Hasta la semana pasada uno de los interrogantes de los analistas era en qué nivel tocaría el dólar un techo momentáneo, cuando la divisa había retomado el camino ascendente luego de la renuncia de Luis Caputo al frente del Banco Central y tras la primera reacción del mercado al anuncio del nuevo acuerdo con el FMI.
Pero la vorágine cambiaria no da respiros, y con la entrada en vigencia del nuevo esquema monetario y cambiario el pasado lunes, la cotización de la moneda dio un giro abrupto e inició un camino descendente con una velocidad más intensa de lo esperada, producto de la convalidación de súper tasas de hasta el 73 por ciento en las licitaciones de Leliq, lo que propició un fuerte apretón monetario. Luego de alcanzar en la rueda del viernes pasado los $ 41,50 en la plaza mayorista, la divisa norteamericana se derrumbó hasta los $ 37,50 actuales, es decir más cerca de 10% de retroceso (el minorista pasó de superar los $ 42 y a caer hasta $ 38,50).
Por eso ahora la pregunta de corto plazo que emerge en parte del mercado, es dónde encontrará un piso la moneda: si es en el fijado por el nuevo esquema de flotación entre bandas, en torno a $ 34 (banda inferior), o si se ubicará por encima de ese nivel.
"Es difícil estimar un piso para la cotización del dólar en el segmento mayorista. Pero una primera aproximación indicaría que, visto el comportamiento de los primeros días de puesta en vigencia de la nueva estructura monetaria, no sería extraño que los valores se acomoden en un nivel más cercano a la base de la zona de intervención que al techo de la misma (en $ 44)", indicó el analista Gustavo Quintana.
Así, mientras el nivel de tasas de interés se mantenga "demasiado alto" como el actual, no se espera "una reacción significativa de los precios", dice Quintana, quien se inclina a descartar que el valor de la divisa perfore los $ 36, aunque admite que es casi imposible predecir un nivel determinado teniendo en cuenta que se opera en un mercado "chico y muy volátil".
Por su parte, para el analista financiero, Christian Buteler, "la banda le pone un piso al dólar y la forma de actualización (tres por ciento mensual) que encima se hizo pública también juega en ese sentido".
"Hoy las tasas son altas y se está haciendo el juego de salir un poco del dólar e ir inversiones en pesos. Pero siempre con el ojo puesto en la evolución del tipo de cambio", explica.
Así y todo, con los elevados retornos en pesos actuales, a Buteler no le extrañaría que la divisa "llegue a bajar un peso más, o a lo sumo dos", es decir, un piso en torno de $ 35,50 para el mayorista.
Más allá que el apretón monetario está generando un desplome del dólar en las últimas rudas, en base a "secar" la plaza de pesos con Leliq y a las mayores tasas, esta dinámica no es sostenible en el tiempo, coinciden en el mercado.
"Es una medicina monetaria muy dura, combinada con política fiscal también restrictiva, que profundizara la recesión", sostiene el economista Gustavo Ber.
El experto considera que "ni el Gobierno, ni el FMI quieran volver a atrasar el tipo de cambio real, toda vez que el país enfrenta serios desequilibrios externos y no ha recuperado el financiamiento voluntario externo, con un riesgo país aun por encima de los 600 puntos a pesar del segundo acuerdo con el organismo internacional".
En otras palabras, para el economista, "el modelo requiere de un tipo de cambio real alto, y no hay espacio para una apreciación nominal sustentable con un inflación aun tan elevada. Estamos transitando solamente una etapa de volatilidad cambiaria".
Ber remata: "No creo que estemos muy lejos del piso de corto plazo ($ 37,50-38 mayorista) después acompañará al menos la inflación, porque no veo que sigan subiendo mucho más las tasas, los daños colaterales serían muy importantes, y no es sustentable semejante apretón monetario".
Fuente: Ámbito