Elizabeth Blackburn señala que la meditación puede ayudar a preservar los telómeros, enzimas celulares asociadas con el envejecimiento.
La premio Nobel de Medicina, Elizabeth Blackburn, es reconocida por sus estudios sobre la telomerasa, una enzima celular involucrada en el envejecimiento. Blackburn ha identificado diversas actividades que promueven la protección de los telómeros, entre ellas el ejercicio y la meditación. La razón por la que estas actividades promueven el bienestar y alargan la juventud se debe a que combaten el estrés oxidativo.
Blackburn ha documentado que ciertos tipos de meditación, como el mindfulness y la meditación trascendental, tienen efectos saludables en estas enzimas.
En un extenso estudio, realizado junto con otros científicos, Blackburn notó que existe una correlación entre la longitud de los telómeros y la meditación, lo cual está vinculado a una disminución del estrés. La meditación podría afectar positivamente las células "al reducir el estrés cognitivo y la excitación del estrés y aumentando estados mentales positivos y factores hormonales que podrían promover el mantenimiento de los telómeros".
Esto resulta lógico en tanto que estas técnicas de meditación fundamentalmente enseñan una observación del presente, no reactivo, sin juzgar los acontecimientos, evitando el sobreanálisis o el pensamiento obsesivo, que son la fuente del estrés en gran medida.
Los hallazgos coinciden con ciertas leyendas tradicionales en las que los grandes maestros meditadores suelen ser representados como personas enormemente longevas, a veces incluso inmortales. Más allá de estas leyendas, es indudable que la meditación puede contribuir seriamente no sólo a mejorar la calidad de la vida sino a alargarla.
Fuente: pijamasurf.com
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