La Legislatura declarará como ciudadanos ilustres al músico, compositor y cantante Carlos Alberto Solari; la cantante e intérprete del folklore argentino, profesora universitaria en filosofía, Liliana Herrero; y a Rubén Manuel Martínez Solís, conocido por su nombre artístico como “Linares Cardozo”, fallecido el 16 de febrero de 1996, confirmó AIM.
Los proyectos lograron media sanción en la Cámara de Diputados y pasaron en revisión al Senado, donde deberán conseguir los votos necesarios para ser aprobados con fuerza de Ley.
El músico, compositor y cantante Carlos Alberto Solari, conocido artísticamente como “Indio” Solari nació el 17 de enero de 1949, en Paraná, Entre Ríos. Solari estuvo ligado a la literatura y el arte desde muy joven como aficionando a las artes gráficas y el dibujo, de esta manera fue desarrollando un particular estilo literario y poético a la hora de escribir sus letras; que fueron cautivando seguidores masivamente y catapultándolo a ser el músico más popular y venerado de la historia del rock argentino, y tal vez el más inspirado letrista de la cultura rock en español.
Carlos “Indio” Solari es fundador de una de las agrupaciones musicales más relevantes de la historia argentina, Patricio rey y sus redonditos de ricota, de la que formó parte entre los años 1976 y 2001. La lírica especial del “Indio", junto con la creatividad musical de Eduardo Beilinson (guitarrista), hicieron que la banda se convirtiera en un auténtico mito viviente de la música argentina. Se suele afirmar que "Los Redondos" alcanzaron no sólo la popularidad musical, sino que generaron un fenómeno socio-cultural importante de características muy peculiares. Asimismo, su voz, junto a sus letras se convirtieron en emblema de aquellos jóvenes de los 80 y 90 que buscaban la expresión e hicieron carne las canciones de Los Redondos.
Por su parte, Liliana Herrero renueva la estética del folklore argentino llevando a primer plano la emoción de su voz. Inició su vida artística como cantante en los años '60. Desde entonces sostiene decisiones estéticas y culturales dedicadas a bucear en raíces folklóricas, otorgándoles sonidos y tratamientos contemporáneos. En 1987, luego de la restitución democrática en la Argentina, lanzó su primer trabajo discográfico impulsada por el artista Fito Páez, su gran amigo. Desde entonces Páez participará en la producción artística de sus siguientes discos “Esa Fulanita” e “Isla del Tesoro” y la acompañará de una u otra forma en todas sus restantes ediciones hasta la actualidad.
Ganadora de los más prestigiosos galardones de la Argentina, Herrero recibió el Premio Universitario de Cultura 2012 de la Universidad Nacional de Córdoba, la Mención de Honor Senador Domingo Faustino Sarmiento 2012 del Honorable Senado de la Nación, distinción impulsada por la Senadora Nacional por Entre Ríos, Elsa Ruiz Días. y el Premio a la Trayectoria en la música 2012 del Fondo Nacional de las Artes, entre otros. En otro rango de distinciones, la propia Mercedes Sosa, la definió en algún momento como ‘una voz que la Argentina merece’. Intérprete del folklore argentino y profesora universitaria en Filosofía, nació en Villaguay en 1948.
Reconocimiento post-mortem
Por otro lado, se busca declarar ciudadano ilustre post-mortem a Linares Cardozo, a cien años del natalicio del reconocido y respetado músico, compositor, poeta, pintor, educador y promotor de la música litoraleña.
Linares Cardozo fue autor de una enorme cantidad de canciones que hoy representan a buena parte de la cultura entrerriana, como las conocidas "Canción de cuna costera" y "Soy entrerriano", ésta última considerada un himno de la provincia. Pero sobre todo, realizó una importante obra de preservación de la creación popular entrerriana, en especial de la chamarrita.
Nació en La Paz y estudió en Paraná, donde se recibió de Profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación. Desde gurí se interesó por la música y la cultura de los trabajadores rurales de su entorno natal, de donde incluso tomó su nombre artístico: Linares Cardozo era el nombre de pila de un gaucho que era capataz en el campo de su tío Manuel, y a quién admiraba.
En pintura se dedicó a registrar la luz, la gente y el paisaje de su región. En el libro Linares Cardozo y yo de Néstor Cuesta pueden verse dibujos y pinturas de su autoría, así como en la tapa de su álbum Canción de cuna costera. Parte de la enorme obra de Linares Cardozo fue popularizada por Los Hermanos Cuestas.
Además de su labor musical, fue un investigador de los ritmos populares de la ruralidad entrerriana, y en especial de la chamarrita, género que –se asegura, quizás exagerando– habría desaparecido si no fuera por su trabajo.
En vida publicó dos libros: uno de poemas titulado “El caballo pintado y la paloma” (Editorial Tribuna, 1982), cuyo título está tomado del arroyo Cabayú Cuatiá que cruza la ciudad de La Paz. El otro, titulado “Júbilo de esperanza”, propone una serie de apuntes para “una didáctica de la música y el canto regional” (Editado por la UCU, 1989. Hay varias ediciones posteriores).
Linares Cardozo, fue un “maestro” entrerriano que se dedicó a rescatar la cultura de sus pagos en la música, la pintura, las letras y el canto. Gran guitarrero, coplero y cantante interpreto como pocos la cultura musical de nuestra provincia.
Desde su infancia todo fue arte, especialmente música. Además de la chamarrita logró rescatar del olvido el tanguito monteliero, la chacarera estirada y la milonga. De su guitarra brotaron chamamé, chamarritas, coplas, tanguitos montieleros, vals, polkas, huellas, cielitos, todo tipo de piezas del género musical folklórico, y fue protagonista ilustre del nacimiento de numerosos festivales folklóricos que aún hoy perduran.
Falleció en Paraná, el 16 de febrero de 1996, y fue sus restos descansan en el cementerio de La Paz, al lado de un timbó con vista al Río Paraná, tal como era su voluntad.
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