La Teledifusora Americana (Télam) fue fundada en 1947 para poner una voz distinta entre las agencias estadounidenses y europeas predominantes entonces en nuestro país, cuando no había redes sociales ni tantos medios alternativos, que están en trance de ser capturados por el poder hegemónico.
Estuvo a punto de ser cerrada por el el ministro Domingo Cavallo, que tenía un programa parecido al de Javier Milei y también al de Álvaro Alsogaray en el gobierno de Frondizi y al de Alfredo Martínez de Hoz con la dictadura llamada "Proceso de Reorganización Nacional".
Milei dice ser el primer presidente libertario del mundo, pero se olvida de Liz Truss, que pretendió realizar un programa como el suyo en Inglaterra y duró 45 días. Los ingleses la expulsaron del gobierno en tiempo récord.
Télam fue víctima de políticos que ignoran el funcionamiento de una agencia de noticias, que en este caso es también la mayor agencia de publicidad argentina. Cuando se van turnando los gobiernos, democráticos o no, los que fueron jefes y periodistas adictos en Telam solían quedar desactivados en la redacción, cobrando sueldo y formando capas de inactivos que supieron de tiempos mejores.
Hay gente sobrante, como esa, y gente operativa, que es la que produce y no debiera sufrir daño, entre ellos los técnicos más competentes del medio. Télam no tiene problemas insuperables, solo hay que ordenar lo que deshicieron las malas gestiones políticas y dar libertad, ya que en eso consiste la propaganda oficial, a la mayoría que sabe, puede y quiere.
El interventor Diego Chaher envió a los empleados un correo que los dispensa de prestar servicios durante siete días desde el domingo. La página web de la agencia está bloqueada y muestra un mensaje que dice estar en reconstrucción
El anuncio del presidente a los legisladores fue de cierre y la casa central en Buenos Aires en la calle Belgrano está vallada para que nadie acceda a ella y para evitar manifestaciones. Mientras tanto, hubo un abrazo simbólico en defensa de la agencia y de sus 700 trabajadores entre periodistas, fotógrafos y administrativos. Télam tiene 27 corresponsalías en todo el país con 50 cronistas y reporteros gráficos.
No se conoce todavía ninguna medida en la dirección de la voluntad del Ejecutivo de desmantelar la agencia; es decir, no hay desvinculación de hecho y el escenario permanece abierto.
En su mensaje de apertura de las sesiones ordinarias del congreso, Milei dijo que la agencia fue utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista y la comparó con el Inadi en el sentido de que “gastaba millones de pesos para mantener militantes rentados” y “cumplía el rol de la policía del pensamiento”.
El anuncio del cierre de Telam es la aplicación práctica del lema “todo lo que pueda estar en las manos del sector privado, va a estar en las manos del sector privado”.
Télam estaba intervenida desde febrero pasado junto con Educ.ar, TV Pública, Encuentro, Pakapaka, DeporTV y la plataforma Contar. La intervención estaba contenida en el decreto de necesidad y urgencia que trata el congreso que la considera necesaria para “reformular y readecuar las sociedades, evaluar o modificar el personal o aprobar un nuevo Estatuto, evaluar o modificar el régimen de administración de fondos, ampliando o reduciendo las partidas presupuestarias, modificar las contrataciones y la estructura de personal, y disponer de una auditoría integral sobre el estado de las instalaciones”.
Los trabajadores, que en algunos casos se mantienen dentro de las oficinas, consideraron que la actitud del gobierno nacional es ilegal porque la agencia no puede cerrarse sin una ley que lo disponga.
Adelantaron que están estudiando las presentaciones judiciales que sean necesarias, porque Télam estaba incluida en la ley ónmibus, que fue rechazada por el congreso, como una de las 41 empresas públicas que debían ser privatizadas
Los empleados señalaron que ese proyecto no prosperó pero el gobierno avanza igual, de manera ilegal, con Télam.
De la Redacción de AIM.
Dejá tu comentario sobre esta nota