El día siguiente del 4 de octubre de 1582 fue 15 de octubre, debido a que en ese año se introdujo el calendario gregoriano por iniciativa del papa Gregorio XIII, que vio la necesidad de compensar las diferencias que se habían ido acumulando con el calendario entonces vigente, el Juliano, de tiempos de Julio César, quince siglos antes.
El calendario gregoriano, hoy en uso en todo el mundo, sustituyó en 1582 al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instauró en el año 46 a. C.
La reforma gregoriana del calendario surgió en el concilio de Trento para superar el desfase producido desde el concilio de Nicea en 325, cuando se fijó el momento en que debía celebrarse la pascua de acuerdo con la tradición y con relación a éstas las otras fiestas religiosas "móviles", porque se calculaban de acuerdo con el calendario lunar y no el solar.
El jesuita alemán Christopher Clavius fue el encargado de calcular la reforma de la medida del tiempo junto con Lilio, integrantes ambos de la comisión del calendario.
En el Concilio de Nicea I se determinó conmemorar la Pascua, de acuerdo con el calendario lunar, el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de primavera (en el hemisferio norte; equinoccio de otoño en el hemisferio sur).
Aquel año 325 el equinoccio había ocurrido el día 21 de marzo, pero con el paso de los siglos la fecha del acontecimiento se había ido adelantando hasta el punto de que en 1582, el desfase era ya de 10 días, y el equinoccio se fechó en 11 de marzo.
El desfase provenía del cómputo inexacto de días que tiene el año trópico (que es 20 minutos más corto que el año sideral debido a la precesión de los equinoccios).
El calendario juliano, calculado por el astrónomo alejandrino Sosígenes, creó un año bisiesto cada cuatro, por considerar que el año trópico estaba constituido por 365,25 días, mientras que la cifra correcta es de 365,242189, o lo que es lo mismo, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos.
Esos 11 minutos contados adicionalmente a cada año habían supuesto en los 1257 años que mediaban entre 325 y 1582 un error acumulado de aproximadamente 10 días.
El calendario gregoriano “adelanta” 26 segundos por año, lo que significa que se requiere el ajuste de un día cada 3300 años.
Esta diferencia se debe a que la traslación de la Tierra alrededor del Sol no coincide con una cantidad exacta de días de rotación de la Tierra alrededor de su eje.
Cuando el centro de la Tierra ha recorrido una vuelta completa en torno al Sol y ha regresado a la misma posición relativa en que se encontraba el año anterior, se han completado 365 días y un poco menos de un cuarto de día (0,242189074 para ser más exactos).
Para hacer coincidir el año con un número entero de días se requieren ajustes periódicos cada cierta cantidad de años.
De la regla general del bisiesto cada cuatro años, se exceptuaban en el Juliano los años múltiplos de 100, excepción que a su vez tenía otra excepción, la de los años múltiplos de 400, que sí eran bisiestos.
La nueva norma de los años bisiestos establece que la duración básica del año es de 365 días; pero serán bisiestos (es decir tendrán 366 días) aquellos años cuyas dos últimas cifras son divisibles por 4, exceptuando los múltiplos de 100 (1700, 1800, 1900...), de los que se exceptúan a su vez aquellos que también sean divisibles por 400 (1600, 2000, 2400...).
En aquel año de 1582 al jueves -juliano- del 4 de octubre de 1582 le sucedió el viernes -gregoriano- 15 de octubre de 1582. Desaparecieron 10 días debido a se habían contado de más en el calendario juliano: constituían el "desfase" que se quería corregir.
El calendario se adoptó inmediatamente en los países donde la Iglesia Católica tenía influencia. Sin embargo, en países que no seguían la doctrina católica, tales como los protestantes, anglicanos, ortodoxos, y otros, este calendario no se implantó hasta varios años (o siglos) después.
A pesar de que en sus países el calendario gregoriano es el oficial, las iglesias ortodoxas (excepto la de Finlandia) siguen utilizando el calendario juliano (o modificaciones de él diferentes al calendario gregoriano).
Sin embargo, fuera del mantenimiento de un calendario eclesiástico diferente en algunos países, el calendario gregoriano es el que se considera como base para el establecimiento del año civil en todo el mundo, incluyendo los países con un año eclesiástico o religioso diferente al que se estableció en la reforma gregoriana del siglo XVI.
En 1582 comenzó a regir el nuevo calendario en Italia, Portugal, España (posesiones europeas y Canarias) y la zona católica de Polonia: después del jueves 4 de octubre de 1582 vino el viernes 15 de octubre.
En Francia, Lorena y el valle del Misisipí (Estados Unidos) después del domingo 9 de diciembre de 1582 vino el lunes 20 de diciembre.
En los Países Bajos, después del lunes 17 de diciembre de 1582 vino el martes 28 de diciembre.
Bélgica (Limburgo y provincias del sur): después del jueves 20 de diciembre de 1582 vino el viernes 31 de diciembre.
En Alemania protestante, Dinamarca y Noruega: el lunes 1 de marzo de 1700 vino después del 18 de febrero.
En Inglaterra y sus colonias (Terranova y la costa de la bahía de Hudson, en Canadá; litoral atlántico de Estados Unidos (EE.UU.), Washington y Óregon; Escocia, Irlanda, India): el jueves 14 de septiembre de 1752 vino después del miércoles 2 de septiembre.
Por esta razón Cervantes y Shakespeare murieron "el mismo día", el 23 de abril de 1616, pero en realidad hubo 10 días de diferencia debido a que en esa época Inglaterra no había adoptado aún la reforma.
Posiblemente el último país que adoptó el calendario gregoriano fue Grecia: el jueves 1 de marzo de 1923 vino después del 15 de febrero.
Los rusos cambiaron el calendario después de la caía de los zares en. La revolución bolchevique de octubre fue en el 7 de noviembre para el resto de Europa pero en octubre para los rusos, que seguían 10 días retrasados de acuerdo con el calendario juliano que mantenían vigente.
De la Redacción de AIM.
Dejá tu comentario sobre esta nota