Cuando hace frío y pese al contexto actual de crisis sanitaria, hay días que es inevitable salir a la calle, ya sea para trabajar, hacer trámites o simplemente para disfrutar del aire libre. ¿Pero sabemos cómo combatir estas bajas temperaturas adecuadamente? Manos y pies son los primeros en sentir el frío, por lo que un buen calzado y unos guantes son nuestros mejores aliados. Elegir el tipo de tela correcta también es imprescindible, constató AIM.[{adj:81063 alignright}]
Habitualmente protegemos nuestro torso con capas y capas de ropa y prendas de abrigo, dejando al descubierto partes del cuerpo que tienen mucha mayor facilidad para sentir el frío. Sin ir más lejos, las manos y los pies son las zonas que mejor debemos proteger, puesto que cuentan con un menor flujo de sangre y una peor circulación y por lo tanto son más susceptibles de enfriarse. Es mucho más importante salir a la calle acompañado de nuestros guantes o de un calzado calentito que llevar un abrigo que nos aporte mucho calor pero que deje al descubierto nuestras extremidades.
Nuestro cuello y nuestra cabeza son otras de las partes de nuestro cuerpo que más solemos descuidar a la hora de salir a la calle en invierno y realmente no vamos desencaminados, ya que debido a la gran cantidad de sangre que riega esta zona del cuerpo, cuello y cabeza tardan más en enfriarse y notar las bajas temperaturas. Sin embargo, a nadie se le escapa que las orejas sí son realmente sensibles a las bajas temperaturas y a poco que el ambiente sea gélido, se vuelven inmediatamente rojas como medida de prevención del cuerpo, que envía un aporte extra de sangre para evitar su enfriamiento.
Otra de las curiosas costumbres que tenemos en invierno es abrigar nuestro torso hasta parecer una cebolla y en la parte inferior vestir unos pantalones vaqueros, que a veces nos valen para todo el año. Si bien es cierto que las piernas no son de las partes del cuerpo más sensibles a enfriarse, pero… ¿a quién no le ha pasado que se ha sentado en un banco de madera o de piedra y se ha tenido que levantar automáticamente porque su trasero se quedaba automáticamente helado? Evidentemente sabemos que usar dos pantalones puede ser algo realmente incómodo, pero no estaría de más usar unos diseñados exclusivamente para la estación del año.
Telas para usar en invierno
Para proteger tu piel de las bajas temperaturas, éstas deben ser fabricadas con tejidos naturales que evitarán irritaciones o comezón.
. Algodón
Este es el tejido natural más común que podemos encontrar en la ropa. Se caracteriza por ser muy suave y cómodo; además, no irrita ni causa alergias en la piel.
. Cáñamo
Este tejido es uno de los más ecológicos que se encuentra en el mercado textil. Es una tela muy duradera, ofrece protección contra rayos UV, es suave y brinda calor durante la temporada de invierno.
. Lino
La ropa fabricada con este tejido, es muy útil para usarla durante la noche, ya que absorbe la humedad de la piel con facilidad; además, impide la proliferación de bacterias y elimina malos olores.
. Rayón
Considerado un tejido semi sintético, no puede ser penetrado por el viento frio o la lluvia, es muy resistente y la ventaja es que se trata de una tela ligera y flexible.
. Seda
La estructura química de la ropa de seda es muy parecida a la de la piel humana, por tal motivo no genera alergias. Es ideal para personas con piel sensible o seca, además no desprende pelusas o partículas, lo que beneficia a personas con problemas respiratorios.
. Tencel
Se trata de una fibra natural que se obtiene de la pulpa de la madera.
Se caracteriza por ser muy suave y es ideal para personas con piel sensible, porque ayuda a regular la temperatura corporal y no permite el crecimiento de bacterias.
. Lana
Esta tela es una de las mejores a la hora de regular la temperatura en temporadas de frío, ya que brinda calor; sin embargo, no se recomienda usar en contacto directo con la piel ya que puede provocar irritación, ardor o comezón.
. Yute
Este tejido es extraído de una planta tropical que lleva el mismo nombre; sus beneficios son la suavidad, resistencia y poder absorbente.
. Polar
En Argentina, otra tela muy popular es el polar, debido a que para esta época es muy calentito y se puede secar rápidamente cuando se lava. El elegido por los chicos ya que es una tela liviana y no pica. Además de buzos, camperas y pantalones, las bufandas, gorros y guantes, ya son un clásico.
Estas son algunas telas que debes usar en invierno. La recomendación es que no sean muy ajustadas porque te restarán movimiento, tampoco deben utilizarse muy sueltas porque se puede escapar el calor corporal.
Requisitos para las prendas de invierno
Con las temperaturas bajas, necesitas encontrar una forma de mantener tu cuerpo abrigado y seco. Pero las prendas de invierno también deben permitirte transpirar de forma correcta.
Vestimenta en capas
Las capas de prendas ayudan a luchar contra el frío en el exterior manteniendo tu cuerpo abrigado. La meta es atrapar el aire caliente y dejar que se humedezca y se evapore de la piel. Las prendas que debes usar y el orden es algo sobre lo que debes pensar. Las prendas directamente en contacto con tu piel deben permitir la salida de la transpiración en vapor y un secado rápido. Las fibras sintéticas y el polipropileno funcionan bien. La segunda capa ofrece abrigo y aislamiento. La tercera sirve como una capa protectora y se expone a otros elementos. Los materiales externos necesitan mantener la humedad y el frío fuera de tu cuerpo.
