El azúcar se ha convertido en objeto de estudio para muchos Investigadores y científicos, quienes siguen evidenciando los daños potenciales que causa al organismo a mediano y largo plazo.
Solo en Estados Unidos el habitante promedio consume 10 veces más azúcar que hace 100 años. Esto ha hecho que se haya estimulado el desarrollo y consumo de otro tipo de azúcares, así como edulcorantes. Según ellos su exceso puede provocar una forma natural de adicción, creando una gran dependencia. El azúcar es una sustancia que libera opioides y dopamina.
De esta manera, el azúcar es el talón de Aquiles de muchas personas, tal como era el caso de una joven mujer llamada Karol, a quien tuve el placer de conocer en una de mis charlas donde mencioné algunos signos del consumo excesivo de azúcar. Ella al escuchar mi explicación se sintió identificada y le sobrevino cierto temor por su condición actual y futura.
Esta reacción es la que se espera que muchos tengan al conocer que su salud está en riesgo, y es que el consumo de azúcar está siendo asociado directamente como la principal causa no sólo de obesidad, sino también de enfermedades crónicas y letales. Es por ello que es muy importante conocer qué signos del consumo elevado de azúcar puede estar evidenciando tu cuerpo.
El azúcar, dulce enemigo de la salud
Se ha dicho insistentemente que comer demasiado azúcar no es bueno para la salud. Se estima que debe ser máximo 28 gramos el consumo diario, sin embargo, hay un excedente diario de esa cantidad en la gente. Esto significa que el azúcar viene incluido en el café, el refresco de soda, el jugo de frutas, la torta, la merienda, etc. En el caso de los habitantes de Estados Unidos, hay un consumo aproximado de 270 calorías de azúcar al día, muy por encima de la recomendación dada.
El azúcar en las comidas procesadas y las bebidas azucaradas constituyen las principales comidas a las cuales se les añade azúcar. Es así como se ve en las etiquetas de nutrición en los productos varias denominaciones que contiene como azúcar de palma, sacarosa, azúcar de palma, jarabe de maíz. Todas esos nombres son sencillamente pura azúcar y su consumo excesivo tiene un impacto negativo en el organismo que afecta la salud poco a poco.
Si, en efecto afecta a muchos órganos y áreas del cuerpo humano. Entre ellos se menciona que afectan a:
El cerebro
Aunque el consumo de azúcar proporciona al cerebro la secreción de dopamina, una sustancia química, dando respuesta a ciertas sensaciones de placer al comer. Esto implica que al consumir azúcar, el cerebro libera mucha dopamina, la cual libera sensaciones de necesidad de tener ese producto con azúcar.
Corazón
Conforme a un Estudio realizado, se descubrió la relación entre una dieta rica en azúcar y riesgo de fallecer por enfermedad cardiovascular. Esto implica que cuanto mayor es el consumo de azúcar o sus derivados, mayor es el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Puede elevar la presión arterial y aumentar los procesos inflamatorios en el organismo.
Hígado
Altas cantidades de azúcar pueden sobrecargar el hígado, ya que el hígado metaboliza el azúcar y transforma los carbohidratos en grasa, que al acumularse conduce a un hígado graso.
Riñones
El excesivo consumo de azúcar genera más trabajo a los riñones, los cuales son los encargados de filtrar las sustancias dañinas al organismo. El alto consumo de azúcar pueden a mediano plazo producir problemas renales, generando condiciones crónicas al organismo
Estado de ánimo
Estudios han vinculado un alto consumo de azúcar con mayor riesgo de depresión en los adultos. Al elevar los niveles de azúcar en la sangre, se pueden producir estados de ansiedad, nervios, los cuales pueden calmarse con el consumo de algún producto azucarado, pero solo por corto plazo.
Dependencia del azúcar, gran error
Para multitud de personas, el azúcar es gratificante por su sabor. Sin embargo, consumirla en exceso puede desencadenar comportamientos que los lleven a comer en exceso de forma compulsiva. El consumo excesivo de azúcar es relacionado con condiciones crónicas como las enfermedades inflamatorias, obesidad, síndrome metabólico, diabetes tipo 2.
