El 7 de febrero de 1965, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos inició la utilización de napalm en la guerra contra Vietnam del Norte.
Durante la segunda guerra mundial, los Aliados y la Alemania nazi utilizaron la gasolina como arma en lanzallamas; pero era necesaria una sustancia para producir una combustión de gran alcance y persistencia pero que no se consumiera velozmente.
En 1942, investigadores de la Universidad de Harvard y el cuerpo químico del Ejército de los Estados Unidos encontraron la solución: el napalm.
Las bombas incendiarias conque usaban el napalm como combustible fueron utilizadas en el bombardeo contra la ciudad alemana de Dresde y contra Japón.
Después de la guerra, el gobierno de los Estados Unidos emprendió el refinamiento y el desarrollo adicionales del napalm.
El Ejército de los Estados Unidos es el que más se ha servido del napalm durante sus numerosas incursiones militares como en la Guerra de Vietnam o en la Guerra de Irak o suministrándosela al Ejército Dominicano de Rafael Leónidas Trujillo, en la expedición del 14 de junio o al Ejército Cubano de Fulgencio Batista durante la Revolución Cubana.
Entre 1965 y 1969, la compañía Dow Chemical Company produjo napalm para el ejército norteamericano. Después de que llegaran noticias de los terribles efectos del napalm a la opinión pública, Dow Chemical sufrió boicots a sus productos. La dirección de la compañía decidió que su principal obligación era con el gobierno. Mientras tanto, el napalm B se convirtió en un símbolo de la Guerra de Vietnam.