Los beneficios del ajo en ayunas fueron descubiertos en tiempos remotos, de hecho, su uso como remedio medicinal es datado aproximadamente del año 3.000 a.C. por parte del antiguo Egipto, donde los faraones daban ajo a los trabajadores de sus pirámides para que éstos se mantuvieran enérgicos y sanos.
También durante el predominio del Imperio Romano en la zona que actualmente se conoce como Europa, el ajo se daba a las tropas de asalto por su acción vigorizante y energética.
Lo cierto es que si el ajo como remedio natural ha sido empleado ya por las civilizaciones más antiguas es porque verdaderamente es uno de los mejores alimentos medicinales de los que disponemos, ya que como apuntaba el padre de la medicina alopática, Hipócrates "que tu medicina sea el alimento y el alimento tu medicina" y en este caso en concreto estamos ante un verdadero agente terapéutico.
La composición del ajo
Todas las propiedades medicinales del ajo derivan de su interesante composición nutricional que ha sido ampliamente investigada hasta conocer en la actualidad que este saludable alimento contiene más de 2000 componentes activos.
Veamos entonces de qué se compone este alimento:
· Aceites esenciales: Bisulfuro de alilo (60 %), trisulfuro de alilo, tetrasulfuro de alilo, bisulfuro de alilpropilo, alilvinilsulfóxido, sulfuro de divinilo y polisulfuros alquílicos.
· Quercetina: Se trata de un interesante flavonoide presente en algunas frutas y verduras que presenta propiedades antiagregantes, antiartríticas, antibacteriales, vasodilatadoras, antigripales, antiherpéticas, antiinflamatorias, antiulcéricas, antiespasmódicas, hepatoprotecoras, antiasmáticas y antidiabéticas.
· Fructosanos: El mejor ejemplo de los fructosanos presentes en el ajo es la inulina, un tipo de fibra que actúa a modo prebiótico, es decir, alimentando a las bacterias que forman parte de nuestra flora intestinal y resultan de vital importancia para nuestro sistema inmune.
· Vitaminas: Es especialmente rico en vitamina C y vitamina B6.
· Minerales: Contiene principalmente manganeso, potasio, selenio, fósforo y calcio.
Esta composición nutricional es verdaderamente compleja pero debemos mencionar y destacar los dos componentes del ajo que actúan como verdaderos principios activos farmacológicos: la alicina y el ajoeno.
Estos principios activos le otorgan al ajo propiedades para reducir la hipertensión arterial, el colesterol, mejorar la circulación, ejercer un efecto diurético, antiséptico, antiinflamatorio y antioxidante.
Una curiosidad importante y práctica acerca de los dos principales componentes medicinales del ajo es que no están presentes de forma natural en el ajo sino que se forman cuando éste es machacado.
Cuando el ajo crudo se machaca se rompen sus estructuras celulares y esto facilita los procesos químicos enzimáticos en los que interviene una importante enzima llamada alinasa, que al actuar sobre el aminoácido azufrado aliína, libera finalmente la alicina y el ajoeno.
Por este motivo es importante no comer el ajo crudo entero, sino machacarlo previamente y esperar unos minutos para que la enzima alinasa pueda entrar en acción. Posteriormente, podemos ingerirlo triturado y crudo o bien someterlo a una cocción muy suave que no destruya sus principios activos. En el siguiente artículo de UnComo.com te explicamos cómo comer el ajo crudo.
Propiedades medicinales del ajo
Ahora que conocemos de forma extensa qué componentes contiene este alimento y cuáles son sus principales principios activos, veamos a continuación de forma más detenida cómo puede beneficiar nuestra salud:
Es esencial para la prevención de enfermedades del corazón pues actúa como antioxidante sobre el músculo cardíaco y además evita la coagulación sanguínea por lo tanto nos ayudará a prevenir enfermedades como la angina de pecho o la arterioesclerosis, otro punto a favor de nuestro corazón es que el ajo es útil para disminuir el colesterol malo o LDL y aumentar el colesterol bueno o HDL.
El ajo no sólo mejora la circulación coronaria sino toda la circulación sanguínea por su efecto fluidificante, además, al poseer también efecto diurético disminuye el volumen circulante en sangre y nos ayuda a tratar y a prevenir la retención de líquidos, con esto, la insuficiencia crónica venosa mejora, y en el caso de existir también varices, éstas también se ven aliviadas.
Este valioso alimento también actúa como un potente depurativo del organismo, ya que al mejorar la circulación venosa se permite una mayor irrigación y aporte de oxígeno y nutrientes hasta las células, por lo tanto, éstas son más capaces de deshacerse de las toxinas acumuladas en ellas.
Aumenta la respuesta de nuestro sistema inmunitario y mejora la utilización de los propios recursos curativos de los que dispone nuestro organismo.
El ajo es uno de los más potentes antibióticos naturales de los que disponemos, su potente acción bactericida (destruye a las bacterias) nos ayudará a hacer frente a infecciones tanto internas como externas, además, también posee acción antifúngica frente a algunos tipos de hongos y actividad antiviral.
Para los deportistas amantes del senderismo y la alta montaña el ajo es un verdadero aliado, ya que permite una mejor oxigenación del organismo y por lo tanto hace que respiremos mejor cuando estamos muy elevados sobre la altura del mar.
Por su alto contenido en compuestos azufrados el ajo nos ayuda a combatir eficazmente los procesos infecciosos del aparato respiratorio, urinario y digestivo.
Posee una importante acción expectorante, por lo tanto nos será de gran ayuda tomar ajo en maceración cuando suframos tos acompañada por mucosidad en las vías respiratorias.
El ajo posee un amplio uso tradicional como remedio empleado para lombrices intestinales así como otro tipo de parásitos, para ello se toma una decocción de los dientes de ajo triturados.
En la actualidad disponemos de estudios científicos que relacionan el consumo de ajo con la inhibición del cáncer, ya que evitaría la proliferación de células tumorales gracias a sus importantes componentes. Su consumo se relaciona con una menor incidencia en cáncer de vejiga, mama, boca, esófago, estómago, pulmón, colon y próstata.
¿Cómo consumir el ajo en ayunas?
Consumir el ajo en ayunas es un buen mecanismo para desintoxicar el organismo nada más empezar el día, la mejor forma de consumir el ajo es tomándolo cada mañana, triturado y crudo, no obstante, es cierto que muchísimas personas no toleran su sabor, más aún tomándolo crudo.
Afortunadamente disponemos de otra opción y son los complementos nutricionales, éstos se comercializan como extracto seco de ajo o directamente contienen un extracto estandarizado de alicina, por este motivo, si nos decidimos por esta opción es importante hacerlo bajo la supervisión de un profesional de la salud.
MundoDeportivo.com
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