Revalorizar su cultura ancestral, vivir en equilibrio con la “familia antigua monte, familia antigua animal, familia antigua naturaleza”; recuperar y vivenciar sus arcaicos territorios en toda su extensión, en libertad; el acceso al agua natural, como vertientes ríos, lagunas, ojos de agua en zonas rurales, y la creación de una Universidad con una currícula 100 por 100 indígena, son objetivos del Omta Samay Ñerke Pachayk Roque Miguel Gil Guaquynchay Guayama.
"La cultura Huarpe Pynkanta se vivencia, no se elige; los títulos o rótulos de lo que representa en esta sociedad o lo que desea ser, la vida misma, de acuerdo con las vivencias elegidas, se transitan los títulos o distintas etapas y caminos que tiene la cultura y la identidad Huarpe Pynkanta". Por ejemplo, un docente educador Tayta, “para ser considerado como tal, debe haber pasado la etapa de ser Padre, sino queda en comunicador Matychan, etapa anterior sin vivencias de hijos”, afirma a AIM el Omta.
Video: Ceremonia Tautau Loputata Tatata Amytayan Solar Lunar, año nuevo Huarpe Pynkanta, entre el 23 y 30 de agosto del calendario gregoriano.
Habla pausado, es paciente y piensa antes de responder cada pregunta. Es el guía Espiritual que, entre una de las funciones, tiene la responsabilidad de llevar a cabo las distintas ceremonias en el Pueblo Nación Preexistente Huarpe Pynkanta, que agrupa más de 36 comunidades. Cuenta sobre la cosmovisión de los Huarpe Pynkanta y los conocimientos que se adquieren a través de las vivencias. En la antigüedad eran, en la actualidad son y en el futuro serán, un Pueblo Nación recolector por excelencia, y lo trasmiten de generación en generación. Se abastecían de todo lo que tiene el monte: algarrobales, chañarales, pachangos guarria, como alimentos sagrados, pero también recolectaban huevos de avestruces y secaban al sol con sal, carne ofrecida por alguna familia animal adulta. "Sabemos cómo estar en equilibrio con la Naturaleza ", afirma.
Que el Gran Espíritu proteja la palabra
“Umuk Taktek Matekeyen”. El Omta Samay inicia la conversación en su lengua Huarpe Pynkanta Nanay Ayenkayakta Tumta Guay Cuyum (experiencias vividas en el territorio, trasmitidas de generación en generación de Padres y Madres a hijas e hijos de sol luna, a luna sol: "Umuk Taktek, Taktek Neñe nanay Sagua kaha kytek Pukuy", dice y traduce: "Es un gusto, una alegría de corazón poder tener este encuentro; que la naturaleza nos vuelva encontrar con la misma alegría”.
En diálogo con esta Agencia, señala que tiene una gran responsabilidad: "Estoy abocado desde hace muchos años a cuidar el camino Huarpe Pynkanta ", dice.
El trabajo que el Omta hace y le encomendaron sus abuelos desde pequeño, para recuperar, mantener y visibilizar la tradición identidad del Pueblo Nación Preexistente Huarpe Pynkanta, poco tiene que ver con los silencios, con la negación, con la discriminación que ha sufrido con su comunidad desde hace mucho tiempo hasta la actualidad.
“Umuk Taktek Neñe cucha, neñe Ñerke Taktek ya cucha posku pykan cucha Ayutan cucha”, que significa “protección del Gran Espíritu para el camino, para la palabra, para nuestros abuelas y abuelos, padres, madres, hermanas y hermanos, y todos los hijos descendientes que ayudan en el camino comunitario”, agrega y explica que "no es una decisión propia. En realidad, creo que para explicarlo hay que hacerlo en nuestro sentido indígena...y también en la vivencia no indígena. Si uno busca la cotidianeidad o la vivencialidad, seguramente encontrará muchas diferencias con lo no indígena, y las decisiones tomadas en la vida se diferenciarán, según el camino tomado desde una visión indígena o no indígena”.
Designio
En Omta piensa que, desde lo indígena, "fue un designio, un camino ancestral marcado desde mi nacimiento, o en mis primeros cinco años, donde con una mirada visionaria y espiritual, mis abuelos, que son los que guardianaron, vieron el camino para prepararme para ser el defensor, el responsable de la vivencialidad. Es decir, el que vivencie, muestre actividades, cultura e identidad del Pueblo Nación Preexistente Huarpe Pynkanta".
La cultura Huarpe Pynkanta se vivencia: "Uno es lo que elige, vivencia el camino ancestral mercado, así que un poco y un poco; un poco es la vida misma y la preparación que hicieron mis abuelos conmigo en lo particular, pero también los condimentos de la vida cotidiana ", indica.
Vivir contento y feliz
Sobre la discriminación y la negación, "llega a un punto en que uno vive secretamente, contento y feliz también, porque en silencio también se vivencia bien, porque hay mucha soledad afuera, porque si bien existen movimientos de personas a quienes le gusta lo natural, lo espectacular, lo fantástico, lo mágico o lo místico, también es cierto que termina siendo en muchas ocasiones folclórico, sin continuidad en el tiempo. O sea, lo hacen como hobby con un fin específico, consiguen lo que buscan y lo dejan. Entonces, al no ser con continuidad, con un camino, deja de ser una vivencia indígena o una vivencialidad de nuestra Identidad”, asevera.
