El Gobierno reajustará el salario mínimo a la pauta de 25 por ciento de aumento que establecieron gremios como Camioneros o Alimentación. Lo hará en la convocatoria al Consejo del Salario, que el ministerio de Trabajo prevé para la primera quincena de julio y que este año tendrá impacto sobre las cláusulas de revisión de la mayoría de las paritarias cerradas en el primer semestre. Como novedad, la administración de Mauricio Macri analiza en esta ocasión abrir el debate al planteo empresarial de habilitar distintos montos del piso salarial de acuerdo con cada región del país.
La base de ingresos que cada año determina el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil tiene un efecto inmediato sobre un universo reducido de entre 200 mil y 300 mil trabajadores que no están regidos por convenios colectivos y cuyos haberes se ajustan de acuerdo con esta institución. Su repercusión más amplia, sin embargo, es sobre los sueldos de los trabajadores informales que, en teoría, pueden utilizarlo como referencia. Además, impacta sobre el valor de unos 400 mil planes sociales (se ajustan en igual proporción) y a mediano plazo tracciona sobre la cuota de los créditos hipotecarios UVA.
Pero este año, con la inmensa mayoría de las paritarias resueltas, tendrá mucha mayor incidencia que en años anteriores al blanquear el número que el Ejecutivo validará para el reajuste de las negociaciones que cerraron en torno del 15 por ciento con cláusulas de revisión operativas en el segundo semestre. En ese aspecto, el 25 por ciento de suba en tres cuotas que pactó días atrás Hugo Moyano para los camioneros, y el 25,5 por ciento firmado ayer en Alimentación serán las referencias ineludibles para el nuevo mínimo, reconocieron en la cartera laboral.
La convocatoria está prevista para mediados de julio. Esta semana se cumplió un año de la última reunión del Consejo, cuando a falta de acuerdo entre las cámaras empresarias y el sindicalismo el Gobierno introdujo un laudo que llevó el salario mínimo a 10.000 pesos en tres tramos, con un ajuste de 24 por ciento. Fue la segunda vez desde 1991, cuando la ley instauró el mecanismo, en que se fija el nuevo monto sin acuerdo de los dos tercios de los participantes, como exige la norma.
El Consejo repetirá este año integrantes: la mayoría de la representación sindical correrá por cuenta de la CGT y serán invitados también los líderes de ambas versiones de la CTA, en tanto que la comitiva empresaria estará compuesta por la Unión Industrial, las cámaras de Comercio y Construcción, las entidades financieras, la Bolsa de Comercio y el agro. También reanudará el funcionamiento (en general, decorativo) de las comisiones de Empleo, Formación Profesional y Productividad, aunque la única ejecutiva fue históricamente la de Salario Mínimo, Vital y Móvil y Prestaciones por Desempleo.
Este año, sin embargo, el Gobierno agregará una nueva comisión para atender criterios de modernización del trabajo en línea con los postulados del G-20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), los nortes en política internacional de la administración de Mauricio Macri. Sobre este ítem y a modo de anticipo Triaca viajará la semana que viene a Tucumán para encabezar la reunión del Consejo Federal de Trabajo que reúne a los ministros del rubro de todas las provincias y anoticiarlos de estas iniciativas. De paso, el funcionario buscará adhesiones a los proyectos de reforma laboral que el Ejecutivo reimpulsará en el Congreso en los próximos días.
Otra novedad de este año en el Consejo del Salario podrá ser la apertura del debate reclamado históricamente por la UIA para regionalizar el ingreso mínimo. "Seguramente vamos a volver a proponerlo porque el salario mínimo debería contemplar que hay distintas realidades productivas y tecnológicas en cada zona del país", le dijo anoche a este diario Daniel Funes de Rioja, vicepresidente segundo de la entidad y abogado laboralista referente del sector empleador. El dirigente, además, sostuvo que la entidad fabril buscará introducir en el debate la carga impositiva del salario: "la Argentina es uno de los países más caros del mundo en esta materia, con sueldos que de cada 100 pesos a un trabajador le llegan 70 y al empresario le cuestan entre 150 y 200".
Fuente: Ámbito Financiero