Marcelo Ceberio, doctor en psicología y docente, atribuyó esta clase de conductas a la inestabilidad que tiene el país. "La actuación poco solidaria con el otro es parte de la sociocultura", lamentó.
Marcelo Ceberio, docente en psicología y director de la Escuela Sistémica Argentina, dialogó sobre el cumplimiento de normas en la vida cotidiana de los argentinos y por qué cómo sociedad nos cuesta respetarlas.
El especialista se refirió a toda la clase de casos, desde las reglas de tránsito, la higiene urbana y hasta otras nuevas como el uso del barbijo.
Según analizó Ceberio, “la Argentina es un sistema social, político y económico, en donde lo único estable que tenemos es la inestabilidad y dentro de eso las normas tienen poca vigencia”.
Las normas están corroídas por la desatención, la falta de respeto, la actuación poco solidaria en torno al otro y todos esos elementos forman parte de la sociocultura del argentino
“En la esquina de mi casa teniendo un contenedor la gente deposita las bolsas de basura en el piso, en el costado de lo que sería un cesto para papeles en la calle”, ejemplificó.
En el marco de la pandemia por el coronavirus, también puso el foco en por qué la gente sale sin barbijo o le cuesta respetar la recomendación de mantener distancia y señaló que es porque “no tenemos una conciencia del todo”.
“Antes de la pandemia estábamos circulando por un total y concreto individualismo donde cada uno cree que tiene que defender su territorio y punto. No hay conciencia del todo, pero somos parte de un gran sistema donde vos, sos vos, porque yo, soy yo”, señaló.
Esta experiencia del coronavirus nos enseña y nos deja pasar una espectacular oportunidad para darnos vuelta y tenemos que concienciar que la solidaridad es parte de una actitud de vida y no de una propuesta personal
Para Ceberio la situación de pandemia nos enseña que “si yo me cuido, vos no te estas contagiando” y por eso cada uno debe reforzar la higiene, mantener la distancia social y respetar todos los detalles que recomiendan.
No obstante, advirtió que esto también se hace desde el ejemplo y apuntó hacia la falta de próceres a quienes admirar en el país. “¿Qué nos pasa que después de 200 años seguimos venerando a los héroes de Mayo? ¿En 200 años, cuántos próceres aparecieron? Esto es elocuente y un síntoma de los argentinos”, reflexionó.
“Los padres estamos en la encrucijada de cómo mostramos patrones referenciales. Son pocas las figuras con las que nos podemos referenciar porque encontramos estas incongruencias. Cómo pongo límites a mi hijo, con qué marco referencial le digo si aparece en la tapa de los diarios las estafas millonarias de un séquito gubernamental”, comentó.
En esa línea dijo que faltan referentes que permitan poner un ejemplo, pero instó a los padres a ser coherentes con los ejemplos: “Si un padre está con un cigarrillo en la mano y se le dice a los hijos que no tiene que fumar es incongruente”.
Al hablar sobre la conducta de los argentinos ante el mundo, dijo que “la mano de Maradona en el mundial 86, es un síntoma de lo que sucede”. “Todo esto tiene que ver con lo que hablamos, cuando veneramos la transgresión y la viveza que nos caracterizó en los años 76 al 78, el exilio de los argentinos a España, que no pagaban los alquileres y que después los europeos nos hicieron pagar con el mote de sudacas”, planteó.
“Las normas, las clases gubernamentales que no son limpias en la ejecución de los decretos y aparecen estafas millonarias en las tapas de los diarios, son componentes que forman parte de la inestabilidad y que hacen que sea muy difícil salir de este juego”, lamentó.
“Vivimos en una inercia permanente y solamente, cada uno desde su lugar, puede hacer algo”, concluyó.
Entrevista de Una Mañana para Todos para Cadena 3
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