Según Estudios, el 75% de los habitantes de Estados Unidos ingieren gran cantidad de azúcar. Con el transcurrir del tiempo, las personas consumidoras de alimentos y bebidas azucaradas, se vuelven dependientes emocionalmente o psicolológicamente . Este consumo afecta su salud, notándose fisícamente, en aumento de peso y emocionalmente en la dificultad de enfoque en actividades del día a día.
Por otra parte, hay personas que al presentar síntomas de cansancio recurren al azúcar, con la creencia de que se sentirán mejor. Esta situación puede desencadenar en mayor consumo de azúcar, al generar un nivel de satisfacción momentánea cuando su energía aumenta.
Es fundamental enterarse que el azúcar y las bebidas azucaradas han sido catalogadas como “calorías vacías”, ya que no contienen nutriente. No obstante, para muchisimas personas es un poco difícil y no parece ser muy fácil prescindir de su consumo. Los productos con un alto nivel de azúcar en su elaboración los hace ser más apetecibles, pero también pueden ser más perjudiciales.
Signos de que estás comiendo mucha azúcar
Nuestro cuerpo suele mostrarnos indicios de que algo no anda bien y estos indicios son conocidos como síntomas o signos, por ejemplo, una fiebre es un indicio de que en alguna parte de nuestro cuerpo el organismo se está defendiendo de una infección.
Sin embargo, muchas veces existen signos que nos parecen muy comunes. Los dejamos pasar por alto, sin saber que es una alarma que si es atendida podemos evitar males mayores. Es esencial evitar el desarrollo de una condición crónica asociada con el consumo de azúcar.
Aquí se muestran algunos signos que indican que estás consumiendo mucha azúcar.
1. Agotamiento general
El azúcar aunque es comúnmente asociada con aumento de energía. En realidad su efecto es comparable a las drogas estimulantes, es decir, que en primera instancia el cuerpo sí evidencia una subida rápida de energía pero esta dura muy poco tiempo y luego comienza el deceso de esta a niveles inferiores a los deseables, sobreviniéndose en proceso depresor.
Con el consumo de azúcar, el páncreas se encarga de liberar insulina para transportar la glucosa a las células. Es aquí donde se siente un pico alto de energía, que una vez agotada, tiende a producir un bajón. La glucosa es esencial para el aumento de energía en el organismo. Pero es primordial que los niveles de azúcar en sangre se mantengan equilibrados y no con esos picos producidos al consumir esos productos con azúcar.
Es por ello que si habitualmente te sientes cansado o fatigado, una de las principales causas podría ser el exceso de azúcar en tu dieta.
2. Ansiedad por más dulce
El azúcar posee efectos similares a las drogas, sobre todo para crear adicción, es por ello que aquellas personas que consumen azúcar durante todo el día es probable que sean adictos a esta.
Este efecto adictivo y compulsivo puede hacer que recibamos muchos pensamientos relacionados con alimentos endulzados. Así se crea una reacción en cadena de los antojos de azúcar. O en su defecto antojos de carbohidratos, que también indican adicción al azúcar.
3. Habituales cambios de humor
Cuando acabamos de consumir dulce nos encontramos con un golpe de energía que nos hace sentir mejor, sin embargo, este efecto es muy corto y al momento en que desaparece, lo normal es que aparezca fatiga física que, a menudo, va acompañada de fatiga psicológica, causando sentimientos asociados con depresión, letargo, tristeza y aislamiento social.
Este signo de cambio de ánimo se está relacionado con el consumo de una gran cantidad de comida. Probablemente se deba a que todos los alimentos que han pasado por un proceso industrial contienen glucosa. Esta es la razón por la cual esta especie de síndrome de abstinencia aparece ya casi con cualquier alimento.