No muy ajustado ni tampoco muy suelto
Las prendas de invierno no deben ser ni muy ajustadas ni muy sueltas. Las prendas ajustadas inhiben el movimiento libre, y las prendas sueltas permiten que el aire caliento y el calor corporal se escape. Los cierres y los botones permiten la ventilación y liberan el calor o lo sellan en el interior.
Capas de ropa
Primera capa: va ajustada al cuerpo, imitando una segunda piel, y se compone de camiseta con mangas largas y pantalones largos. Su función, absorber la humedad y mantener la piel seca y caliente. Las fibras naturales (lana y merino) son ideales. También las sintéticas, como el poliéster o cierto tipo de membranas plásticas de alta tecnología. Se desaconseja el algodón, pues se humedece y enfría la piel.
Segunda capa: conserva el calor corporal, aislando la humedad que absorbe de la primera y enviándola hacia la capa externa. Las prendas se llevan un poco más sueltas que las de la primera capa, deben tener cualidad de cortaviento (“wind breakers” en inglés o “coup-vent” en francés) y, en su elaboración, se recomiendan mucho las fibras sintéticas, entre las cuales se destaca la “Polar Fleece” o “Polar Wool”.
Tercera capa: la más externa, que cubre, resguarda y sirve de barrera contra el viento, la lluvia y la nieve. Es necesario que sea impermeable. Los vestidos han de ser holgados para que no presionen las dos capas interiores. Por consiguiente, se recomienda una talla más grande de la habitual. Los abrigos de invierno para este nivel suelen confeccionarse con una mezcla de materiales sintéticos y naturales. Por ejemplo, las chaquetas de pieles sintéticas con rellenos de plumas. En verdad, lo elaborado con fibras sintéticas es más ligero. A esto se agrega que, por razones ecológicas, muchos descartan la utilización de piel animal, aunque quedan algunos que prefieren este material.
Cabeza y extremidades
El atuendo invernal se considera incompleto sin los artículos para la cabeza y las extremidades. Es de suma importancia protegerse la cabeza contra el frío, el viento y la humedad con un buen gorro (“wolly hat” en inglés, y “tuque” o “bonnet de laine” en francés), que tape hasta las orejas. Este, por lo general, se lleva debajo de la capucha impermeable que suelen tener los abrigos de invierno. Pueden añadirse orejeras (“earmuffs” en inglés y “cache-oreilles” en francés), según el gusto y nivel de calor que se desee. Resulta imprescindible una bufanda (“scarf” en inglés y “foulard” en francés), la cual impide que el frío se cuele por el espacio que dejan los abrigos a nivel del cuello.
En las extremidades superiores e inferiores también puede adoptarse la técnica de las capas, si conviene. Se sugiere que las manos nunca queden al descubierto. Para ello, se eligen guantes (“gloves” en inglés y “gants” en francés) muy finos, que se cubren con otros más gruesos (tipo manoplas, por ejemplo). Estos últimos se quitan cuando se usa el teléfono celular o para cualquier otra actividad. Sin embargo, también existen guantes elaborados con fibras especiales par el contacto táctil con las pantallas de los celulares. De este modo, se dejan puestos los guantes al manipular un dispositivo electrónico. Se les conoce como “winter gloves with touch screen fingers”, en inglés, y en francés “gants d’hiver pour l’écran tactile”.
En los pies se necesitan dos pares de calcetines (“socks” en inglés y “chaussette” o “bas” en francés): los primeros, delgados y ajustados al pie para absorber el frío; y los segundos, preferiblemente de lana, merino u otra fibra natural o sintética, para cumplir una función de aislamiento térmico.
El calzado adecuado
Comprar buenos zapatos de invierno es la garantía de confort y protección para caminar en invierno. Por lo común, se usan botas, cuyos modelos y materiales de confección varían de acuerdo con la tarea por realizar. Si voy a ir hacia una zona con nieve, las botas deben ser impermeables, de lo contrario incumplirán su función de aislante térmico.
El calzado de ciudad, para trabajar o efectuar breves caminatas de placer, luce elegante. Especialmente, los zapatos de mujer, que comunmente toman la forma de botas sobrias y sofisticadas, que se extienden como mínimo hasta el tobillo y son elaboradas con materiales impermeables (principalmente cuero). Su aislamiento aumenta con la inserción de plantillas de fieltro u otro material térmico.
En cuanto al calzado masculino, se observa que a quienes se les exige formalidad en el vestir, en lugares donde prevalece la nieve o temperaturas demasiados bajas, continúan utilizando los zapatos de verano mientras permanecen en el interior de un recinto. Al salir, superponen un calzado protector o una especie de bota. Este artículo se llama “overshoes”, en inglés; y “claque” o “couvre-chaussure”, en francés.
En nuestro país, los borcegos, zapatillas caña alta urbanas, entre otros, son los elegidos. También hay zapatos de vestir tipo botas, que suelen ser de los preferidos.
El calzado deportivo para práctica y entrenamiento al aire libre se diseña con botas amplias, suelas gruesas y, por lo regular, de goma o materiales aislantes. Busca ofrecer máxima comodidad y preservar el calor del pie. Generalmente, se recomienda una talla mayor a la normal para resguardar el pie hasta con dos capas de calcetines, si es necesario.