El Mahabaratha es una gran epopeya india, comparable a la Iliada y la Odisea en Grecia y luego en todo occidente, sobre todo gracias a los románticos alemanes. Y también a la Biblia para la vertiente semítica que occidente reconoce en su pasado y en su presente declinante.
¿Qué es lo más asombroso del mundo? Que viendo cómo mueren a diario millones de personas nos comportemos como si fuéramos inmortales.
El Mahabaratha
Pero con la diferencia de que es mucho más extenso que la obra de Homero y por lo menos cuatro veces la Biblia. Además, mientras sobre todo Homero está relegado a la historia antigua y estudiado casi arqueológicamente, y la Biblia tiene adeptos sólo entre creyentes, el Mahabaratha es perfectamente actual en la India, como si hubiera sido escrito hoy.
La filología occidental, tan pronto conoció el Mahabaratha y la otra gran epopeya india, el Ramayana, quiso ponerles fecha basándose en los métodos que ha elaborado.
Pero quién lo escribió y cuándo es algo que carece totalmente de interés para el pensamiento tradicional, que entiende que hay cosas que no tienen historia, que son finales para el hombre, y como tales no se les puede poner fecha, o si se puede, no interesa.
El Mahabaratha es una enciclopedia, pero no como nos imaginamos las enciclopedias, es un bosque poemático que contiene todas los conocimientos humanos y divinos en relatos cortos o largos, que parecen inmunes a la injuria de los años.
Con gusto los indios dicen que el texto es obra de Vyasa. No se trata de una atribución convencional, como sucede con Moisés para el Génesis, sino genérica, porque vyasa significa “compilador” y así puede ser un hombre como una colectividad dedicada a conservar textos o una función intelectual capaz de producirlos.
Vyasa el también el autor de los Vedas y de los Purana, pero enseguida se ve que tamaña obra no pudo ser resultado de un hombre solo. Posiblemente el nombre Vyasa encubra a varias generaciones de sabios anónimos, pero eso tampoco importa para el saber tradicional.
El propio texto contiene un relato sobre su origen: Ganesha, de cabeza de elefante, escribió el manuscrito dictado por Vyasa con la condición de que Vyasa no hiciera ninguna pausa en el recitado. Así se entiende porque Ganesha se representa con el colmillo izquierdo roto. Resulta que en un momento le falló la pluma y como no podía detener la escritura para reemplazarla, se arrancó la punta del colmillo para usarlo como pluma empapada en su sangre-
Las grandes ideas fuerzas de las doctrinas orientales: el kama, al artha, el dharma y el moksha son la base del Mahabaratha.
El kama es el deseo, no solo el sexual que conocemos por el Kama Sutra, sino todo deseo; el artha es el poder, el necesario para funcionar en la vida. Dharma es la naturaleza propia de cada uno, su ley propia, lo que cada cual debe seguir como el viento sigue la suya cuando sopla y el fuego cuando quema. El moksha es la liberación de todo condicionamiento, un objetivo para pocos y el Mahabaratha está escrito para todos, que no pueden aspirar a la liberación sino en número muy reducido.
Por eso la epopeya trata sobre todo de Dharma, enseña a quienes quieran aprender a reconocer su camino propio y a seguirlo para no transgredir su naturaleza propia ni tomar por atajos que llevan a callejones sin salida.
En las culturas tradicionales, y por supuesto también en la India, no se considera que el hombre esté en vías de progreso sino de decadencia. Esa involución se simboliza con las edades del mundo, que están mencionadas en el occidente antiguo como edad de oro, plata, bronce y hierro, pero también en la América previa a la invasión europea y en cada una de las doctrinas perennes.
En la India los nombres que reciben los “yugas” o edades que se suceden en el mundo son: Krita o Satya Yuga, la edad de oro o de la Verdad; Treta Yuga o edad de plata; Dvapara Yuga, edad de bronce; y Kali Yuga o edad de hierro, la edad oscura o de la riña, nuestra edad actual.
La humanidad se desarrolla hasta alcanzar una edad dorada donde vive largo tiempo en estado de perfección, sin velos entre el mundo cósmico y el supracósmico.
Esta edad de felicidad llega a su fin porque a medida que se desarrollan sus potencialidades el ser en desarrollo se aleja del origen de plenitud en la pura cualidad y se acerca a la cantidad pura descualificada. Atraviesa las distintas etapas hasta llegar al Kali Yuga o edad de hierro. Kali, la diosa negra, símbolo de la muerte y la destrucción, también simboliza la regeneración y del renacimiento a partir del sacrificio, porque para el saber tradicional no hay acabamiento definitivo ni ninguna doctrina termina en el pesimismo ni en el nihilismo.
El renacimiento llegará cuando el desarrollo de las potencialidades que estaban en el origen llegue a su fin, cuando la virtud está anulada, la verdad negada y el hombre sumido en extrema desorientación.
No es posible resumir el Mahabaratha porque no está sometido a ningún sistema, es abierto y pasible de interpretaciones sin fin, no tiene estructura determinable y tantos matices que ninguna ciencia lo agota.
Maha significa grande, como mega en griego, y baratha el hombre, el ser humano, pero no el concreto en que solemos pensar sino en todo su significado, que incluye niveles potenciales que no le atribuimos y capacidades que no le reconocemos.
Contiene historia de una fantasía extraordinaria, sorprendente, que han hecho carrera hasta ahora desde que los árabes tomaron contacto con la cultura hindú y trajeron de allá relatos maravillosos, el álgebra, el número cero y muchas otras cosas.
De la Redacción de AIM.