La piel marfileña es un beneficio genético que algunas personas reciben gratuitamente y hace una diferencia con otros tipos de piel, que tienden a resecarse o quebrarse y que en general deben defenderse con cuidado del agua y del sol.
Sobre todo en el Lejano Oriente, por razones culturales, la conocida como "piel de porcelana" es muy apreciada en las mujeres. El nombre deriva del aspecto delicado y terso del compuesto de caolín y feldespato inventado hace unos 1500 años en la China. Occidente admiraba la vajilla de porcelana y la compraba sin saber cómo se fabricaba a los que pasaban por haberlo inventado todo.
Las mujeres japonesas en particular suelen tener con frecuencia "piel de porcelana" y lo atribuyen principalmente a una dieta sana y a una genética excelente. Esas serían las razones públicas, legítimas; pero tanta belleza tiene un secreto: desde hace algunas décadas las japonesas tomaron la costumbre de afeitarse la cara, como los varones. La costumbre de afeitar los rostros de sus clientas para mejorar su aspecto se generó en algunos salones de belleza de Tokyo y a eso se debería la apariencia de juventud y la frescura de las mujeres niponas.
Los varones suelen afeitarse la cara por razones culturales sumadas a las biológicas. En "El rey Jesús", novela del erudito inglés Robert Graves, hay un pasaje en que algunos judíos de aquellos tiempos, enfrentados a la dominación imperial de Roma, critican a otros judíos que contra la costumbre se rasuraban la barba "¡como romanos!"
Los varones generalmente rasuran las zonas de su rostro donde crece el vello más grueso, pero las mujeres japonesas se deshacen de todo su vello facial. Suponen, ayudadas por la publicidad que no suele dar puntada sin hilo, que obtendrán una piel tan suave como la seda con una textura de porcelana, la cualidad más buscada entre las orientales.
Este tratamiento de belleza se ha vuelto tan popular que casi todos los salones ofrecen el afeitado como parte de sus servicios regulares. Algunas lo hacen sólo al inicio de la temporada, junto con otros cuidados; pero otras lo practican todos los días en sus propias casas. También, hay quienes prefieren afeitarse todo el cuerpo y en algunos casos hasta se quitan las cejas porque creen que es una característica poco refinada de la cara. Hoy en día, al menos en Occidente, por el contrario se recomienda engrosar las cejas, lo que sin duda pasará como pasa toda moda, de las que se dice falsamente que no incomodan. Por ahora se recomienda a las mujeres someterse a diversos tratamientos para engrosar "naturalmente" las cejas, como aplicarse de noche aceite de coco con jugo de limón, suponemos que cuidando los ojos porque no es cuestión de llorar por cualquier cosa.
Según los expertos de belleza de Japón, los varones han usado esta técnica contra los ultrajes de la edad desde siempre, pero llevados por su natural malicia no la han dado a conocer a las mujeres. Sin embargo, esta versión es poco creíble porque los varones suelen dan todo por una mujer hermosa.
Los argumentos son que la crema de afeitar hidrata el rostro, y para rematar el afeitado actúa como masaje. El proceso es exfoliante para las células muertas de la epidermis y promueve una rápida renovación de las capas de la piel. Además, en las mujeres mayores ayuda a remover el vello no deseado que suele aparecer en la menopausia.
La propietaria de un local de belleza femenina de Tokyo expresa: “Le contamos a todas nuestras clientas que este es el mejor secreto de belleza guardado en Hollywood por las mujeres durante años” y agrega: “Marilyn Monroe y Liz Taylor lo hacían regularmente”.
Por otra parte, en el blog de belleza Refiney29 una de sus redactoras, la estadounidense Cinthya Popper, se sometió a la experiencia y afirmó que la piel queda tan fresca y libre de impurezas que hasta consideró no volver a maquillarse. Los resultados duran entre dos y tres semanas según el cabello y el tipo de cutis de cada persona.
Bueno: como la inscripción que tenía el anillo de Julio Grondona cuando era presidente de la AFA: todo pasa.
De la Redacción de AIM.
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