A menudo puede ocurrirnos que tenemos cierta sensación de hinchazón que puede deberse a un proceso de inflamación del organismo, un mecanismo biológico de defensa frente a agresiones o a agentes patógenos. Sin embargo, este proceso que inicialmente es beneficioso y determina diversos cambios fisiológicos, si se mantiene constante y se cronifica, puede acabar convirtiéndose en un problema que acarree patologías más serias como la artritis, enfermedades cardiacas (ECV), el cáncer y la obesidad.
Desde el campo de la nutrición, los expertos recomiendan la incorporación de alimentos antiinflamatorios en nuestra dieta. Existe una serie de alimentos cuyo elevado contenido de antioxidantes con propiedades antiinflamatorias pueden bloquear la formación de moléculas proinflamatorias en nuestro organismo. Así, la Facultad de Medicina de la Universidad ha elaborado un listado de cinco frutas que, si las consumimos de manera regular, pueden ayudarnos contra la molestia sensación de hinchazón:
Bayas. Las fresas, las moras y los arándanos son particularmente potentes en actividad antioxidante y antiinflamatoria. Junto con la fibra y la vitamina C, las bayas poseen fitoquímicos, como las antocianinas y el ácido elágico que pueden estar detrás de beneficios para la salud. Recientes estudios han relacionado un mayor consumo de bayas con menores riesgos de padecer enfermedades cardíacas, enfermedad de Alzheimer o diabetes.
Manzanas y peras. Aquel dicho de “una manzana al día alarga la vida” puede que tenga su base científica. Un estudio de casi 35.000 mujeres descubrió que el consumo de esta fruta, junto con las peras, estaba relacionado con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca. Los componentes estrella de las manzanas (fibra, vitamina C, pectina y polifenoles) se han relacionado con efectos antiinflamatorios y un aumento de microbios beneficiosos en el intestino.
Granadas. Esas pequeñas semillas de granada contienen grandes cantidades de vitaminas C y K, potasio, fibra y potentes fitoquímicos como antocianina y resveratrol. Estos nutrientes pueden estar detrás de los posibles beneficios de comer granadas.
Frutas con hueso. Las cerezas, los duraznos, los damascos y las ciruelas son ejemplos de frutas con hueso. Estas frutas contienen fibra, vitamina C, potasio y una amplia variedad de fitoquímicos. Por ejemplo, las cerezas han acaparado la mayor parte de la investigación entre las frutas de hueso. Algunos estudios sugieren que las cerezas pueden reducir el dolor y las molestias después del ejercicio, así como un menor riesgo de ataques de gota. Los altos niveles de compuestos fenólicos en las cerezas, que se han relacionado con una reducción de la inflamación, pueden ser la causa de esos beneficios.
El Dr López Rosetti nos cuenta la importancia de consumir frutas y verduras.
Cítricos. Las naranjas, los pomelos, los limones y las limas son ampliamente conocidos por su riqueza en vitamina C. También contienen fibra, potasio, calcio, vitamina B, cobre y fitoquímicos antiinflamatorios como flavonoides y carotenoides. Aunque hay poca investigación en humanos sobre los cítricos, los nutrientes que se encuentran en los cítricos se han asociado con efectos protectores del corazón.
Uvas. Estas frutas están repletas de fibra, vitaminas C y K y potentes fitoquímicos, además de ser una considerable fuente de polifenoles, unos compuestos que han mostrado su capacidad de proteger las células del organismo contra el daño de los radicales libres.
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