Año a año, Paraná fue diversificando y fortaleciendo la oferta cultural, así como también la presencia de espacios dedicados a shows, espectáculos y actividades de esparcimiento. Entre los lugares más reconocidos de la capital provincial, se encuentran el teatro municipal 3 de Febrero y el centro cultural Juan L. Ortiz, ambos constituyen unos os espacios de mayor renombre dentro del circuito social de la ciudad.
Inaugurado en 1908 y considerado uno de los más bellos del país, el teatro municipal 3 de Febrero se remonta a una época importante para la historia entrerriana: La Batalla de Caseros. El edificio fusiona la confluencia del Renacimiento italiano con la elegancia del Barroco alemán y la arquitectura francesa, similar a las características del Teatro Colón, inaugurado ese mismo año.
El teatro se erigió en el mismo sitio donde se construyera el primer teatro concebido por el general Justo José de Urquiza para concentrar la actividad social y cultural de Paraná, Capital de la Confederación Argentina.
La obra estuvo a cargo del arquitecto italiano Lorenzo Siegerist. Los trabajos de mampostería, herrería y carpintería fueron ejecutados por las empresas paranaenses Volpe, Gaggero y Nux Hermanos, esta última a cargo del artesanado de los techos.
La decoración artística del plafond fue realizada por el pintor Ítalo Piccioli, distinguiéndose allí los rostros de cuatro músicos memorables: Verdi, Puccini, Donizetti, y Bellini. Los artistas plásticos Carlos Castellán y Raúl González realizaron oportunamente trabajos de restauración.
El Teatro 3 de Febrero fue un centro social importante; albergó tanto los bailes de carnaval y el circo, boxeo y la riña de gallos, como conmemoraciones de fechas patrias. Pasaron por la sala figuras de nivel internacional de todas las expresiones artísticas: danza, música, cine y teatro entre otras.
En 1994, el teatro fue restaurado para ser sede de las Sesiones de la Convención Nacional Constituyente, mientras que el pasado 18 de octubre se conmemoraron los 110 años del lugar y, por tal motivo, se realizaron diferentes actividades, como exposición de elementos, escenografías y piezas históricas que formaron parte de la historia del 3 de Febrero. Un dato no menor es que en 2008, fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Otro lugar no menos importante para la sociedad entrerriana es el centro cultural Juan L. Ortíz, inaugurado en diciembre de 1987, en lo que fuera el antiguo Mercado de Abasto de Paraná, sobre avda. Francisco Ramírez. Su nombre es un homenaje a uno de los poetas entrerrianos de mayor trascendencia nacional e internacional, Don Juan Laurentino Ortiz.
En 1999, encontró lugar estable en uno de los galpones contiguos a la Estación del Ferrocarril General Urquiza. El lugar aún conserva las características de aquellas épocas, enmarcado por un galpón inmenso y una locomotora interna convertida ahora en sala.
Desde hace casi una década, el centro cuenta con una cartelera diversa todos los días: Desde espectáculos hasta muestras plásticas, sastrería teatral, biblioteca (con más de 110 libros), y tres salas para ensayos y talleres, con capacidad de hasta 300 personas.
El Juanele, como también suele nombrarse, tiene también un patio, donde se llevan a cabo numerosos espectáculos al aire libre. Cabe destacar que, a través de un convenio nacional con el Incaa, se equipó una sala con la tecnología necesaria para proyectar ciclos de cine argentino y latinoamericano.
En 2017, gracias al trabajo de la municipalidad de Paraná, quedó reinaugurada la Sala Mayor El Ángel inclinado, tras los daños que había sufrido durante una de las tormentas más fuertes de 2016. Este especio dentro del Juanele se considera el corazón del Juanele, y ayuda a descongestionar al teatro municipal.
De la Redacción de AIM.