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Felipe y los templarios

El 18 de marzo 1314 Jacques de Molay, último gran maestre de la orden del Temple, fue ejecutado en París por orden del rey Felipe el Hermoso.

Felipe el Hermoso traicionó a los templarios.
Felipe el Hermoso traicionó a los templarios.

Jacques de Molay y algunos caballeros templarios, fueron torturados y enviados a la muerte. De Molay era un anciano cansado de la vida pero orgulloso de sus logros. Sabía qué movía a Felipe a tomar esa medida: el deseo de librarse de un acreedor, la ambición por los bienes del Temple y la posibilidad de falsificar dinero para solventar sus guerras, ya que la leyu de la moneda era vigilada por el Temple

La Orden Templaria es también conocida Orden del Templo de Salomón, del que tomó el nombre cuando los caballeros fueron a Jerusalén con los cruzados y se encargaron de intercambiar conocimientos con las tradiciones orientales

Desde 1129 la orden fue una de las organizaciones más poderosas de Europa. Los templarios fueron monjes guerreros, combatientes diestros y financistas innovadores, uno de los creadores de la banca moderna

Jacques de Molay nació en torno al año 1243. Fue el 23º y último Gran Maestre de la Orden de los Caballeros Templarios. Estuvo al mando de la orden desde el 20 de abril de 1292

Felipe IV pidió dinero a los templarios y recibió un préstamo generoso, que no devolvió nunca

Cuando llegó el momento de pagar, pidió ayuda al papa Clemente V. En 1307, numerosos miembros de la orden templaria fueron detenidos en Francia. Dio comienzo entonces la pesadilla de las torturas destinadas a obtener falsas confesiones que “probaran” que los templarios adoraban al Diablo. De Molay fue también depuesto de su cargo por orden del papa Clemente V en 1307.

De Molay se retractó de su confesión y el rey decidió quemarlo en una isla del Sena, donde se levanta la catedral de Notre Dame.

Mientras ardía en la hoguera, Jacques De Molay maldijo al rey Felipe IV de Francia, a sus descendientes, al papa Clemente V y a todos aquellos que habían sido responsables de su ejecución. De Molay exclamó que en el plazo de un año y un día, Clemente V y Felipe IV morirían. Predijo además que el linaje de Felipe IV dejaría de reinar en Francia, y así ocurrió. Clemente V murió el 20 de abril de 1314 y poco después murió Felipe en un accidente de caza.

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