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Caleidoscopio
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Prohibido quemar malezas

La costumbre de quemar malezas provoca problemas debido a que degrada el suelo, el humo invade rutas y caminos y contiene sustancias tóxicas que se esparcen en el aire. En días brumosos como suelen ser los de esta época del año, el humo de las quemas de pastos en las banquinas, que se multiplican seguramente para liberarlas con fines de siembra que ahora está permitida en esos sitios, invade las rutas y dificulta la visibilidad de los conductores.

Estas quemas han dado lugar a grandes incendios en que han debido intervenir los bomberos.

No es necesario quemar las malezas tras cortarlas, porque rápidamente se descomponen y se convierten ellas mismas en tierra; pero si se desea hacerlo, a pesar de la contaminación atmosférica que provoca, es preciso tomar todos los recaudos necesarios.

La quema de vegetales considerados "malezas", un método de "limpiar" los terrenos tiene la ventaja de que no tiene casi costo porque el fuego se encarga de todo y el productor solo debe vigilarlo para evitar que se propague de modo que queme lo que no quiera quemar, y sobre todo que se salga de control y provoque un incendio como los que son frecuentes últimamente

Pero la quema tiene desventajas, en particular afecta la salud de manera que es casi siempre ignorada.

Además, debido a quedar sometido a grandes temperaturas el suelo pierde la vida abundante que tiene y queda en riesgo de erosionarse. Un predio quemado queda sin vegetación, desprotegido. De la quema subsisten las cenizas, que contienen los minerales que el suelo necesita para mantener la fertilidad.

Pero las cenizas pueden ser arrastradas por una lluvia fuerte, de modo que el suelo queda expuesto, sin vegetación y pierde también los minerales que necesita.

La quema puede provocar incendios, deja el suelo ennegrecido y sin protección y además en riesgo de perder los minerales en caso de lluvia fuerte. El suelo ha tardado siglos en formarse, pero puede perder todo en un día gracias a una mala práctica.

En el suelo hay gran abundancia de organismos, por ejemplo las lombrices, las bacterias y los hongos, todos necesarios.

Las lombrices ayudan a airear el suelo y a mejorar su estructura. Las bacterias ayudan a degradar la materia orgánica y promueven la liberación de los minerales utilizables por las plantas para que las plantas los puedan utilizar.

Todos estos organismos suelen ser eliminados por el fuego en una quema, porque el suelo de calienta excesivamente

Las quemas liberan abundante humo que pone en riesgo de contaminación a poblaciones cercanas, y contaminan la atmósfera. Además, debido a los gases de combustión, contribuyen al cambio climático. En otro orden, el humo suele disminuir y hasta anular la visibilidad de los conductores de vehículos que se desplazan por carreteras cercanas, y en ocasiones han provocado accidentes graves.

Por otra parte, la combustión incompleta de residuos orgánicos produce dioxinas, contaminantes cancerígenos que tuvieron un momento de gran publicidad cuando su presencia fue denunciada en el PCB, un aditivo del aceite refrigerante de los transformadores eléctricos. Su efecto deletéreo sobre la salud se hizo evidente en poblaciones vecinas a transformadores que habían estallado y lanzado al aire aceite hirviendo y dioxinas.

Algunos estudios han establecido que durante la semana de mayor intensidad de quemas, la concentración de dioxinas en el aire ambiente es de hasta 17 veces la concentración habitual cuando no hay quemas

Las dioxinas son peligrosas incluso en cantidades pequeñas porque permanecen en el ambiente por mucho tiempo sin degradarse; son acumulables y se almacenan en el tejido graso de animales y humanos, y pueden viajar grandes distancias en la atmósfera.

Las quemas pueden quedar fuera de control incluso de los más confiados, que se creen buenos conocedores del manejo del fuego. Cuando ya es tarde y deben intervenir los bomberos, aparecen las consecuencias: destrucción de bosques, como por ejemplo nativos o forestaciones de pinos o eucaliptus; muerte o deterioro de árboles; pérdida de pasturas y cosechas; muerte de ganado; pérdida de instalaciones como postes, corrales y viviendas, muertos y heridos en accidentes en rutas debido a la merma de visibilidad por el humo.

Estos son efectos inmediatos, pero hay también más lentos y más profundos, como merma en la producción de pasturas para el ganado porque el suelo se erosiona y reducción de la producción ganadera; disminución de la fertilidad del suelo; y merma del valor recreativo y turístico del área incendiada.
De la Redacción de AIM.

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