Alberto era el abuelo, Alberto se llama el padre, Alberto se llama el nieto. El padre Alberto elogió declaraciones de Albertito, "Bertie" para él, que propuso privatizar las ballenas y los océanos.
Para papá Alberto, el "prócer" de Javier Milei, las declaraciones de Bertie son "extraordinarias", con lo que quiso decir muy notables, pero que quizá haya que tomar como lo que no es común ni habitual, tanto como no es como no es común ni habitual tener una ballena en la pecera en lugar de pececitos de colores.
Alberto, a sus 83 años, es un referente histórico del neoliberalismo argentino, y ha dado clases con economistas españoles de la escuela austríaca de economía en la universidad Francisco Marroquín de Guatemala.
Bertie es desde el 22 de octubre de 2023 legislador nacional de la Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires. Su propuesta entonces es nada menos que privatizar el mar, y adelantó que ya hay trabajos en esa dirección. A la pregunta ¿Por qué las ballenas se están por extinguir, o los elefantes y demás? La respuesta vino rápida, ya la tenía preparada: "la diferencia es el alambrado".
Alberto, el padre de Bertie salió a respaldar la idea filial: “la privatización del océano me parece una idea extraordinaria de Bertie”.
La razón es que hay propiedad privada de la tierra en la Argentina, desde los célebres repartos de latifundios de Rivadavia, Rosas y Roca, tan diferentes a los de José Artigas; pero no hay alambrado en el mar. El alambrado marca el límite de la propiedad territorial en el campo.
Para el octogenario mentor de Milei la causa del riesgo de extinción de muchas especies marinas, entre ellas las ballenas es que no hay propiedad privada sobre los océanos; por eso se están extinguiendo especies marinas, homologadas por los neoliberales con mera "riqueza". Para Alberto Benegas Lynch padre la causa es que no entendimos que los precios deben ser libres
Bertie, que tiene una larga tradición académica, se refirió al cambio climático y la extinción de especies, proponiendo una solución "extraordinaria" para el padre: "privatizar las ballenas y el mar".
En materia de privatización la imaginación neoliberal llega a extremos que la gente común no puede imaginar. Milei propone privatizar las calles de las ciudades y cobrar peaje a los que quieran pasar por ellas.
Sin embargo, en este punto quizá llegaron tarde: el mar está siendo depredado aceleradamente, pero menos por falta de propiedad que por empresas privadas que a veces son tan poderosas como algunos Estados o capaces de influir en la política depredadora decisivamente.
Es una variante de lo que ya hacen algunos muchachos, libertarios a su manera, en las calles de su barrio, donde cobran peaje a los vecinos, aunque sin introducir las mejoras que propone Milei como compensación. Los autos tendrían una oblea que al transitar por una calle privada sufriría sin más trámite un descuento deducido de la cuenta bancaria del automovilista.
Estas ideas "extraordinarias" tomaron auge sobre la base de un hastío monumental con la política existente y se saldarán con mucho sufrimiento. El economista Nicolás Dvoskin no duda en considerarlas "terraplanismo económico" aludiendo a los absurdos que encierran.
Los seguidores del anarcoliberalismo tienen la misma competencia científica que los terraplanistas, capaces de explicaciones complejas que algunos "libertarios" comparten; pero les agregan racismo, misoginia y xenofobia: son explicaciones sencillas de los pesares argentinos y ofrecen una rebeldía calculada para reforzar el status quo mediante posturas antisistema. Los jóvenes adoptan en masa discursos que pretenden interpretar las causas del empobrecimiento, la marginación y la decadencia.
Antes de la campaña política en curso los canales de televisión ofrecían a diario las opiniones de Javier Milei, su ex socio Diego Giacomini, José Luis Espert, Roberto Cachanosky o Germán Fermo. Todos proponen un brutal ajuste fiscal, despidos masivos y eliminación de programas sociales y pensiones, rigidez monetaria, privatizaciones, apertura del comercio exterior y reducción de impuestos que estorban a las empresas.
En 2018, Milei dijo que el macrismo fue lo peor que le pasó a la Argentina en toda su historia”, aunque ahora, por una cuestión electoral, está reconsiderando esa opinión al menos en lo que respecta a Patricia Bullrich.
El simplismo de los mensajes de los anarcocapitalistas, que muestran con tanta claridad como falsedad las razones de la decadencia, tuvo mucho éxito en las redes sociales y terminó generando un clan de adherentes inmunes a la crítica,
La explicación no tiene vueltas ni dificultades: todos los problemas caen sobre el Estado que ahoga con impuestos para pagar favores políticos. Entonces la indudable función de mentiroso y de organización de clase que tiene el Estado desde siempre es aclarada y combatida por el anarcocapitalismo. Debe haber rebeldía contra lo que nos oprime, y los anarcoliberales saben contra qué dirigirla sin que el sistema resulte dañado, sino reforzado.
De la Redacción de AIM.
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