Cuando murió Norton I, bizarro emperador de los Estados Unidos en el siglo XIX, un diario de San Francisco, donde vivía, publicó la necrológica: "El emperador Norton no mató a nadie, no robó a nadie, no se apoderó de la patria de nadie. De la mayoría de sus colegas no se puede decir lo mismo".
Está enterrado en el cementerio Woodlawn de San Francisco. En su lápida se lee: “Emperador de los Estados Unidos y Protector de México”.
Un imperio muere, otro nace
El recuerdo de Norton I reaparece cuando el país imperial da signos de declinación y desde hace años sus presidentes, que suelen ser considerados los hombres más poderosos del mundo, se ven desorientados. Buscan cómo sostener un edificio que amenaza desmoronarse atacado por la desindustrialización, la desvalorización de la moneda, la crisis racial, ahora la pandemia de Covid 19, el siempre presente riesgo de segregación de algunos territorios y los enormes excesos de la especulación financiera.
Joshua Abraham Norton se proclamó en 1859 emperador de los Estados Unidos con el nombre de “Su Majestad Norton I”.
Norton, posiblemente nacido en una familia judía, vivió su niñez en Sudáfrica. Es hasta ahora el primer y único emperador de los Estados Unidos, imperio de hecho que no necesitó de monarcas coronados para ejercer su poder sobre todo el mundo.
Se cerró el horizonte
Sin embargo, tiene problemas porque debe enfrentar a potencias emergentes como China, donde en estos momentos hay siete ciudades del tamaño de Nueva York y muestra un poder incontenible. China fue durante milenios la primera potencia del mundo. Hasta la guerra del opio promovida por el Imperio Británico, era la mayor economía del mundo; pero entonces se inició lo que los chinos llaman "Era de la humillación". Las autoridades chinas actuales se han propuesto poner a su país de nuevo en el primer lugar para 2040, cuando se cumpla un siglo del inicio de la "humillación"
Norton emperador
El 17 de septiembre de 1859, Norton mandó cartas a los diarios proclamándose emperador de los Estados Unidos y protector de México.
Norton tenía algunas ideas que no parecen propias de un emperador. Abolió el congreso de los Estados Unidos mediante un decreto imperial, basado en que era el ámbito del fraude y la corrupción. "Esa violación directa de las leyes ocurre constantemente, ocasionada por la muchedumbre, los partidos, las facciones y bajo influencia de sectas políticas; el ciudadano no tiene la protección y propiedad personales a las que tiene derecho".
Al estallar la guerra civil en los Estados Unidos en 1861 llamó a San Francisco al presidente Lincoln y a Jefferson Davis, presidente de la Confederación, para mediar entre ellos. Viendo que no comparecían dispuso un alto el fuego hasta dictar su decisión imperial.
Murió pobre, como vivió siempre, el 8 de enero de 1880. Más de 30.000 personas concurrieron a su entierro.
De la Redacción de AIM.