La venta de congelados y los lácteos se desplomaron 12 por ciento en un año, mientras que las bebidas acumulan un 11 por ciento este año. Creció el consumo de pastas, arroz y polenta. Proyectan que el año cerrará con caída del consumo de entre 3 por ciento y 4 por ciento. La consultora internacional Kantar reveló que los alimentos más consumidos son las pastas secas.[{adj:49832 alignright}]
Un estudio de la consultora internacional Kantar reveló que la caída del consumo del año golpea más fuerte en los hogares de clase media y los más pobres de la Argentina.
Aunque el trabajo estadístico remarcó que todas las familias disminuyeron la compra de productos masivos, las familias de ingresos medios bajos acumulan una baja de 9 por ciento en lo que va de 2019, mientras que los hogares de recursos más inferiores cayó 13 por ciento.
“La principal característica -de este difícil momento para el consumo-, es que todos los hogares resignan, más allá de su poder adquisitivo y realidad”, señaló la Worldpanel Division de Kantar, en base al consumo de los hogares argentinos. “De todas formas, la contracción en la base de la pirámide duplica a la de la cima”, agregó.
Según el Termómetro de Consumo de Kantar, en mayo pasado la canasta de consumo masivo cayó un 6 por ciento en la comparación interanual y acumula una contracción del 8% en los primeros cinco meses del año.
La venta de congelados y los lácteos se desplomaron 12 por ciento en un año, mientras que las bebidas acumulan un 11 por ciento este año y los productos de limpieza hasta 9 por ciento. El rubro de cuidado personal cedió 6 por ciento en 12 meses.
Sin embargo, para la firma especializada, todavía son muy los pocos indicios de recuperación en el corto plazo. “Más allá de la relativa desaceleración que muestra la caída del consumo masivo, aún no podemos afirmar que tocamos fondo ni estamos viendo síntomas de una genuina recuperación. A partir de junio la base de comparación interanual empieza a ser baja, por lo que podríamos entrar en una etapa de amesetamiento y cierta estabilidad”, dijo Joaquín Oría, gerente del comportamiento del consumidor.
El estudio detectó que la canasta de alimentos fue la única que se mantuvo estable en mayo, debido al crecimiento de categorías básicas como pastas secas, arroz, polenta y leche en polvo, todos productos básicos, ligados a las clases sociales más bajas. “La contracara son los productos de mayor valor que componen las canastas de lácteos, congelados y los productos del cuidado del hogar”, enfatizó el reporte al que accedió Ámbito.
Segundas marcas
La crisis y la necesidad de ahorrar en las compras acentuaron las preferencias por las marcas más baratas. Las compras primeras marcas se contraen un 13 por ciento en mayo, mientras que las opciones de menor valor crecen: 6 por ciento las segundas marcas -aquellas que su calidad y garantía son similares a las de las primeras marcas-, y 2 por ciento las terceras, que son básicamente de pequeños fabricantes locales y representan una opción de bajo precio.
Pero también se ratifica un nuevo hábito en relación a los lugares de compra. “El mayorista como opción para el consumidor final continúa creciendo, mientras que los supermercados y opciones de cercanía muestran una contracción superior al promedio de la canasta”, sostuvo la compañía líder mundial de datos, insights y consultoría.
“No estamos todavía viendo señales de la esperada recuperación que proyectábamos para el segundo semestre del año, principalmente porque la inercia de precios sigue impactando en el poder adquisitivo y las expectativas económicas aún no muestran un significativo cambio de tendencia. La proyección hoy es terminar el año con una contracción entre 3 por ciento y 4 por ciento, y que recién en el último trimestre tengamos más claro que esperar del 2020”, finalizó Oría.
Fuente: Ámbito