La residencia campamento de arte “Interculturalidad simbiótica” generará intercambios conceptuales, territoriales e interculturales entre artistas y una familia del Pueblo Nación Prexistente Huarpe Pynkanta, afirmó a AIM Neda Olguin Frontini, artista visual y gestora cultural. “Nuestra motivación es co-aprender y co-compartir la riqueza y saberes que poseen las culturas originarias, que fueron silenciadas y menospreciadas por los blancos”, aseveró.

En el punto tripartito entre San Luis, San Juan y Mendoza se realizará la residencia campamento de arte “Interculturalidad simbiótica”, entre el 13 al 17 de noviembre. Organizada por Punto de Partida, cuenta con apoyo de Gestionar Futuro, programa del ministerio de Cultura de la Nación.

Destinada a artistas, para generar intercambios conceptuales, territoriales e interculturales entre los asistentes, y una familia originaria del Pueblo Nación Preexistente Huarpe Pynkanta, las artistas visuales y gestoras culturales Neda Olguin Frontini y Chan (Yanina García) brindarán la residencia campamento de arte “Interculturalidad simbiótica”.

En diálogo con esta Agencia, Olguin Frontini explicó que: “Punto de partida es una plataforma autogestionada de formación en arte contemporáneo, que se activa a través de diferentes programas”, y agregó que “la residencia artística es una instancia de formación y producción de obra individual y colectiva destinada a artistas contemporáneos. Mediante una convocatoria abierta se seleccionaron cuatro participantes de diferentes lugares de nuestro país. Durante cinco días, convivirán con la familia del Omta Samay Ñerké Pachay Roque Miguel Gil, guía espiritual del Pueblo Nación Huarpe Pynkanta de la Región de Cuyo.

La elección del territorio para el campamento
No es casual que el lugar donde se llevará a cabo la residencia sea el punto tripartito de las provincias de San Luis, San Juan y Mendoza. En 2022, Olguin Frontini ya había tenido la oportunidad de compartir y realizar un trabajo artístico conjunto con esa familia Huarpe, apoyada por el Fondo Nacional de las Artes. “El resultado de esa experiencia tan rica se tradujo en una muestra en el Centro Cultural Puente Blanco y charlas en el teatro junto al Omta Samay Pachay Nerke Miguel Roque Gil y su compañera Yachesyé (María Ester Sosa) ”, recordó la gestora cultural y agregó: “Ese mismo año llevamos adelante la primera residencia de arte en San Luis, en la cual invitamos al Omta, su compañera Yachesyé y sus hijos, quienes nos ofrecieron una ceremonia a la luna. A partir de ambos encuentros y vínculos generados con ellos, pensamos esta propuesta”.

Cómo es el territorio
El área se alimenta por la Cuenca Desaguadero-Salado y está ubicada cerca del Parque Nacional Sierra de las Quijadas en San Luis y la zona Ramsar Lagunas de Guanacache, sistema de lagunas y bañados encadenados que albergan una rica diversidad biológica y una comunidad local de aproximadamente 2.000 habitantes. “Sin embargo, la disminución de los caudales ha generado una situación ambiental preocupante que afecta la economía regional y las poblaciones de la cuenca. La diversidad biológica se ha convertido en una prioridad en las estrategias de conservación y recuperación de suelos. Por esta razón, se enfatiza el enfoque intercultural como un mecanismo para proteger el medio ambiente a través del reconocimiento de las prácticas ancestrales en el territorio y la valorización del patrimonio biocultural del pueblo Huarpe”, remarcó Olguin Frontini.

Artistas en territorio Huarpe Pynkanta
Para esta edición, fueron seleccionados cuatro artistas de distintos lugares de la Argentina (San Luis, La Plata, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), y Córdoba). Esos artistas “trabajan con distintos lenguajes artísticos: Diego Makedonsky utiliza el sonido para sus obras; María de los Ángeles País es bailarina y performer; Lucía Sorans es pintora y, Clara Alsina realiza acciones de intervención en el espacio público”, explicó Olguin Frontini a esta Agencia.

Realizar la residencia campamento de arte en territorio Huarpe Pynkanta “busca reflexionar sobre la práctica artística desde la sensibilidad, fomentando la convivencia en un entorno de intercambio y escucha abierta. Se considera fundamental incorporar las voces de las comunidades originarias, con el objetivo de promover un mundo diverso e intercultural que supere las barreras lingüísticas y culturales. Estas comunidades poseen prácticas sostenibles basadas en su conexión con la tierra y los recursos naturales. Sus puntos de vista pueden ofrecer soluciones innovadoras y sustentables a los desafíos medioambientales actuales, contribuyendo así a la reflexión del legado natural y cultural”, enfatizó la gestora cultural y explicó que el enfoque “se centra en promover cruces transversales, experimentales y sensibles en respuesta a la emergencia ecológica que enfrenta nuestro planeta”.

Emergencia ecológica y preservación de la Casa Común
Ante la grave situación climática que atraviesa el planeta, urge “incorporar todas las voces y conocimientos para reflexionar sobre la emergencia climática. Esto hoy es prioridad, conociendo los efectos que ya está teniendo sobre nuestras vidas”, remarcó.

“El arte es un gran medio para visibilizar, en el mejor de los casos, transformar una realidad al crear desde la sensibilidad e incorporar con su poética a otras disciplinas de conocimiento”, señaló Olguín Frontini.

Desde la mirada de la preservación de la Casa Común “es que nos encontramos para pensar, para que la vivencia Huarpe se exprese con su propia voz, con sus conocimientos ancestrales y cosmovisión; para que los artistas, venidos de otros lugares, de otras experiencias, puedan ser atravesados por la impronta del territorio y su cultura, y juntos planten posibles acciones para transformar aquello que se desea”.

Interculturalidad
En este encuentro entre artistas y originarios “hablamos sobre interculturalidad, escucha abierta, mundos diversos, encuentro”, reflexionó y agregó: “A pesar de todos los grandes avances en derechos y legislaciones, sabemos que aún no termina de ser una verdadera realidad. Nuestra motivación es co-aprender y co-compartir la riqueza y saberes que poseen las culturas originarias que fueron silenciadas y menospreciadas por los blancos, quienes hasta el día de hoy nos encontramos alejados de toda esa sabiduría”, concluyó Olguin Frontini.

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