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Cymbalista: “Es momento de repensar la política de prevención y asistencia de adicciones” 

En Entre Ríos “se tomó la decisión explícita de eliminar todo programa, acción o política preventiva en adicciones”, indicó a AIM el abogado diplomado en Abordaje integral de las adicciones, Pablo Cymbalista, quien considerò que “es momento de repensar la política de prevención, lo cual también implicará el cambio en las acciones de asistencia”.

El autor de Hablemos de adicciones, tiene una larga trayectoria en derecho, salud y adicciones. Cymbalista fue asesor legal, tallerista y autor de programas preventivos de la Secretaría de Lucha Contra las Adicciones de Entre Ríos y miembro de la mesa provincial de salud. Tiene experiencia como profesor en nivel secundario, seminarios y postgrados universitarios. Actualmente, además de ser asesor legal de la Secretaría de Salud, dicta talleres charlas y capacitaciones sobre adicciones desde su consultora Mind Up.

En esta entrevista, el abogado repasa el contexto complejo en Argentina. Su diagnóstico es preciso: el Estado no cumple el rol que debería cumplir, ya que considera que la nueva Ley de salud mental es ineficiente y, a la par, advierte un repliegue gubernamental en cuanto a política de prevención y tratamiento de adicciones.


? ¿Cómo impacta la nueva ley de salud mental? ¿Pensas que es acorde al contexto y es una herramienta útil el paradigma que sostiene?
? La nueva Ley de Salud Mental, que fue sancionada en 2010, fue aprobada en un contexto en el que se relataba una supuesta “política de otorgar derechos” y por lo tanto siguió esa línea de pensamiento. Lo cierto es que se promocionó como una ley progresista, que supuestamente iba a traer cambios que beneficiarían a quienes padecen de una enfermedad mental y cambiando el sistema de salud que atendía este tipo de situaciones, pero la realidad mostró que nada de esto fue así, en primer lugar porque los cambios estructurales que propone la Ley nunca se llevaron a cabo, no se destinaron los presupuestos que se debían y todo quedó en un hibrido que trae más complicaciones que soluciones; en segundo término, y más importante, en esa intención de “otorgar derechos” se olvidaron de que las personas con enfermedades mentales necesitan ayuda de otros, necesitan un abordaje integral de su situación y hasta a veces necesitan que se tomen decisiones drásticas que pueden parecer duras pero que, si se llevan a cabo como corresponde, terminan siendo beneficiosas para el paciente, entonces esa supuesta autonomía que pretenden darle al paciente en realidad los termina dejando mas desprotegidos que antes, y al mismo tiempo ponen al hombro de su entorno (familias, amigos, etc.) el tener que sobrellevar todo lo que el día a día implica cuando se padece una enfermedad de este tipo, y mas aún si nos referimos a una adicción, por lo que la Ley olvida por completo todo ello y se queda un simple discurso marketinero de “promoción de derechos” cuando en realidad lo que hace es interrumpir y distorsionar el pleno goce de los derechos que los pacientes y su familia siempre tuvieron y tienen. El tener una enfermedad mental no te hace perder ningún derecho, en todo caso quizás uno requiere de ayuda para ejercerlos, por lo que con esta Ley no se “da” ningún derecho, solo se le pretende dar una autonomía que los pacientes por sí mismos no pueden ejercer. Por ello (y por otras cuestiones técnico-legales que también llevaría todo un desarrollo explicarlas), es que la Ley de salud mental no es más que un llamativo relato de nuevos aires y paradigmas pero que en la realidad llevo más complicaciones que soluciones a quienes día a día (como pacientes o como entorno directo) deben sobrellevar ante una enfermedad de este tipo, y en cuando al tema adicciones, es mucho peor, ya que no las aborda con la especificidad que requieren, y por tanto las implicancias negativas son aún peores, de allí que los especialistas serios en el tema piden que se dicte una Ley específica para el abordaje de las adicciones separada de la Ley de salud mental general.
? ¿Se debe tratar de acompañar a los adictos?
? La adicción es una enfermedad, con sus complejidades y características particulares, pero una enfermedad al fin, por ello es que los adictos deben ser acompañados de manera integral y eficiente, disponiendo para cada caso el tratamiento adecuado. De nada sirven esos dispositivos generales que por ejemplo la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) promociona, porque no son más que reuniones grupales esporádicas que no atienden cada caso en particular, pretendiendo que con ello se genere un verdadero acompañamiento y evitando que se apliquen otras medidas que quizás el adicto necesita – como una internación por ejemplo-, pero que muchas veces colisiona con la ideología que pretenden imponer desde los organismos públicos, generando que la persona no pueda recuperarse pero si logra mantener, para la foto, el relato que se pretende mostrar. Si esto no cambia, el problema se seguirá agravando y seguirá destruyendo cada vez mas el tejido social, sobre todo en los ámbitos mas vulnerables y que mayor atención necesitan.