Para el Omta, “la soledad también es buena, así como mirar hacia lo interno, lo privado. Es una decisión. Y a veces, según decíamos de nuestro cotidiano indígena y lo cotidiano no indígena, te da ganas de gritar a los cuatro vientos, 'yo soy indígena', 'no soy esto otro '; y el otro no entiende porque claramente uno tiene una posición interna y privada, con respecto a nuestra identidad y no nos ven, nos ven como iguales en ese sentido...".
La carencia de políticas públicas para indígenas
El Omta reflexiona: “Tenemos dos piernas, dos brazos, se visten como nosotros; entonces piden los mismos derechos y están como nosotros. Ahí es donde está la gran diferencia, porque uno empieza a decir 'no es lo mismo', y cuenta. El problema es que del otro lado hay señalamientos, discriminación y negación, y también falta de inclusión, porque no hay políticas públicas indígenas específicas que nos incluyan, nos protejan y nos ayuden a vivenciar en libertad y en igualdad de condiciones que el resto de la sociedad. Es así que casi la mayoría se retrae porque no ve esperanzas de un vivir en libertad de un Pueblo Nación Preexistente, no solamente de nuestro Pueblo Nación Preexistente Huarpe Pynkanta, sino también del total de los más de 49 Pueblos Naciones Preexistentes Indígenas que existen en lo que ahora se llama Argentina”, denuncia.
Construcción de saberes
¿Cómo contribuir a la construcción de otros espacios para rescatar saberes y prácticas, como es el caso del Pueblo Nación Preexistente Huarpe Pynkanta, que la colonización fue borrando ex profeso, porque no le convenía convivir con pueblos indígenas que pensaran y actuaran de manera diferente, que se relacionaran con la naturaleza, que fueran respetuosos y amigos del ambiente “familia con vida para lo Huarpe Pynkanta" y que continúen todavía con esa práctica, tratando de trasmitirla de generación en generación, como lo enseñaron sus ancestros?
"Pukuy Taktek Matekeyen Chelay Chesye Matekeyen puk”, dice en su lengua y aclara: “Se trata de una práctica que uno aprende y también adopta para relacionarse con quien no es indígena, hablar en nuestra lengua y después escuchar el castellano, y hay cosas que no coinciden. Por eso es que cuando uno lo va aplicando, hay algo que no está en una lengua y viceversa. Y en la otra pregunta también hay momentos, esto de vivenciar, lo que contaba recién, las cosas internas y lo que la vivencialidad de la vida te va llevando con mezcla de decisiones propias, del entorno y por supuesto de la sangre, también hay momentos importantes en esta trayectoria".
Tiene 54 años, pero se ríe y admite que ya se ha olvidado de la edad. "Tengo como una lucha intensa y sin parar de 30 años. Uno va cambiando en las etapas, pero en cada etapa hay hechos fuertes y diferentes que han ido construyendo el camino y superando el anterior. En esas etapas, claramente, uno va teniendo contactos, vivencias con otros, llámense Estado, gobiernos y con las políticas impulsadas por los gobernantes, con las luchas y vivencias con nuestro Pueblo Nación Recolector Preexistente Indígena y con otros Pueblos Naciones Indígenas Preexistentes. Y 30 años es mucho, son muchísimas vivencias", indica.
Universidades para pueblos indígenas
El Omta sabe lo que dice cuando menciona la discriminación, la falta de inclusión y de políticas públicas. Por eso sueña con una universidad para pueblos indígenas."Tayta Umuk Taktek Tuta Ultum Umuk Neñe Ultum ya Jerkech ya tagüé ya jurkum ", dice. Con respecto a la casa de altos estudios y a las luchas comunitarias en conjunto, por un buen vivir desde lo indígena, "ayudaría mucho la universidad o las universidades, para la profesionalización de los saberes indígenas, para aplicar y defender los derechos en la cotidianidad. Esto, con un título se respetaría. Pero también se necesitan escuchas conscientes y con respeto a las vivencias indígenas, no a los saberes como un oficio que no sea indígena; desde nuestra cosmovisión cae a un bolso roto, ya que si no se necesita, no se usa, no se practica, y, para nosotros, un saber indígena es práctica de vivencialidad cotidiana; sin practica se pierde, y sin esencia, sangre, o respeto, también se pierde. Es decir que, por supuesto, debe sentirse y ser un camino de vida”.
En lo personal, el Omta ha luchado por crear universidades 100 por 100 indígenas, “carreras con profesionales 100 por 100 indígenas; esa es la gracia, ese es el único camino para una verdadera aplicación de nuestro buen vivir en libertad en nuestra cosmovisión. Ahora, si yo voy a ser un maestro formado en lo occidental, seré un maestro no indígena, para interpretar a los niños y niñas indígenas, y que aprendan 2x2 es 4, es decir, seré un profesional en la formación occidental sin la cosmovisión indígena. Poner lápiz a la indiada, mal dicho, un saber extraño, un saber para que estén en igualdad de condiciones que los hermanos no indígenas, de los caras pálidas, perdiendo paulatinamente e invisibilizando nuestra esencia, nuestra identidad por falta de practica y de existencia real. Formarse en lo no indígena también es una decisión, y está bien, pero claramente no representa ni incluye a la defensa de la vivencialidad de nuestro Derecho Indígena", señala a esta Agencia.
