La aparición de ChatGPT, el generador de lenguaje que produce textos casi sin distinción de la escritura humana causó inquietud en algunos sectores sociales: “La inteligencia artificial llegó para quedarse” explicó a AIM la profesora en Letras Valeria Terencio, quien destacó que “deberemos buscar estrategias para incorporarla en nuestras prácticas”.
En diálogo con esta Agencia, Terencio manifestó que “el chat GPT es un desafío para la educación en relación con lo digital y como equipos docentes lo primero que surge es preguntarnos cómo lograr que los y las estudiantes no realicen todas sus actividades con esta tecnología”.
“Surgen muchas preguntas y dudas en la sociedad, sobre todo porque se piensa en los empleos que se pueden perder, las producciones que se pueden generar y si es posible que esta inteligencia reemplace a la humana”, manifestó.
“En particular, considero que esta inteligencia puede causar una revolución en la enseñanza, pero siempre debemos tener en cuenta que está diseñada por humanos, aunque su sentido de realidad a veces nos haga olvidarlo”, apuntó.
Potencialidades para aprender
Por otra parte, la docente destacó que como se trata de una tecnología incipiente: “también es clave buscar las oportunidades de incorporarla en la enseñanza,porque será parte de lo que muchos y muchas estudiantes experimenten en su vida cotidiana y son esos consumos culturales los que hacen que el aprendizaje sea significativo”, explicó a AIM.
“No podemos desconocer la importancia de este debate que se da con el surgimiento de esta nueva tecnología, el miedo que nos genera pero también el sentido de oportunidad que podemos encontrarle para generar nuevas maneras de acceder al conocimiento y la enseñanza”.
“¿Alguna vez se imaginaron crear un poema breve en menos de tres minutos con solo escribir una palabra? La inteligencia artificial permite esta y otras opciones”, expresó.
Sin embargo aclaró que esta tecnología, “es fascinante, pero no puede reemplazar la sensibilidad y la particularidad de cada individuo, por eso creo fundamental tomarla, explorarla y poder hacer aportes que nos permitan reflexionar al respecto”.
Entre las preguntas que pueden surgir al respecto apuntó: “¿quiénes crean y programan los contenidos de la IA? ¿Cuáles son las fuentes que se consultan? ¿cómo se combinan los algoritmos para las búsquedas? ¿Qué ideologías sustentan las respuestas?”
“En la medida en que vamos intentando responder estos interrogantes podemos ir construyendo con nuestros y nuestras estudiantes una manera de pensar de forma crítica al respecto y despejar los miedos que nos puedan invadir”, concluyó.
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