Un equipo de científicos de la Universidad de Arkansas probó con éxito un láser que puede localizar y destruir células cancerígenas, según un estudio publicado en la revista Science.
El método es especialmente novedoso porque no es invasivo, es decir, que el láser funciona desde el exterior de la piel.
Los científicos a cargo del proyecto explicaron que “para evitar que el cáncer se propague, los médicos toman muestras de sangre, pero muchas de estas fallan ya que no detectan a tiempo las células dañadas en etapas tempranas de la enfermedad”. Los expertos también afirman que este invento causará una revolución en el mundo de la medicina, ya que se podrán identificar las células cancerígenas desde etapas muy tempranas.
El dispositivo funciona en base a una tecnología conocida como Cytophonem, que utiliza diversos pulsos de luz láser enfocados al cuerpo desde el exterior de la piel, que pueden detectar este tipo de células en la sangre.
Al aplicar el láser sobre una vena, la zona se calienta, y las células cancerosas que pasan por esa zona absorben mucha más energía que las células normales, lo que provoca que se calienten y se expandan más rápido. Esta expansión repentina a su vez produce ondas de sonido, que el aparato puede registrar con un transductor adherido a la piel del paciente. Es lo que se conoce como efecto fotoacústico.
Pero la función del láser no termina aquí; una vez que ha identificado la célula, el sistema también es capaz de matarla utilizando el propio láser. El calor provoca la expansión de burbujas de vapor en el interior de las células, que las destruyen una vez colapsadas. En otras palabras, las rompen desde dentro.
Los investigadores esperan pronto lograr masificar el nuevo invento, que será de gran ayuda para enfrentar el cáncer, y lograr detectarlo desde sus etapas más tempranas.
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