"Se trata de un fenómeno que se incrementó en los últimos años y aumentó significativamente en el último semestre”, de acuerdo al estudio del Centro para la Recuperación de la Argentina.
El 34,9 por ciento de los trabajadores ocupados se ubica por debajo de la línea de pobreza por el aumento de la canasta básica total.
“Estamos frente a un récord creciente de personas que tienen trabajo pero son pobres ya que sus ingresos familiares no alcanzan a cubrir una canasta de bienes y servicios básicos", marca un informe del Centro para la Recuperación Argentina (RA) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Y agrega: "Se trata de un fenómeno que se incrementó en los últimos años y aumentó significativamente en el último semestre”.
Tomando como punto de comparación el año 2017, los ingresos promedios de las personas ocupadas cayeron casi un 40 por ciento, 14 de los cuales fueron durante los últimos seis meses, indica el reporte.
Según el estudio del Centro RA, el nivel del empleo está en niveles similares al momento de la salida de la pandemia (tercer trimestre del 2021) y, correlativamente, la tasa de desocupación crece proporcionalmente más que lo que desciende la tasa de empleo y actividad.
El informe agrega que actualmente hay 265.950 nuevos desocupados en nuestro país. Y pone de manifiesto que es alarmante observar el crecimiento de 32,4 por ciento de desocupación entre el cuarto trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, totalizando 1.088.000 desocupados.
“La relación de la tasa de empleo es inversamente proporcional con la tasa de desocupación. Mientras la primera va en caída, la segunda tiende a aumentar”, aclara el informe.
Los sectores donde creció la desocupación
En cuanto a los rubros más golpeados, la construcción concentra el 42,7 por ciento de los empleos perdidos, un sector concentra altas tasas de precarización e informalidad.
“Entre las causas que explican la caída de este rubro en particular se encuentra la paralización de la obra pública. Los sectores productivos que siguen en cantidad de empleos perdidos son los de comercio y servicios financieros e inmobiliarios, que están directamente relacionados con la capacidad de consumo y el poder adquisitivo de las clases medias y trabajadoras”, señala el Centro RA.