? ¿Consideras que la Ley de narcomenudeo es una solución?
? La Ley de Narcomenudeo generó algo de polémica, sobre todo entre aquellos que, por cuestiones ideológicas y quizás por otros intereses, pretenden instalar de que con esta norma busca criminalizar al más débil de la cadena narco y hasta se animan a decir que tiene tintes discriminatorios, justificando incluso a quienes se dedican a esta práctica.
Lo cierto es que el narcomenudeo es justamente el proceso en donde la droga se convierte en dinero. Bien sabido es que las organizaciones narcos tienen como ventaja para sus operaciones el enorme caudal de recursos económicos, y esta inmensa cantidad de dinero justamente se genera cuando la mercancía se convierte en billetes constantes y sonantes, entonces, debe entenderse que la Ley de narcomenudeo es una herramienta imprescindible para atacar al narcotráfico, ya que al mismo debe combatírselo desde lo macro, desbaratando organizaciones, desarmando sus entramados financieros pero también desde lo micro, cerrando las bocas de expendio donde, como ya dije, la droga se vuelve dinero.
Solo si se comprende cómo funciona el mecanismo narco y la importancia de cada eslabón de la cadena, no importa lo alto o bajo en que se encuentre, y se deja de lado el velo ideológico y de intereses turbios, podrán implementarse verdaderas estrategias de combate al narcotráfico y todas sus ramificaciones.

? ¿Qué rol debería tener el Estado?
? El Estado, como ejecutor de políticas públicas, en el tema adicciones el primer rol que debe tomar es el de preventor; ya que son muchas más las personas que no se encuentran alcanzadas por esta problemática que las que si lo están, por lo que es fundamental el papel que desde los organismos públicos se juegue en cuando a prevenir el consumo. Para ello, el primer paso que debe darse es llamar a las cosas por su nombre ya que en los últimos años impuso el concepto de “consumo problemático” como eufemismo romántico casi para evitar llamar a este fenómeno lo que es: una enfermedad llamada Adicción. Recordemos que nadie dice que una persona tiene “niveles problemáticos de presión arterial” se dice que tiene Hipertensión, como tampoco nadie dice que tiene “niveles problemáticos de insulina” se dice que tiene Diabetes, y como consecuencia de ello vemos como por ejemplo en Entre Ríos se tomó la decisión explícita de eliminar todo programa, acción o política preventiva en adicciones, dejando a miles de personas sin esa herramienta e incluso se dejó de lado el llevar a cabo los relevamientos estadísticos del consumo, como si dejando de medirlo el problema se acaba.
Es momento de repensar la política de prevención, lo cual también implicará el cambio en las acciones de asistencia. Es imperativo volver a la clasificación de “uso, abuso y dependencia” para abordar esta problemática, facilitando así abordar cada una de las instancias de consumo, aplicando acciones eficientes que permitan evitar que cada vez más personas, sobre todo jóvenes, caigan en las adicciones, y al mismo tiempo brindando la asistencia necesaria para las que si padecen de una adicción, dejando de lado relatos progres, y facilitando la pronta y sostenible recuperación.
Y al mismo tiempo, y quizás, por lo que se puede ver en la realidad, como primer paso, al menos debería frenarse esta oleada de promoción del consumo que se exhibe desde diferentes organismos y referentes del gobierno, tanto nacional como provincial, lo cual no hace más que agravar el problema y lleva un mensaje a la sociedad con el que se banaliza cada vez más el consumo y hasta se logra hacer pensar que incluso algunos tienen beneficios.

adicciones Salud Mental Cymbalista

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