Mientras en Bolivia se cuentan ya 24 muertos y más de 700 heridos desde el inicio del golpe, y desde México Evo Morales anuncia que quiere volver a su país y terminar su mandato, pero que retirará su candidatura, en la Argentina una marcha y un acto multiplicaron el grito unánime: No al golpe de Estado. Y también: Paren de matar.
Decenas de miles de manifestantes, muchos de ellos de la comunidad boliviana en la Argentina, marcharon con banderas de Bolivia y con wiphalas. También con carteles en apoyo a Evo Morales, o en recuerdo de los jóvenes cocaleros masacrados en Cochabamba la semana pasada. Tras marchar por Avenida de Mayo, concluyeron en la Plaza, donde transcurrió un festival organizado por el “Comité Argentino de solidaridad con Bolivia”, que nuclea a diferentes organizaciones sociales, políticas, culturales, sindicales y de derechos humanos.
Desde el escenario se leyó un documento “en contra del golpe de estado, del fascismo, del racismo, y por la democracia, la igualdad y la paz en nuestro continente”. Además Morales envió un video desde la ciudad de México, donde se encuentra asilado, donde celebró que "el pueblo está movilizado para acabar con la dictadura y su participación tan unida nos alienta el alma". El comité quedó conformado de forma oficial y anunciaron que seguirán llevando adelante acciones en contra del golpe de Estado en curso.
La movilización comenzó durante el mediodía, cuando los manifestantes caminaron desde 9 de Julio y Avenida de Mayo hasta el escenario que se montó frente a Casa Rosada. Algunas mujeres de pollera gritaban consignas como “Evo, hermano, el pueblo está contigo”, o “la whipala se defiende carajo” y otros acompañaban tocando sikus. “Si el hambre y la represión son ley, la rebelión es justicia”, decía uno de los carteles que sostenían. "Estamos indignados por lo que está pasando en nuestro país con la autoproclamada presidenta Jeanine Añez. Es realmente insólito y no respeta la constitución nacional. No queremos que corra más sangre en Bolivia", dijo una de las manifestantes bolivianas que hace un tiempo vive en Buenos Aires.
Entre las agrupaciones presentes estuvieron Abuelas de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S., la Liga Argentina por los Derechos Humanos, APDH, CTA, CGT, ATE Capital, Barrios de Pie. También referentes como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Lita Boitano de Familiares, diputados de la oposición, líderes sindicales y, con su música, artistas como Teresa Parodi, Guillermo Fernández, Malena D' Alessio y el Ballet Amerindia (otros artistas anunciados, como Bruno Arias y la banda Arbolito, no llegaron a actuar porque entrada la tarde la tormenta interrumpió el acto).
Cerca de las 16 horas y antes de la tormenta, fue reproducido el video de Morales en una pantalla montada en el escenario. “Quiero agradecer por la solidaridad que existe en el marco de la hermandad, que expresa el repudio al golpe de Estado en Bolivia”, subrayó el dirigente, y expresó que “duele mucho que a nuestros hermanos los estén matando y los lleven detenidos. Y duele que el equipamiento que dimos durante nuestro gobierno a las fuerzas armadas es el que ahora usan en contra del pueblo boliviano”. Para finalizar, el mandatario indicó: “expresamos toda nuestra admiración por esta gran movilización en defensa de la vida, la democracia y en defensa de la Patria Grande”.
En diálogo con Página/12, Pérez Esquivel enunció que “venimos a solidarizarnos con el pueblo boliviano y con Evo. Además queremos denunciar que el rol de la OEA fue nefasto, hay que pedir la renuncia de Luis Almagro cuanto antes, porque es un golpista”. “Detrás del golpe en Bolivia están los intereses de Estados Unidos, y considero que también van a intentar aislar al próximo gobierno de Argentina. Hay que estar atentos a los golpes que se vienen sucediendo en el continente, porque tienen como objetivo principal barrer nuestras democracias”, evaluó.
Frente a la Casa Rosada una nena, con ayuda de su mamá, colgó de las rejas un cartel que hizo con sus propias manos y que decía “no lastimen más a Bolivia”. “No queremos que corra más sangre en nuestro país. Nosotros somos inmigrantes pero tenemos familia en Cochabamba y todos los días nos llaman llorando y nos cuentan que les falta alimento, que no pueden salir de sus casas y que están guardados y con miedo porque los que andan por la calle le pegan a la gente como nosotros”, contó la mujer. “Vengo de una madre 'de pollera' y ellas están siendo las más ultrajadas”, detalló también. Con lágrimas en sus ojos, al igual que la mayoría de los bolivianos que pronuncian el nombre “Evo”, dijo que “él hizo mucho por Bolivia y por nosotros, los más pobres". "Lo único que queremos es que vuelva Evo”, concluyó. Y el pedido fue unánime.
Informe: Melisa Molina.