A fin de mes vence la cuarta edición del dólar soja y el equipo económico analiza alternativas para acelerar la liquidación de divisas.
El Palacio de Hacienda buscará sostener la paz cambiaria pese al contexto de alta incertidumbre que generan el escenario electoral y la escasez de reservas del Banco Central. El margen es estrecho y en el abanico de opciones aparece una nueva versión del programa de estímulo a la oleaginosa, aunque en el sector aseguran que a los productores “les queda poco grano”. También evalúan un tipo de cambio diferencial para las economías regionales y otras exportaciones, como las mineras.
Altas fuentes oficiales confirmaron que, si bien todavía no se tomó ninguna determinación, se están analizando medidas “para algunos sectores específicos”. La definición no tardaría en llegar. Este lunes, el Banco Central compró u$s 1 millón y acumuló así treinta jornadas con saldo positivo, pero lo hizo con el impulso del tipo de cambio especial para la soja, que en los papeles termina el 30 de septiembre.
El esquema diferencial tiene la particularidad que no solamente ayuda a la entidad monetaria a acumular reservas y defender el tipo de cambio oficial a $350 hasta las elecciones, como prometió el ministro de Economía, Sergio Massa, sino que también vuelca un 25% de las divisas liquidadas a sumar oferta al Contado con Liquidación, lo que colaboró durante todo este mes para mantener a raya las cotizaciones paralelas.
Incentivos a las exportaciones
Es en este contexto que el Gobierno analiza, en cuestión de horas, sumar incentivos a las exportaciones. Lo probado y más efectivo a los fines de contener la brecha, sería extender el plazo dólar soja 4. Lo que sucede, es que según explicaron fuentes del sector a este medio, “con la sequía desaparecieron unos 30 millones de toneladas, por lo que queda muy poco grano disponible en manos del productor”.
En esa línea, el mismo empresario y referente de los agronegocios, estimó que “se comercializaron en esta ronda 3,5 millones de toneladas y quedarían en manos de los productores unos cuatro millones de toneladas hasta la cosecha de abril 2024”. A precio de hoy, serían alrededor de u$s2.000 millones, lo que sucede es que es difícil que se liquide toda la soja, teniendo en cuenta las futuras obligaciones de los productores. Los exportadores, también cuentan con un pequeño margen de soja que compraron en esta ventana y todavía no vendieron al exterior.
“Para sostener el tipo de cambio oficial el Gobierno va a tener que extender el dólar soja en octubre y probablemente terminen poniendo más restricciones al acceso a dólares en todas las vías, lo que traería más brecha y más inflación”, dijo a este medio un economista que sigue de cerca los temas cambiarios. Aunque la continuidad del dólar soja no es la única opción que explora el Gobierno.
Incentivos a otros productos exportables: ¿minería?
Por estas horas, también se discute la posibilidad de sumar incentivos a otros productos exportables. “Están en evaluación algunos sectores”, reconocieron desde el Gobierno. Hay quienes apuntaron a las economías regionales, aunque a comienzos de este mes Massa ya dispuso la eliminación de retenciones para una serie de cultivos como: arroz maní, mosto, vinos, sidras, aceites esenciales y tabaco, entre otros.
En el equipo económico tampoco descartan que en este caso se lleve adelante una medida más abarcativa y se incluya a otros sectores exportadores, como la minería, con una ventana temporal. En cualquier caso, el margen es escaso. Las elecciones se acercan, la presión sobre los dólares paralelos se redobla y la paz cambiaria será clave para no recrear una nueva escalada inflacionaria.