Las tradiciones gastronómicas de la Argentina, pocas pero suculentas, tienen como protagonistas a las empanadas, el locro, la carbonada, los tamales, las humitas y los pasteles, confirmó a AIM el chef Martín Ponce, quien señaló que “sin perder su identidad, según la zona donde se lo prepara, el locro tiene su espíritu intacto”.
En diálogo con esta Agencia, Ponce recordó que desde 1810 hasta la fecha, “seguimos preparando comidas típicas, para delicia de todos”, entre ellas, “el locro, las empanadas, el asado, el matambre y el tradicional puchero”, aseguró.
No falta lo dulce para el paladar, como por ejemplo, “la mazamorra, el arroz con leche y los alfajores, llenos de dulce de leche”. Las comidas dulces “tenían un lugar muy especial en la alimentación de los criollos, y era muy común consumir bocaditos de papa o batata, natilla y arroz con leche”, explicó.
El buen comer
Ya a principios del siglo XIX, los criollos tenían muy claro lo que significaba un “buen comer”. Entonces existían comidas típicas que, a pesar de su alto contenido calórico, todavía se reproducen en la actualidad. Aunque no entran en los principios de la “alimentación sana”, siguen haciendo las delicias de la ciudadanía desde aquellos tiempos de revolución hasta nuestros días.
Todos estos alimentos, constituyen rasgos centrales de la “argentinidad” y dejaron huella desde aquel entonces hasta hoy en los paladares ciudadanos. “La comida es una parte esencial de la cultura de los pueblos, por eso muchas recetas se van transmitiendo de generación en generación hasta llegar a los rincones más insólitos y satisfacer los deseos de todos, desde los más glotones hasta los indiferentes”, aseveró el chef paranaense Julián Moreira.
Ya es tradicional que cada 25 de mayo y en honor a la revolución de 1810, los paranaenses celebremos la fecha dándonos el placer comer los platos típicos de la época, aunque “hay que tener cuidado a la hora de comprar los menúes como el locro y las empanadas, que tienen que estar elaborados con ingredientes en buen estado para evitar sorpresas”, dijo Moreira, quien señaló que “estos dos platos son los favoritos de la gente, quizás porque están entre los más populares y a precios relativamente bajos”.
Según analizó, el locro y las empanadas fritas de carne dulce o salada “son dos de los platos favoritos de la gente, quizás porque están entre los más populares y a precios relativamente bajos en comparación con otros”.
No obstante, el cocinero indicó a AIM que “hay que tener cuidado a la hora de comprar estos menúes porque tienen que estar elaborados con ingredientes en buen estado para evitar sorpresas” y señaló: “es fundamental recomendar a las personas que no los adquieran en cualquier lado sino que chequeen las condiciones en la que se encuentran los locales en relación con la higiene y la calidad de los productos”.
“Es muy común que estas ventas se realicen en casas de familia o en escuelas u otras instituciones, pero siempre se debe permanecer atento a las condiciones generales, porque a veces los precios son bajos pero la calidad de la comida es muy mala”, advirtió.
La receta del locro
Se parte de la misma proporción de caldo y granos de maíz, pero luego se le agregan carne para puchero, chorizo, panceta, zapallos, batata, papa, zanahoria, cebolla. Obviamente, se agrega sal y pimienta, y en la receta tradicional un poco de grasa si la carne era muy magra.
Empanadas, para todos los gustos
Las empanadas proponen acuerdos diversos, porque no sólo se hacen de carne y porque no son todas iguales, ya que varían según la provincia y quién puso las manos en la masa y el relleno.
Mazamorra caliente, para las viejas sin dientes
¿Quién no aprendió que las mujeres de raza negra vendían mazamorra por la calle, mientras voceaban “mazamorra caliente, para las viejas sin dientes…”.
Mazamorra, una dulzura típica
La mazamorra es un postre criollo tradicional que se prepara, de distintas maneras, en buena parte de Latinoamérica. Aquí va una receta de mazamorra argentina preparada con leche y saborizada con vainilla.
Ingredientes
- Un litro de leche.
- Dos litros de agua.
- Medio kilo de maíz blanco pisado.
- 200 gramos de azúcar.
- Una chaucha de vainilla (se puede sustituir por unas gotas de esencia de vainilla).
Preparación
- La noche anterior a la preparación de la mazamorra poner el maíz en remojo en el agua.
- Hervir suavemente el maíz en el agua de remojo hasta que se ablande. Hay que tener paciencia porque este paso puede llevar tiempo.
- Cuando el maíz esté tierno, colarlo y dejarlo enfriar.
- Hacer hervir la leche con el azúcar y la vainilla.
- Agregar el maíz.
- Cocinar durante un cuarto de hora el maíz con la leche y retirar.
De la Redacción de AIM.