“Estudiar, ser un profesional, un médico, abogado, fotógrafo, comunicador, o ingeniero... Son distintas opciones de carreras que se dictan en las universidades occidentales actuales para los hermanos no indígenas, pero a las que también acceden los indígenas. Y la verdad, no siento nada de alegría cuando se anuncia 'el primer abogado, médico, arquitecto indígena', y se celebra como un gran logro. ¡Que tristeza, un indígena menos! porque a partir de ahí, es un profesional formado occidentalmente, con sangre indígena, pero con saber occidental, ya que su matrícula lo obligará a cumplir con la enseñanza aprendida”.
Para el Omta, “el Pueblo ha perdido muchos hermanos y hermanas indígenas, con muchos saberes, porque ahora, el saber que tienen y aplican, que defienden, es el que enseñan diversidades de autores no indígenas en las universidades".
Por eso, agrega, "necesitamos universidades nuestras con identidad de cada Pueblo Nación Preexistente Indígena. Hay en el país varias universidades adelantadas en la inclusión de matrícula indígena, y de hecho, tienen, varias de ellas, hermanos y hermanas indígenas al frente y eso se valora, pero llegan a esos puestos por los títulos occidentales y aplican la enseñanza occidental, mientras que lo indígena es folclórico o anecdótico para discursos y fotos, y se usa para formar en nuestra cosmovisión a los profesionales no indígenas, para que se conviertan en profesionales interculturales, con aprovechamiento en talleres, charlas diplomáticas y distintos nombres, donde los indígenas desfilan capacitando a futuros especialistas en indios. Luego, nos damos cuenta que no tenemos quien defienda nuestros derechos, nuestra libertad, y terminan siendo leyes añejas, lindas pero muertas y sin aplicación”.
Respetar la lengua
Para el Omta, es fundamental que en las universidades y los distintos lugares de formación preprimaria, primaria, secundaria y terciaria, "primero respeten nuestra lengua y segundo, no puede ser que la enseñen quienes tengan títulos blancos, aunque sean de sangre indígena. Deben ser quienes tengan títulos indígenas egresados de las Universidades Indígenas y autorizados por sus propias comunidades Pueblos Naciones Preexistentes Indígenas, a llevar adelante verdaderamente la formación intercultural”.
Opina además que se necesita apoyo no indígena y también muchas ganas, voluntades de lideresas y líderes de una misma comunidad Pueblo y de varios Pueblos juntos, para luchar juntos por este mismo camino. “Yo lo he planteado en varias ocasiones, inclusive no solo a nivel nacional sino también internacionalmente. Si no luchamos juntos, el sistema occidental te come y elimina legalmente. Los indígenas profesionalizados, formados occidentalmente, deberían ser los primeros en luchar, apoyar, y defender nuestros derechos y esta lucha, y no ser cómplices de la exclusión por no tener un título, una profesión de las diferentes que existen en nuestro país. Pero ninguna sirve ni da la sapiencia para enseñar, defender, y aplicar un sentir indígena, muchos menos sin saber de cuna la lengua de cada Pueblo Nación Preexistente Indígena. Entonces, ahí nos damos cuenta que perdimos un o una indígena, pero igualmente seguimos en lucha y esperanzados".
Canción Huarpe
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Recuperación y mantención
El Omta remarca a AIM el "gran retroceso" en la aplicación de las leyes en Argentina y en particular en la Región de Cuyo: San Luis, San Juan, Mendoza, que están muy lejos de acompañarlos en el gran camino de recuperación y mantención de la identidad con políticas públicas concretas. Por eso reclama la aplicabilidad de las leyes internacionales y nacionales, y las adhesiones provinciales a esas normas, para que se reconozca el derecho a ser educados en las distintas lenguas indígenas y su cultura ancestral del Pueblo Nación Preexistente Indígena de pertenencia. "No solo debemos defender la tierra y el territorio, sino también la educación, la salud, la vida, el planeta, los montes, los animales, con vida y derechos. Tomar conciencia de la realidad, para sentir el abrazo de los distintos puntos cardinales con el camino del aire, tierra, agua y fuego, a cada instante”, reflexiona.
Fotografias: Gentileza del Omta Samay Ñerke Pachayk Roque Miguel Gil Guaquynchay Guayama.
1) De izquierda a derecha, el Omta con tres de sus cinco hijos: Yanaray, ocho años (Chamanita de la lluvia); Omta Samay Ñerke Pachayk Roque Miguel Gil; YaChesye, su compañera (Hija de la Luna); Taktey Chuymanay 11 años (Protector del Pueblo y la Naturaleza) y Tayte (Vida ) 14 años.
2) Encuentro Internacional Sol Luna.
De la Redacción de AIM.
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