.
Estaba echado yo en la tierra, enfrente
el infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.
Pensé en arrancarme el corazón, y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
el ancho surco del terruño tierno,
a ver si con partirlo y con sembrarlo,
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.
O esta, de Manuel Machado
Me siento, a veces, triste
como una tarde del otoño viejo;
de saudades sin nombre,
de penas melancólicas tan lleno...
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las tumbas de los muertos
y en torno a los cipreses y a los sauces
que, abatidos, se inclinan... Y me acuerdo
de historias tristes, sin poesía... Historias
que tienen casi blancos mis cabellos.
De la Redacción de AIM.