4. Frecuentes problemas de salud
El consumo excesivo de azúcar se ha relacionado con ocasionar deficiencia del sistema inmunológico, lo que debilita la capacidad del organismo para hacer frente a enfermedades y procesos infecciosos, haciéndonos más propensos a sufrir resfriados, gripes y enfermedades crónicas.
El azúcar afecta a las bacterias benéficas de la microbiota intestinal produciéndole desequilibrio e inflamación en el organismo. De igual manera puede producir hinchazón debido a la fermentacion de los alimentos no digeridos en el colon,
Nuestro cuerpo está diseñado para funcionar con cantidades bajas de azúcar, por lo que al verse expuesto a grades cantidades de calorías estas son procesadas y almacenadas como grasa corporal, lo que no solo se ve reflejado en el aumento de peso sino que trae consigo otros problemas de salud como hipercolesterolemia o colesterol alto, problemas cardíacos, apnea del sueño, entre otros.
5. Deterioro de la piel
Para digerir el azúcar se requiere de la intervención de la insulina. Esta es una sustancia que recorre todo el organismo en altos volúmenes cuando la ingesta de azúcar es excesiva. Suele afectar a muchas personas debido a que gran parte de la población presentan sensibilidad a la misma. Esto se evidencia en el resecamiento y descamación de la piel.
Consumir azúcar de una forma excesiva produce efectos inflamatorios. La inflamación promueve los radicales libres que provocan el estrés oxidativo, generando arrugas en la piel y envejecimiento prematuro.
6. Aumento de peso
El excesivo consumo de azúcar provoca aumento de peso. Esto se debe a que la glucosa es una de las principales fuentes de energía que posee el cuerpo. Cuando ésta no es utilizada como energía, el cuerpo la almacena en el hígado, o se aloja como grasa abdominal. Todo esto provoca una ganancia de algunas libras que luego son un poco difícil de liberar.
7. Debilidad en el sistema inmunológico
El 70% del sistema inmunológico está radicado en el intestino, donde se encuentran microorganismos como bacterias, virus. El consumo excesivo de azúcar hace que las bacterias buenas se desequilibren y afecta el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
8. Problemas cardíacos
Un estudio llevado a cabo por la universidad de Western ha demostrado que una dieta rica en sacarosa puede acelerar la muerte y aumentar el riesgo de problemas cardiacos, incluso se considera que este riesgo es más significativo que el representado por dietas altas en grasa o almidones.
9. Diabetes
El consumir de forma excesiva alimentos azucarados puede causar sobrepeso lo que a su vez aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo II. Muchas personas pasan esta advertencia por alto ya que no consideran tener síntomas de esta enfermedad. Sin embargo, actualmente gran parte de la población, entre ellos niños, llegan a ser pre-diabéticos. Esta es una condición en donde los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal. Aunque no son lo suficientemente altos como para ser diagnosticados con diabetes.
En este caso la persona afectada tiene más posibilidades de sufrir de diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y derrame cerebral, por ello si constantemente te encuentras con sed o hambre, a pesar de comer y beber con frecuencia, si te sientes enrojecido después de un atracón de azúcar, o débil cada vez que te saltas una comida, deberías hablar con tu médico.
Concluyendo
El excesivo consumo de azúcar es desfavorable para la buena salud de las personas. Lesiona los órganos con las respectivas consecuencias de desarrollo de condiciones crónicas y enfermedades subyacentes.
Los indicios del consumo elevado de azúcar es totalmente equiparable a la adicción a las drogas. Esta condición empeora cuando prácticamente casi todos los alimentos son adulterados con esta sustancia solo para crear este efecto. Sin dejar de lado que los daños colaterales que su consumo trae a nuestra salud son muy elevados.
Por lo que es muy importante no dejar pasar las advertencias y hacer como Karol. Esta mujer todos los días ingería significativas cantidades de azúcar y que experimentó todos los signos de ese excesivo consumo.
Hoy por hoy me complace mucho decir que Ella es una persona saludable y llena de vida, que cambio el descontrol alimenticio por una dieta balanceada a base de productos orgánicos y el cansancio excesivo por una vida activa.
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