En este día de 1938, el Comité de Actividades Antiamericanas, que funcionaba en Washington, interrogó a Hallie Flanagan.
Ella dirigía los teatros públicos.
Joe Starnes, diputado por Alabama, tuvo a su cargo el interrogatorio.
A propósito de un artículo escrito por Hallie, le preguntó:
—Usted cita a un tal Marlowe. ¿Él es comunista?
—Disculpe, pero se trata de una cita de Christopher Marlowe.
—Digamos quién es, para tener una referencia precisa.
—Él fue el mayor dramaturgo inglés en el período anterior a Shakespeare.
—Sí, claro, hasta en el teatro griego encontramos gente de ésa que ahora algunos llaman comunistas.
—Muy cierto.
—Creo que hasta el señor Eurípides fue culpable de enseñar la conciencia de clase, ¿no?
—Me parece que todos los dramaturgos griegos fueron acusados.
—Así que no podemos decir cuándo empezó esto —suspiró el diputado Starnes.
Capítulo para el 6 de diciembre del libro Los hijos de los días de Eduardo Galeano, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.