En estos días de 1969, un grupo de científicos puso en marcha un nuevo proyecto de las fuerzas armadas de los Estados Unidos: Se iba a crear una red de redes para conectar y coordinar las operaciones militares en una escala jamás vista.
En la guerra por la conquista de la tierra y del cielo, esta invención, que todavía no se llamaba Internet, resultó ser una victoria de los Estados Unidos contra la potencia rival, que todavía se llamaba Unión Soviética.
Paradójicamente, con el paso de los años, este instrumento de guerra también ha servido y sirve para multiplicar las voces de la paz, que antes sonaban en campana de palo.
Capítulo para el 18 de agosto del libro Los hijos de los días de Eduardo Galeano.-